Organicemos el rechazo
El lunes 15 se hizo pública la paritaria ruinosa que UPCN acordó con el gobierno. Aunque formalmente hay plazo hasta el 31, el Ministerio de Trabajo no se privó de difundir una gacetilla donde afirma que "se llegó a un acuerdo (...) con la inclusión de un adicional por presentismo y productividad (...) que serán aprobados durante la negociación" (sic). Por si alguien tenía alguna duda, quedó claro que la "negociación" es una completa farsa, y el entrelazamiento entre UPCN y la patronal es completo. Posteriormente, Ámbito Financiero confirmó que el "aumento" (en realidad, una rebaja) será del 20% en tres cuotas.
Este bochorno sería rechazado en cualquier asamblea genuina de trabajadores y trabajadoras del Estado. Pero la burocracia sindical, precisamente, monta su dominación en la desorganización de sus afiliados, la precariedad laboral y los negociados con la patronal.
La situación es muy grave y amerita una enérgica campaña de organización y rechazo contra este atropello. En primer lugar, porque la rebaja salarial que quieren establecer es significativa: la inflación superará con creces el 20%, y la mentada "cláusula gatillo" en manos de estos facinerosos es una ficción. Además, se cristaliza la pérdida salarial de 2016 (que hasta las estadísticas oficiales reconocen entre un 7 y 10%). Por otro lado, se establece una modificación gravísima y de hecho en el convenio laboral, al introducir los negreros adicionales de presentismo y productividad. El resultado no será ninguna "jerarquización" del empleo público, sino un agravamiento de las condiciones de explotación, con cientos de miles de estatales que están abajo de la canasta básica.
ATE debería ser un canal para organizar la lucha contra estos atropellos. Sin embargo, la política de las fracciones burocráticas que se lo disputan desorganiza a los trabajadores, y quitan todo filo transformador al sindicato. Llegamos a este primer desenlace sin plenarios sistemáticos, sin asambleas, sin unidad con los docentes; tanto la Verde como la Verde y Blanca convocaron durante el primer semestre algunas medidas separadas, aisladas y sin preparación. En simultáneo al anuncio de la paritaria bochorno de UPCN, se conocía que Unidad Popular, el partido de Claudio Lozano y la Verde de ATE, protagonizaba una coalición electoral en Corrientes con Cambiemos. La "desautorización" de la cúpula respecto de esa acción no borra la evidencia de que se trata de un grupo entrelazado con la política patronal. Sin independencia de clase, no hay lucha seria posible. Lo mismo vale para los K de la Verde y Blanca, concentrados en que las elecciones de octubre encuentren al FPV-PJ "unido", o sea, en hacer campaña junto a Andrés Rodríguez (el burócrata pejotista de UPCN).
Este panorama, no obstante, puede ser modificado. La situación política se caracteriza por una gran precariedad, y la movilización popular está a la orden del día -como ilustró la masiva convocatoria contra el 2x1-. Tribuna Estatal opina que debemos impulsar asambleas y reuniones para rechazar este principio de acuerdo entre UPCN y la patronal con un programa: que no decidan por nosotros, paritarios electos; abajo el 20% en cuotas; 35% y recuperar lo perdido en 2016; no a la productividad, presentismo y cualquier variante de flexibilización; pase a planta de los tercerizados en Trabajo y todo el Estado; fin de la persecución a delegados y Juntas Internas. La medida ritual de ATE convocada para el 24 debe cambiar su carácter. Es necesario un paro, movilización y plenarios de todo el gremio en forma urgente.
Alejandro Lipco
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