miércoles, 18 de junio de 2008

NI CON EL GOBIERNO NI CON EL “CAMPO”

Una maniobra parlamentaria para repartirse el botín entre bandos patronales

La presidenta Cristina Kirchner anunció que enviará al Congreso la discusión sobre las retenciones móviles. Esto ha sido presentado como una salida “democrática” no sólo por el gobierno, sino también por la Mesa de Enlace de las patronales agrarias (y la oposición del PRO, Carrió, la UCR y los sectores disidentes del peronismo como Schiaretti, Reutemann, Busti o Rodríguez Saa), aunque condicionen el levantamiento del lock out a la suspensión de las retenciones móviles, mientras se discuta en el Congreso.
El gobierno intenta una maniobra para canalizar la crisis política abierta hace casi 100 días. Dos bandos patronales vienen dirimiendo sus intereses mediante la acción directa en perjuicio de la mayoría popular. De un lado, con lock out patronal y, del otro, con patotas, represión de la Gendarmería y alentando el bloqueo de los transportistas. Ambos provocando desabastecimiento y aumentos de los precios. Ahora, llevan esta disputa al terreno del Congreso, es decir a un “diálogo” entre las mismas fracciones y partidos de la clase capitalista, que discutirán cómo se reparten el “botín” de una renta extraordinaria que los trabajadores y el pueblo no vemos ni pasar. Lo que todos presentan como un avance democrático, es en realidad una “salida” donde las grandes mayorías nacionales, los trabajadores y el pueblo pobre, somos convidados de piedra. Cualquiera sea la resolución parlamentaria, será contra el pueblo trabajador. Ni siquiera presentan ningún proyecto que derogue la ley de Videla y Martínez de Hoz que aún hoy, después de 25 años de esta “democracia” parlamentaria, rige el trabajo en el campo. Una muestra más que este es un régimen de democracia para ricos.
Tanto el acto oficialista de Plaza de Mayo, apoyado por Moyano de la CGT y Yasky de la CTA, como las protestas en los pueblos del interior que organizan las patronales agrarias, buscarán fortalecer uno u otro bando en esas negociaciones a espaldas de la mayoría.
La CGT ha convocado al primer cese de actividades desde que asumieron los Kirchner, pero a favor de la política oficial. No es un paro en defensa de los intereses de los trabajadores, sino en apoyo a un gobierno que destina la recaudación récord al pago de la deuda externa, al subsidio a los grandes capitalistas, que mantiene los techos salariales y los aumentos de jubilaciones por debajo de la inflación, que aplica impuestos al consumo popular como el IVA y destina magros presupuestos para la salud y la educación. Un paro a favor de un gobierno que reprime a los que salen a luchar por sus derechos, como los trabajadores del Casino o de la textil Mafissa de La Plata. Mientras tanto, sectores de la CTA -y de la misma CGT como el secretario de UATRE, Venegas- apoyan los reclamos de los ruralistas a quienes no les importan que suban los alimentos con tal de mantener su abultada renta.
Para los trabajadores, una vez más, no se trata de apoyar uno u otro bando patronal, sino de pelear por nuestras demandas y preparar una salida de fondo a los problemas que esta crisis entre los de arriba develó a los ojos de millones: para terminar con el poder de las grandes multinacionales exportadoras como Cargill o Deheza: nacionalización del comercio exterior para garantizar alimentos baratos para toda la población. Para terminar con la concentración de la tierra: nacionalización de las grandes propiedades del campo. Derogación de la ley videlista del peón rural y el trabajo en negro. Frente al aumento creciente de los precios, exigir un salario equivalente a la canasta familiar indexado mensualmente según la inflación.

Partido de los Trabajadores Socialistas

17/06/08

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