sábado, 11 de enero de 2020
El adelanto salarial de $3.320: insuficiente y endeble
Las patronales piden mayores compensaciones.
A tres días de la publicación del decreto que estableció un adelanto de paritarias de $3.320 para los trabajadores privados, las interpretaciones de este son motivo para diversas versiones que corren entre las patronales y que muestran no solo el carácter insuficiente del aumento frente a los desbocados aumentos en los precios, sino también la endeblez que tiene la medida.
En cuanto a la miseria que supone para los trabajadores que lo cobran, desde el propio kirchnerismo, el periodista Roberto Navarro destacó que el adelanto de paritarias que decretó el gobierno, y cuya primera cuota se cobrará recién dentro de un mes, va a ser menor que la incidencia en los precios del IVA que el gobierno acaba de reponer para los artículos de primera necesidad (El Destape, 4/1). Es decir, que, en lugar de subir, caería el poder adquisitivo de los salarios, incluido los de aquellos trabajadores que cobren el adelanto.
La trampa de la absorción
Respecto del alcance, la endeblez está en que en la medida que el decreto establece que es a cuenta de “futuras negociaciones” se entiende que puede contemplar todos los acuerdos que se firmen de aquí en más, aunque se refieran a la paritaria 2019. Ente otros, los acuerdos que contemplen cláusulas de revisión o cláusulas gatillo que todavía no se hayan ejecutado y hay muchos acuerdos salariales correspondientes a 2019 que no se han cerrado y otros que tienen cuotas pendientes de pago.
“Aún tienen negociaciones pendientes por la paritaria 2019 camioneros, comercio, construcción, prensa, sanidad y metalúrgicos, entre otros” (El Cronista, 5/1).
En todas ellas podría estar habilitado absorber el adelanto salarial del gobierno.
En distintas actividades están vigentes paritarias "con tramos de incremento pendientes de acá hasta mayo o junio de 2020", dado que las negociaciones no se rigen por el año calendario. En la industria, en general se firman en el período marzo/junio con renovación anual, pero "por año aniversario y no calendario" (ídem).
La rapiña patronal
Aunque el aumento es absolutamente insuficiente y de escaso peso para las empresas, las patronales no se rinden. Las entidades que agrupan a las pequeñas y medianas empresas a las que el gobierno libera de pagar los aportes previsionales correspondientes al monto del adelanto, reclaman “créditos especiales con tasas diferenciales de disponibilidad inmediata y sin trabas burocráticas, para poder enfrentar estos compromisos, y un sistema de asistencia Repro express (que el Estado pague una parte de los salarios) para firmas con dificultades” (Confederación Argentina de la Mediana Empresa, CAME, 4/1).
Por su parte, Daniel Funes de Rioja, titular de Copal (Cámara de Empresas Productoras de Alimentos) y vocero de los grandes empresarios, a quienes el adelanto solo les supone un incremento marginal en los costos, insistió en que “si bien comprenden el cuadro de emergencia que existe”, en materia laboral (los capitalistas) no piden una reforma sino “una nueva visión de la economía, con impacto muy grande sobre las nuevas habilidades y oficios", que incluyen a los trabajadores formales pero también a "los nuevos emprendimientos cuentapropistas, con la adecuada protección social" (ídem). Es decir, marchar a la total informalidad.
Los que quedaron afuera
Pero, además, aún no se definió la característica del aumento para los trabajadores estatales nacionales y menos aún para la gran masa de trabajadores que dependen de los estados provinciales y los municipios de todo el país.
Para los primeros, según versiones que echó a correr el dirigente de ATE, Hugo “Cahorro” Godoy, esta semana se aprobaría un aumento similar al de los privados (de $3.320 netos), pero a cobrar recién con los salarios de febrero y marzo (es decir a principios de marzo y de abril) y solo para los sueldos menores a $60.000, aunque ni siquiera aclaró si se trata del bruto o el neto.
En un nivel extremo de alineamiento, Godoy saludó calurosamente esta miseria, que el mismo “reclamara” estos últimos días y en cuanto al eventual tope, si se tratara de salarios brutos, recibirían el adelanto salarial solo los estatales que cobran apenas un poco por encima de la canasta básica.
Por su parte, los trabajadores provinciales y municipales dependen de decisiones que tomen las respectivas administraciones que, en muchos casos, vienen realizando aprietes salariales y depreciando los salarios por debajo de la inflación y/o pagando los salarios en cuotas.
También sigue sin definirse si habrá incrementos para los trabajadores rurales (1,3 millones, de los cuales solo el 25% trabaja en blanco) y el alrededor de un millón de personas –absoluta mayoría de mujeres- que trabajan como personal doméstico, de las cuales solo una tercera parte está registrada.
Y ni que hablar de que queda afuera de todo “adelanto” el 35% de los trabajadores que revista en negro y a los cuales el gobierno ni siquiera consideró.
El camino de los trabajadores
La política de creciente alineamiento del gobierno con el imperialismo y de respeto con los compromisos de pago que imponen el FMI y los buitres no deja márgenes para la demagogia. El adelanto que, por ahora, cobrarán pocos, no supondrá ningún aumento, sino que se profundizará la caída del poder adquisitivo de los salarios.
La burocracia de todos los colores no solo ha consentido este nuevo ataque a los bolsillos obreros, sino que acompaña activamente al gobierno en los golpes contra los trabajadores, para cumplir con los reclamos de los acreedores usurarios.
Las necesidades de los hogares obreros plantean la pelea por recuperar lo que se perdió durante el gobierno macrista y lo que se sigue perdiendo todos los días con la desbocada escalada de los precios.
Hay que lanzar una campaña por paritarias libres con el reclamo de un salario igual a la canasta familiar y la actualización con cláusula gatillo por inflación que según los propios pronósticos oficiales llevan al 42% para 2020.
Hay que llevar a los sindicatos y lugares de trabajo los métodos con que los mendocinos lograron su triunfo: asambleas y movilización e independencia política de los gobiernos y los partidos de los capitalistas.
Nelson Marinelli
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