domingo, 12 de enero de 2020
Reducción de la copartipación para CABA
Otro manotazo a favor del FMI y los tenedores de deuda.
La reducción de alrededor de 1 punto (cerca de 30 mil millones de pesos) de los 3,5 que recibe la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) por la coparticipación Federal es un nuevo capítulo del “ordenamiento de cuentas” (ajuste) en función del pago de la deuda externa que encara el gobierno de Alberto Fernández.
Luego de la “solidaria” suspensión de la movilidad jubilatoria, Alberto Fernández busca instalar la idea que ya había agitado en la campaña electoral: CABA es una ciudad opulenta que debe ser solidaria con las provincias pobres. No se trata de una cosa ni la otra.
La única opulencia de la Ciudad es la de los que viven en Puerto Madero, barrio del presidente y otros altos dirigentes del kirchnerismo. La condición salarial, de vivienda, de la salud y la educación de la Ciudad son realmente difíciles.
Basta recorrer los barrios del sur, un hospital o una escuela para darse cuenta.
También es falso que servirá para una redistribución en favor de las provincias. La viga maestra de la política de Fernández es el ahorro de recursos para el pago de la deuda, como explicitó en el paquete votado en el Congreso. Es por eso por lo que las mismas provincias desarrollan políticas de ajuste que impactan en los trabajadores. La suspensión de la cláusula gatillo en los salarios de los empleados provinciales, o la postergación de las paritarias a cambio de una suma fija para los docentes, son muestras de esta política.
El director del FMI Alejandro Werner saludó la política fiscal de Fernández, “se está moviendo en una dirección positiva” dijo mientras negocian la reformulación del pago de los 57 mil millones de dólares de la deuda. Entre estas medidas está la reposición del IVA en los alimentos de primera necesidad que va a licuar completamente el mísero aumento salarial establecido por decreto.
La suba de la coparticipación de la Ciudad había sido dispuesta por Macri en 2016 con el traspaso de la Policía Federal a la Ciudad cuando pasó de 1,4% a 3,75% y luego con el Consenso Fiscal de 2017 bajó a 3,5%.
Los principales referentes del macrismo salieron a criticar la medida como una imposición contra un distrito opositor. Lejos de eso, Alberto Fernández y Wado de Pedro buscan consensuar la medida con Rodríguez Larreta quien manifestó su voluntad de llegar a un acuerdo que implique una serie de compensaciones.
La primera de ellas es la suspensión de la baja de ingresos brutos que acordó Alberto Fernández con los gobernadores, lo que le permite a Larreta más ingresos por la vía de ese impuesto. Es un impuesto regresivo por ser el mismo porcentaje para un trabajador precarizado monotributista que para una gran empresa, con el agravante que las empresas lo trasladan luego a los precios, con lo que terminarán pagándolo los trabajadores en su consumo.
Otro alivio para Larreta es la suspensión del traspaso de Edenor y Edesur a la Ciudad que dispuso el gobierno nacional a pedido de Kicillof. A su vez no se puede descartar que parte de la negociación pase por proyectos que Larreta quiere aprobar en la Legislatura como ocurrió en el pasado con los pactos entre el macrismo y el kirchnerismo.
Rechazamos este nuevo manotazo de recursos de la Ciudad que terminarán en las arcas del FMI, los bancos y los fondos buitres, no en Formosa ni en Chaco. El punto de partida para un el desarrollo del país es el repudio a la deuda externa usuraria, que lejos de cualquier veleidad federalista está exprimiendo las cuentas de todos los niveles del Estado para su pago. Planteamos abolir el regresivo sistema impositivo y establecer impuestos progresivos al gran capital bancario, comercial e inmobiliario que se beneficia de la Ciudad para con esos recursos atender las necesidades de vivienda, salud, educación y espacios verdes del conjunto de la población.
Facundo Lahitte
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