miércoles, 22 de enero de 2020

La escalofriante historia del represor Mario «Churrasco» Sandoval, un asesino entre nosotros

La intriga está compuesta por un triángulo: Argentina, Colombia, Francia. En la Argentina, Sandoval integró grupos de tareas durante la última dictadura militar, en Colombia se mezcló con los paramilitares y en Francia recicló sus dos experiencias para ascender social y profesionalmente sin que nadie le pusiera trabas en el camino.
No siempre se puede elegir el principio de un relato. El de el represor Mario Sandoval es una serpentina de posibilidades: asesinatos, crímenes de lesa humanidad, desapariciones, torturas en la Argentina, paramilitares en Colombia y, en el tramo final, una distinguida vida como profesor universitario y supuesto consejero presidencial en una de las democracias más prestigiosas del mundo, la francesa. El proceso de extradición a la Argentina del torturador Mario Sandoval decidido en diciembre de 2019 ha sido tan extenso como voluminosas son las sospechas, las complicidades locales y el mito construido por un hábil fabulador. Esta intriga está compuesta por un triángulo: Argentina, Colombia y Francia. En la Argentina Sandoval fue un operador de la última dictadura militar, en Colombia se mezcló con los paramilitares colombianos y en Francia recicló sus dos experiencias para ascender social y profesionalmente sin que nadie le pusiera trabas en el camino.
Obtuvo la nacionalidad francesa en 1997, se especializó en Inteligencia Económica, contribuyó a fundar organismos, representó a Francia en Conferencias y coloquios y fue profesor reemplazante en varios centros de estudio, entre ellos el Instituto de Altos Estudios de América Latina (IHEAL).
Su ocaso es otro triangulo: la prensa, su impunidad y el derecho. Le Monde Diplomatique y Página12 revelaron que aquel especialista era un estrecho colaborador de los paramilitares colombianos y que el Mario Sandoval que daba clases en París había sembrado muerte y terror en los años del Proceso argentino. Triangulo sobre triangulo. Sandoval le hizo juicio por difamación a los medios franceses que retomaron la información argentina. Los acusó de «difamación» alegando que se trataba de un «homónimo». Más tarde la intervención decisiva, en ese juicio, de la abogada Sophie Thonon, quien probó, definitivamente, que Mario Sandoval era «Churrasco», y del juez Sergio Torres, quien cursó el pedido de extradición, desbarataron su segunda vida.
Antes nadie vio, nadie advirtió ni sospechó que el Sandoval de París era el mismo que el Sandoval de Buenos Aires. La prensa francesa se focalizó ahora en su caso sólo por oportunismo político: Sandoval fue contratado en 1999 por el IHEAL cuando este instituto estaba dirigido por el actual Ministro de Educación Jean-Michel Blanquer. Pero Mario Sandoval es mucho más que esta etapa. Su historia es el relato francés de una responsabilidad institucional y colectiva de principio a fin y de un circulo intelectual que ayudó a poner ante jóvenes estudiantes a un policía de bajo rango y criminal de grandes proporciones y le otorgó, además, cartas de representación casi diplomáticas. Mucho antes de ingresar al IHEAL, Sandoval ya había adquirido los galones de «profesor» en diversos centros de estudios que él mismo menciona en el currículo vitae que fue presentando a lo largo de los años y cuyo contenido varía según el puesto y la institución a los que postula. Esta es una de las claves para comprender su inserción en Francia. Sandoval fabricó una imagen cambiante de sí mismo. Existen media docena de hojas de vida y ninguna coincide con la precedente o la posterior.
No obstante, ello y la complicidad de los círculos de derecha ligados a la defensa nacional y la inteligencia hicieron posible que trepara hasta el centro del exquisito mundo universitario parisino. En sus primeras hojas de vida aparece un dato limpio: Sandoval menciona que entre 1972 y 1985 fue profesor en la Argentina, en la Escuela de Policía y en la Escuela Militar del Ministerio de Defensa. Su conexión evidente con la policía y las fuerzas armadas argentinas en el periodo de la dictadura no interpeló a nadie. Sandoval integró sin sobresaltos una notable lista de instituciones francesas muy respetadas. Varios testimonios de personas consultadas por Página12 cuentan que Sandoval «tenía un apetito feroz por entrar en los círculos universitarios» y «manifestaba un inmenso orgullo cada vez que lo conseguía». Y así lo hizo. En 1987 se inicia oficialmente su periplo francés y continúa exitosamente incluso después de que Página12 hubiese adelantado su identidad (2008), y de que los medios locales reprodujeran los artículos del diario. Por ejemplo, en 2013, Sandoval escribe la Tribuna Libre N°27 en la web del Centre français de recherche sur le renseignement, Cf2R, (http://cf2r. org/tribune/la-securite-economique-internationale-en-question/). La temática es «la inteligencia económica» y Sandoval es presentado por el Cf2R como «vicepresidente de la asociación francófona internacional de inteligencia económica» (AIFIE). En 2011 asistió a otro coloquio organizado en España por la fundación Tecnalia. Ya habían transcurrido entre 3 y 5 años desde las informaciones sobre su historia de represor, pero seguía como analista de ascendente mundial.
Entre 1991 y 1992 el expolicía se presenta como «capacitador» en el INEFREP (Instituto Nacional de Investigación y Formación permanente) y como «profesor en geopolítica» en el Centro de Estudios Diplomáticos y Estratégicos de París (CDES). De allí en adelante su actividad universitaria se vuelve frenética. Sandoval declara en unos de sus CV 5 puestos con el estatuto de profesor o conferencista: la Fundación para la Defensa Nacional, el Instituto de Altos Estudios y de Defensa Nacional (IHEDN), la Universidad de Tecnología y de enseñanza Consular e investigador en Geopolítica en la Universidad de Londres. En total, entre 1992 y 1997 expone no menos de 4 títulos universitarios y 12 instituciones de enseñanza superior, con una famosa: la Universidad Paris-Est-Marne-la-Vallée. Es un lugar frecuentado por la elite militar y de los servicios secretos donde le fue rechazado el cargo de «investigador» por uno de los profesores que analizó su candidatura. Allí circulan tantos «servicios de inteligencia» que los estudiantes bautizaron a uno de los diplomas como «DEA Barbouze» (DEA es el diploma y Barbouze corresponde al apodo de los espías profesionales) El currículo remitido a Marne La Vallé (1994) contenía la mención de sus cargos en la Escuela de Policía y en la Escuela Militar del Ministerio de Defensa de la Argentina. Marne La Vallé, así como la Sorbone Nouvelle, son referencias sólidas que le abrirán las puertas de una elite superior, en el corazón académico de París: la Escuela de Altos Estudios de América Latina, presidida en 1999, por el actual Ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer. El gabinete del ministro hizo saber que «no estaba al corriente del pasado de Sandoval», que no fue él quien lo trajo, sino que «validó» la presentación de Sandoval por parte del economista Argentino Carlos Quenan, responsable del diploma Europa-América Latina. Este es el episodio más nublado de esta historia. El IHEAL es un centro de estudios especializado en América Latina donde un personaje semejante pasó desapercibido en un medio latinoamericanista por excelencia. Carlos Quenan certificó a Página12 que jamás sospechó de que Sandoval «tenía ese pasado». Contó que lo conoció en los pasillos académicos y que «era un tipo simpático y entrador». Explicó a este diario que él mismo fue un prisionero político en la Argentina, que se refugió en Venezuela y en México y que, por consiguiente, en ningún caso pudo «ser cómplice de un personaje así». En esos años, asegura Quenan, «no había ningún elemento de sospecha». Una docena de testimonios recabados por Página12 de personas que frecuentaron el IHEAL insisten en decir en que, en varias ocasiones, advirtieron a la dirección sobre la « particularidad » de Sandoval. Existe un testimonio proporcionando por un profesor del IHEAL sobre la vinculación de Churrasco con los paramilitares colombianos. Es el mismo universitario que le rechazó el cargo de investigador en Marne La Vallé. Según contó, durante un viaje a Colombia se cruzó por azar con un Sandoval vestido de paramilitar y con armas en las manos. Lamentablemente, ese profesor hace más de un mes y medio que se niega a confirmar lo dicho. Esa es la razón por la cual su nombre no aparece en estas líneas. Con todo, Olivier Compagnon, director del IHEAL entre 2015 y 2019, declaró a Pagina12 que «eso es cierto porque esa persona me contó la historia personalmente». Entre 2003 y 2004 empiezan «las primeras sospechas». Por ese período ya circulan fuertes rumores entre los académicos sobre la «proximidad de Sandoval con los paramilitares colombianos», información que fue comunicada a la dirección del IHEAL cuando Jean-Michel Blanquer aún era director de la institución, como lo destaca Olivier Compagnon. Ese mismo año, octubre de 2003, Sandoval figura, junto Marie-Danielle Démélas, con quien daba clases, en una «Conferencia especial sobre Seguridad» organizada en México por la Organización de Estados Americanos. Ambos representaban a la Université de Paris III, Sorbonne – Nouvelle. En 2005, la nueva directora de IHEAL, Polymnia Zagefka, decidió no renovarle los contratos de reemplazante. Zagefka desconfió de sus capacidades universitarias y del hecho de que Churrasco organizaba coloquios con el respaldo y los fondos del IHEAL cuyo «carácter científico» no era serio. Entre tantos, uno se celebró en el Centro de Conferencias Internacionales de la Avenue Kléber, con patrocinio de l’IHEAL, pero que, según explicó la directora, «no era científico porque solo había militares». El entorno militar y de inteligencia han sido muy generoso con Sandoval, tanto como el universitario.
Georges Couffignal, el siguiente director del IHEAL, le comunicó a Sandoval en 2007 que no se apareciera más por el Instituto. Ese año, la periodista Laurence Mazure reveló en Le Monde Diplomatique que «dos universitarios argentinos actuaban como consejeros políticos de los paramilitares de Colombia (AUC)». Uno de esos universitarios era Mario Sandoval, el otro es Juan Antonio Rubbini Melato. Sandoval respondió amenazando a Couffignal con llevar el tema a la justicia y recordó su «impecable» recorrido entre 1998 y 2005. Escribe: «enseñé, organicé seminarios, coloquios, conferencias virtuales y otras actividades. En nombre de l’IHEAL y con el acuerdo de la dirección, llevé a cabo misiones en América Latina, Europa, Estados Unidos, organicé en París y en otras partes actividades con el mundo académico y otras personalidades, hice firmar acuerdos de cooperación, representé al Instituto en coloquios, etc. El ex director, Jean-Michel Blanquer podrá suministrarles informaciones sobre esas actividades». Mario Sandoval no miente. Aunque no era «profesor» titular sino conferencista y reemplazante, gozó de un cheque en blanco para llevar a cabo todas esas actividades. Tenía el camino asegurado. Georges Couffignal siempre defendió al IHEAL con el argumento de que «no estamos equipados para llevar a cabo una investigación policia».
Un policía argentino, vinculado a las torturas y la desaparición de personas, no llega sólo por simpatía personal a circular entre la elite universitaria de Francia, a dar clases ante jóvenes oriundos del mundo entero y ser parte del Instituto de Relaciones Internacionales, del Instituto de Comercio Internacional (ILERI/CILERI), o en el Centro Internacional de Capacitación Europea. En 2008 Página12 publicó la información esencial: quién era realmente Mario Sandoval. En 2010, el profesor todavía continuaba dando clases en el Centre français de recherche sur le renseignement, Cf2R, y asistiendo a conferencias con sello francés. Las afinidades ideológicas que funcionan en redes y sus contactos con los paramilitares tal vez lo acercaron, a partir de 2007, a las orillas del sarkozismo. En 2007, cuando se inició la presidencia de Nicolas Sarkozy, la diplomacia francesa giró en torno a un tema obsesivo: la liberación de la franco colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC en Colombia en 2002. Betancourt fue liberada el 2 de julio de 2008 mediante un operativo de inteligencia armado por la CIA y Colombia. Habían fallado antes todas las mediaciones de Francia. La prensa francesa dijo que Sandoval perteneció al Consejo de Defensa y Seguridad Nacional creado por Nicolas Sarkozy, lo que no es cierto, y que fue nombrado Director de la Inteligencia económica en el gabinete del Primer Ministro, lo que tampoco es verosímil. El director era Alain Juillet, ex director de la Dirección General de la Seguridad Exterior, DGSE. En cambio, el vínculo parece darse entre Alain Juillet y Sandoval. El articulo de 2007 adelanta que, a finales de 2006, el portal de la Embajada de Francia en Chile mencionaba a Sandoval como un «universitario encargado de misión en la dirección de Inteligencia económica de la ACFCI (Asamblea de las Cámaras francesas de Comercio y de la Industria)». El argentino integraba una delegación junto con el mismo Alain Juillet. Tal vez fue a través de allí que Sandoval rozó los entornos presidenciales en la historia de los rehenes. Lo que circula en París desde hace varios meses es la implicación de Mario Sandoval en un fallido y patético operativo montado en 2005 cuando Dominique de Villepin era Ministro de Relaciones exteriores y Nicolas Sarkozy Ministro de Interior del presidente Jacques Chirac. La meta era liberar a la rehén colombiana, a quien Villepin había conocido en París en los 90. En el operativo 14 de Julio 11 personas viajaron en avión desde Francia hacia la frontera entre Colombia y Brasil sin permiso para atravesar el espacio aéreo brasileño. Fueron descubiertos en el Amazonas por las autoridades locales. ¿Quien estaba dentro de ese vuelo? «Entre las 11 personas estaba Mario Sandoval», relata Olivier Compagnon.
Su identidad auténtica, al final, la reveló él mismo en 2008 cuando presentó una querella; primero contra el portal Correo dirigido por Carlos Debiasi y luego contra más de 40 diarios, revistas, radios y portales de Francia que habían reproducido el articulo de Página12. La querella fue aceptada por un Fiscal del Tribunal de la localidad de Auxerre, donde Sandoval alegó que esa persona no era él. La abogada Sophie Thonon viajó a Buenos Aires para consultar su expediente policial. Así trajo la última verdad a Francia. Una suerte de poderosa impunidad lo condujo a la extradición. Sophie Thonon relató a Pagina12 que «Sandoval habló una sola vez sobre Sarkozy, pero nunca apareció ningún elemento que probara que fuera su consejero». Para la abogada «Sandoval es un falsificador, un hombre sin apoyos reales, que deformaba los hechos y alteraba las traducciones». El policía reivindicó en los procesos los «servicios rendidos a Francia». En los años 2000 es difícil admitir que un personaje tal sulfuroso haya pasado así, como un hada inocente, por tantos vericuetos. Olivier Compagnon observa que el currículo que presentó en 1999 «es muy sospechoso, no hay nada preciso. Dice que publicó, pero no qué ni donde, qué editorial, qué publicación. No es serio». Mario Sandoval creyó que su «estatuto de profesor iba a protegerlo» (Sophie Thonon). El 9 de abril de 2014, la Corte de Apelaciones de París examinó el pedido de extradición cursado por el juez Sergio Torres. Desdeñoso, impecablemente vestido con un blazer, Sandoval dijo a la Corte: «no hay pruebas, esto es una persecución política». A su manera mutante tenía razón: lo perseguían los crímenes contra la humanidad cometidos por él en nombre de una política por cuya causa persiguió y ejecutó a inocentes.

Eduardo Febbro
Página/12

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