M.H.: Se dio un acontecimiento con un final que de alguna manera usted anticipó en nuestra última entrevista, la COP 25 que aparentemente no resolvió ninguno de los problemas que plantea el cambio climático.
E.B.: Hubo otras 24 anteriores en las que ni siquiera intentaron resolver nada, de modo que a veces estas cosas están cantadas. Si no hay intención más que de sacarse la foto, pasa eso, se sacan la foto, simularon discutir pero sabían de antemano lo que iba a suceder. Lo que uno sabe hablando con diplomáticos es que en estas cumbres no se resuelve absolutamente nada. Cuando se resuelve algo ya viene cocinado desde meses antes. Cuando llegan a ver qué van a hacer es mentira, y es lo que hicieron.
M.H.: Quiero preguntarle algunas cosas porque me parece importante aclarar temas sobre los que se habla pero se entiende poco. Por ejemplo, las temperaturas crecieron un grado desde tiempos preindustriales, antes de 1850, en promedio, y las medidas tomadas hasta ahora llevan a un incremento de entre 3 a 4 grados para 2100. ¿Qué significa esto?
E.B.: Significa que por un lado el promedio tiene muchas variaciones, hay zonas que por el cambio en los regímenes de vientos hace más frío, otras que hace más calor, otras en las que llueve más, y otras zonas en las que llueve menos. El principal problema es que cuando se supera una cierta barrera que los científicos piensan que está en torno de los 2 grados, el hielo de los polos se derrite y no se vuelve a formar.
Si se evita la contaminación ahora, hay alguna probabilidad de que los fenómenos sean reversibles, sino hay fenómenos que van a ser irreversibles. Los seres humanos no estamos preparados para que el nivel del mar ascienda, ni que zonas de cultivo se inunden o zonas bajo riego no tengan agua de regadío.
Ahí hay riesgos importantes, porque va a haber muchos millones de refugiados y porque todo el sistema de seguridad alimentaria quedará amenazado. Y que ahora un puñado de empresas esté poniendo en riesgo el mundo me parece por un lado del egoísmo que caracteriza al capitalismo pero además son una amenaza real.
M.H.: ¿Qué significa “En donde hubo más desacuerdos fue en las diferencias entre los países para negociar el llamado mercado de carbono”?
E.B.: El mercado de carbono es una cuestión que ni siquiera debería mencionarse, de absoluta falta de ética. El tema es cómo hacen los países que ya contaminan demasiado para seguir contaminando. Entonces la idea es repartir entre todos los países permisos de contaminación y aquellos países que son muy pobres y no tienen industria les venden a los países ricos su permiso para contaminar para que los otros sigan contaminando. Pero el tema no es cómo sigo contaminando, el tema es cómo dejo de contaminar.
M.H.: Solo 84 países sobre 200 se comprometieron a recortes más duros en 2020, pero entre esos no están EE UU, China y Rusia que juntos suman alrededor del 55% de la contaminación ambiental.
E.B.: Algo así como la mitad de la contaminación mundial, con lo cual otra cantidad de países dicen “si los que contaminan ni se comprometen, por qué me tengo que comprometer yo”. Agreguemos que los que se comprometan no todos van a cumplir sus compromisos. De modo que no podemos pensar en 84, sino en muchos menos.
M.H.: Y para la próxima cita en Glasgow el año que viene ¿podemos tener alguna expectativa positiva?
E.B.: Si no hay un cambio político profundo se van a seguir reuniendo en hoteles de 5 estrellas, gastando un montón de plata y no van a hacer nada. Insisto en que si no hay compromisos políticos adentro de los países van a seguir sin hacer nada y el caso argentino es uno entre tantos.
Argentina tiene una Ley de cambio climático que dice que hay que hacer una comisión que estudie todo pero mientras tanto van a seguir promocionando Vaca Muerta que es sacar hidrocarburos mediante fracking, la forma de contaminación peor en materia de impacto sobre el cambio climático. De modo que sacar una Ley de cambio climático para sacarse la foto, pero después los del partido A, B o C están todos de acuerdo en producir hidrocarburos mediante fracking; esta hipocresía argentina se repite en la mayor parte de los países.
M.H.: Argentina es uno de los países con un importante nivel de contaminación, entre otras cosas por el tema de la desforestación.
E.B.: Por supuesto. Porque los bosques podrían retener carbono, la materia prima de la que están hechos los bosques es carbono, de modo que seguir destruyendo el bosque nativo es seguir enviando carbono a la atmósfera. Lo hacemos destruyendo el bosque nativo, quemando hidrocarburos o extrayéndolos de la peor manera posible.
M.H.: Justamente lo había leído en Tiempo Argentino del 1º de diciembre: “La Argentina es uno de los 25 países que más emiten a nivel mundial”.
E.B.: Teniendo en cuenta que son emisiones por habitante, por eso India que tiene muchos más millones de personas que nosotros emite mucho más. Pero hay una responsabilidad del gobierno, las empresas, etc., en relación con cada argentino.
M.H.: Hay un informe que señala que Argentina hasta hace 10 años se encontraba entre los países que más desforestaban en el mundo.
E.B.: El tema es que cuanto más destruyan menos queda, entonces en algún momento bajamos del ránking, pero porque nos estamos quedando sin bosque nativo.
M.H.: Es ridículo, porque el presupuesto 2020 destinaba $ 10.30 para cada hectárea de bosque nativo. Esperemos que se rediscuta eso también.
E.B.: O sea una pequeña fracción de lo que habría que invertir para proteger los bosques. El tema es que el argumento de los neoliberales es que de estas cosas se tiene que ocupar el mercado y con demasiada frecuencia el argumento de los progresistas es que están muy ocupados atendiendo la pobreza. Pero las principales víctimas de los problemas ambientales son precisamente los pobres. Con lo cual atender los problemas de la pobreza es también ocuparse del tema ambiental. No hace falta mencionar el Riachuelo, está claro que los que viven ahí no son los ricos sino los pobres.
M.H.: Me gustaría que comentara un poco cómo ve usted la designación de Alberto Hensel como secretario de Minería de la Nación. Inclusive ya se ha producido alguna situación de conflicto en el ámbito de la provincia de Chubut y en la provincia de Mendoza.
E.B.: Más allá de las personas, uno piensa en términos de políticas. Hay interés en profundizar el tema de la gran minería en provincias en las que no hay agua, entonces esa gran minería más allá de los accidentes y tóxicos, utiliza demasiada agua en provincias en las que deberían declarar la emergencia hídrica y hacer una contabilidad minuciosa. Ver si tienen agua para la gente y los cultivos, antes de darla toda a la minería. Ese es el problema. No creo que el secretario de Minería esté preocupado por estas cuestiones.
También con el tema de la deuda externa hay una desesperación por conseguir dólares rápido, y el riesgo de hacerlo es conseguirlos haciendo un daño al ambiente, en este caso al agua, que dure muchos siglos. Entonces cuál es la ventaja de conseguir dólares en 2020 y seguir arruinando las fuentes de agua potable por siglos.
M.H.: Se habla de un desastre ambiental en la ciudad de Mercedes, por un derrame agrotóxico producido por un incendio.
E.B.: No es la ciudad de Mercedes, es el partido de Mercedes, hubo un incendio en una planta de plaguicidas y otro en América, también en la provincia de Buenos Aires un par de años atrás. En Gral. Pico (La Pampa) otro más en 2017, hay muchos sitios en los que hubo accidentes en plantas de plaguicidas, donde después el municipio miró para otro lado, no hay sistema de salud ni de prevención y las empresas depositaban plaguicidas de cualquier manera en condiciones de extrema peligrosidad.
Todos los habitantes de las localidades afectada tienen que ser sometidos a controles médicos de por vida porque han respirado no solo plaguicidas, sino productos de la combustión de estos mismos que pueden ser peores. Están amenazados directamente de cáncer durante el resto de sus vidas.
Esto hay que aceptarlo, más allá de que haya sanciones a las empresas, de que se necesita una norma muy estricta de inspecciones minuciosas sobre qué hacen las empresas con los plaguicidas. Además tenemos el hecho consumado, gente con su salud en riesgo alto y aspirar una sustancia cancerígena puede tener efecto hoy, mañana o dentro de treinta años. Esta gente necesita ser controlada en sus condiciones de salud toda la vida. Eso tiene alguna implicancia política y hay que ver si el gobierno de la provincia lo acepta.
M.H.: Es un hecho bastante silenciado, mencionó dos casos que yo desconocía.
E.B.: Cuando uno mira quién pone los avisos en los suplementos rurales está claro por qué se silencia, no es por desconocimiento ni por error, se silencia porque hay empresas que financian esos medios y el precio de hacerlo es que de eso no se hable.
Mario Hernandez
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