En el día de ayer se conoció la noticia de que se ordenó la detención de cuatro policías de la comisaría de Llavallol, de los cuales uno se encuentra prófugo, por estar implicados en el regenteo de prostíbulos y ser partícipes de una red de narcotráfico. La aparición de casos de corrupción como estos dentro de las fuerzas represivas no son nuevos. Hace unas semanas nos enterábamos de la detención del ex jefe de la policía de Ciudad, José Potocar (http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/politicas/primera-crisis-en-la-policia-de-la-ciudad ), por acceder a coimas y pocos días después, una situación similar se daba en la Bonaerense con la caída del jefe de ese organismo, Pablo Bressi (http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/politicas/la-bonaerense-se-desintegra).
Asimismo, en Lomas de Zamora los casos de policías implicados en la explotación sexual, regenteo de prostíbulos y manejo de coimas no son novedad. En 2016 denunciábamos el funcionamiento del prostíbulo Yacaré en nuestro distrito, a partir de la explotación sexual de menores, caso en el que efectivos de la policía se vieron implicados. Lo mismo sucede con el abuso de autoridad por parte de la policía y su accionar represivo: también el año pasado, se dio a conocer que una trabajadora de la Salada fue apretada por dos policías para pagar una coima y ante la negativa fue detenida y abusada sexualmente en una comisaría; otro caso fue durante esta semana, cuando agentes de la bonaerense irrumpieron en el ENAM, posterior a golpear y disparar con balas de goma a estudiantes de la institución (http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/libertades-democraticas/tambien-en-lomas-de-zamora-policias-irrumpen-en-escuela-secundaria-e-intentan-detener-a-dos-estudiantes)
La participación de la policía en las redes de narcotráfico, prostíbulos y coimas es la expresión de su total descomposición. Si hoy en día la explotación de mujeres y el negociado con las drogas, que mueve millones y millones a favor del capital, existe es porque hay todo un aparato represivo que lo avala y participa para sacar su porción de la torta. De la misma manera existen las responsabilidades políticas. Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora por el Frente para la Victoria, que jamás ha movido un dedo por desmantelar estas redes y que no ha dado declaración hasta el momento, es responsable por sostener al entramado delictivo de la policía en Lomas. Vidal, quien quiere ponerse en el lugar de abanderada contra el narcotráfico, sostuvo a Bressi contra viento y marea en la jefatura de la bonaerense hasta que la situación no dio para más. La “lucha contra las mafias” que Cambiemos dice emprender es una falsedad.
Mientras las redes de trata siguen funcionando el gobierno no mueve un dedo por encontrar a las mujeres que hace años no aparecen, mientras las mujeres trans y travestis son explotadas por proxenetas y violentadas por policías, Patricia Bullrich hace demagogia incluyendo a una efectiva policial trans (http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/politicas/la-demagogia-de-bullrich-oculta-los-travesticidios-y-explotacion-por-parte-de-la-policia) ocultando que el Estado no hace nada por la inclusión laboral, condenando a las personas de esta comunidad a un promedio de vida de cuarenta años.
El gobierno de Macri garantiza la impunidad de este aparato descompuesto porque le presta servicios para reprimir a la clase trabajadora y aplicar el ajuste.
Es indispensable que nos organicemos por el desmantelamiento de estas redes delictivas, exijamos el control de los libros de guardia y cuadrículas, la fiscalización a cargo de organismos de derechos humanos y vayamos por la elección popular de jueces y fiscales.
Camila (Lomas)
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