En una nueva indagatoria por el asesinato de los trabajadores Heinrich y Loyola que trabajaban en La Nueva Provincia, propiedad de la familia Massot, el empresario se negó a responder a las preguntas de los fiscales de la causa. Volvió a deslindar responsabilidades a su madre Diana Julio y su hermano Federico, ya fallecidos con la más completa impunidad.
El jueves 20 de noviembre volvió a declarar Vicente Massot, dueño y director del diario La Nueva Provincia. En el marco de un importante despliegue de PNA ( Prefectura Nacional Argentina ) y la Policía Federal, que haciendo honor a su rol social custodiaron al empresario genocida, Massot ingresó pasadas las 7 de la mañana a la Secretaría de DDHH del Juzgado Federal Nº 1, situada en el centro bahiense.
Pese al vallado y la custodia, más de un centenar de personas se concentraron para exigir la carcel común, perpetua y efectiva del empresario. Junto a Celia, histórica luchadora de Madres de Plaza de Mayo, se encontraban la CTA, Suteba, representantes del Sindicato Gráfico, CEHum y organizaciones de izquierda como el PTS, PO, Colectivo Pueblo en Lucha, PC, Fm de la calle entre otras.
Massot se presentó ante el juez Álvaro Coleffi, en el marco de una causa en la que está acusado de formar parte de "una asociación ilícita con el objetivo criminal de eliminar un grupo nacional". Para los fiscales Miguel Angel Pallazani y José Nebbia, el empresario formó parte "junto con los mandos militares, de una asociación ilícita con el objetivo criminal de eliminar un grupo nacional", para lo cual habría contribuido desde el multimedio actuando "de acuerdo a las normativas y directivas castrenses y en cumplimiento de tales órdenes”. Massot fue imputado como coautor del homicidio de los obreros gráficos Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola, "instigando, determinando, prestando aportes indispensables para su concreción material y encubriendo a sus autores inmediatos". También se le imputa haber efectuado "aportes esenciales", que "consistieron en el ocultamiento deliberado de la verdad" en los secuestros, torturas y homicidios de 35 personas.
Según fuentes judiciales, Massot “se limitó a repetir lo que dijo en la primera indagatoria. Se exculpó de todo lo que se le imputa y responsabilizó de todo, una vez más, a la madre y a su hermano, que ya están fallecidos”. En esta nueva indagatoria, volvió a rechazar las preguntas de los fiscales, que habían pedido la prisión preventiva y la detención inmediata. En las próximas horas, de acuerdo a lo que dijeron las fuentes, Coleffi tendrá que definir la situación procesal de Massot.
"El empresario no respondió en lo vinculado a los obreros gráficos Enrique Heinrich y Miguel Angel Loyola en lo que corresponde a las actas notariales y se exculpó de la situación afirmando que su madre Diana Julio de Massot era la que manejaba y dirigía el diario", agregaron las fuentes.
Previo a esta declaración, el fiscal Palazzini sostuvo " “Esta nueva indagatoria es especial porque en estos meses el juez pudo comprobar la carga de pruebas que hay en su contra. Ahora hay más elementos para definir su situación procesual. Su versión de los hechos dista de la realidad. Él dijo, por ejemplo, que no estuvo en el diario en 1976, cuando comprobamos que entre marzo y diciembre sí estuvo trabajando allí. No son las únicas mentiras. También dijo que estuvo en el Vicariato castrense, pero los archivos de la institución no registraron su presencia”, amplió Pallazani, quien dijo que llevará una serie de preguntas pero sabe que difícilmente Massot acepte responderlas.
Además se incorporarán a la causa las declaraciones prestadas recientemente por familiares de Heinrich y Loyola y de varios de sus compañeros de trabajo en el juicio oral por los crímenes de la Armada en Bahía Blanca, que está tramitando ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal local.Según afirmó Palazzini : “En el actual juicio de la Armada van surgiendo pruebas fundamentales. Las declaraciones de trabajadores gráficos y de la esposa y la hija de Loyola demostraron que los asesinatos estaban relacionados a los conflictos sindicales que tuvieron con la empresa. El diario tuvo un papel de complicidad, y se evidenció la interacción entre el Ejército y la Armada. Bahía Blanca fue el centro neurálgico de la represión en la región, y el Comando de Operaciones Navales fue el brazo operativo de la Armada en el país”.
La Izquierda Diario
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