lunes, 2 de junio de 2008

El imperio terrorista y la patria de los pueblos.

Por Antonio Maira
inSurGente

Mientras el brutal McCain –un militar de casta violenta; racismo de “sucios amarillos” y de charly; código de Hiroshima en los genes y en sus hazañas de Vietnam; y alma de NAPALM y agente naranja-, partidario apasionado de la guerra preventiva y de la guerra relámpago del III Reich (que en nuestro tiempo funcionan como guerras de destrucción masiva, ataques a distancia con gigantescos daños colaterales, guerras convencionales de exterminio y disponibilidad para la utilización de “armas nucleares tácticas”), promueve la ferocidad de sus conciudadanos amenazando con “llevar a Fidel y a Raúl Castro a los tribunales”, Cuba presenta pruebas irrefutables de la injerencia criminal de EEUU contra el primer país refugio de la soberanía y del socialismo en América Latina.
El escándalo sería mayúsculo e inaceptable en un sistema internacional de estados soberanos y de pueblos libres; pero son las soberanías incipientes y los estados democráticos y populares, los que sufren la constante agresión del Imperio y de sus cómplices innumerables.
La “vieja Europa” del colonialismo, del nazismo y del fascismo vuelve a aplastar a la Europa de las revoluciones, de los derechos del ser humano, del “socialismo contra la barbarie”, de las luchas de liberación de los pueblos, y de las de implantación de los derechos económicos, sociales y políticos.
La oligarquía que ejerce su poder en la estructura de hierro del capitalismo más salvaje le ha arrancado la identidad a las clases populares; y a los trabajadores y parados en proceso de exclusión económica, social y política.
McCain –otra marioneta de la oligarquía más poderosa del planeta; como Bush y como los Clinton- se ha calado hasta las cejas el casco militar y advierte al mundo sobre los límites de la paciencia, y la ilimitada impaciencia del Imperio.
El “candidato republicano” amenaza con atacar a Cuba y, por descontado, barrer al “populismo bolivariano” de América Latina.
Algo parecido ha anticipado la candidata demócrata. Hillary Clinton, ha orientando su “código Hiroshima” hacia la destrucción de Irán, y hacia la perpetuación de las ocupaciones y las guerras de Iraq y Afganistán. “Barreremos a Irán del mapa” –dijo la ferocísima guerrera que dice haber sufrido los bombardeos serbios en Bosnia en defensa de la democracia y la Libertad.
McCain es la “opción desarrollable” del fascismo militar para época de crisis.
Hillary Clinton dice estar dispuesta para asumir la tarea del genocidio nuclear, o del genocidio encubierto que aplicó el jefe de la saga familiar en las guerras de Yugoslavia y de Iraq.
En los próximos meses se definirán las opciones que representan ambos “candidatos alternativos del mismo sistema de poder”, o de la posible intrusión del outsider Barack Obama.
Sea como fuere el proceso político en los EEUU, los pueblos europeos tienen muy poco tiempo para movilizarse tras el objetivo de generar un cambio radical al sistema que los ha llevado a la crisis.
La movilización contra la crisis y contra la guerra tiene que apuntar a objetivos concretos. Huir de la abstracción evasiva, y de los “dogmatismos de pergamino” que están perpetuando la exclusión y proporcionado un escondrijo a la izquierda derrotada e impotente.
Lanzar piedras por encima de las barreras constitucionales, de organización económica y de obediencia social que nos han conducido a la pérdida de toda dignidad colectiva y nos han situado al borde del abismo que es la crisis económica.
Son esas instituciones las que han permitido la implantación del neoliberalismo como sistema de exclusión -generador de marginación, explotación, y marginación-; y de la corrupción como “eje y movimiento” sobre los que se estructura el ejercicio del poder económico, social y político.
Millones de piedras que las entierren y abran el camino a una refundación del Estado a través de un proceso constituyente que haga posible la recuperación de la democracia, de la soberanía popular, y del socialismo.
Que desvinculen a los pueblos europeos de la organización armada del Imperio –la OTAN-; de la soberanía económica de las transnacionales; y de la soberanía política del Dios Mercado y del Dios Imperio.
Cuba es el gran enemigo del Imperio y el símbolo del verdadero mundo libre.
Las razones están en estos momentos a la vista de todos. Son, entre otras muchas las siguientes:
Las sinrazones del enemigo
-El sistema democrático cubano es casi perfecto si lo comparamos con el modelo de EEUU y con otros modelos que lo siguen fielmente. El español –por ejemplo-, tal como ha sido conformado hasta llegar a la vergüenza de las últimas elecciones.
En Cuba todos los ciudadanos y los colectivos sociales participan directamente y sin mediación alguna en la presentación, designación, y elección de candidatos. Todos los designados y elegidos en las asambleas de base –pequeñas circunscripciones en las que todo el mundo se conoce- rinden cuentas periódicas y son revocables.
Cuba es la patria de los derechos humanos empezando por los derechos a la vida, a la salud y a la educación; continuando por los derechos a la vida comunitaria en todos los niveles de relación humana colectiva; y fundamentalmente por el derecho a la integración económica, social y política.
-Cuba es la patria de la libertad.
Para advertir la evidencia –nada escondida pero muy ocultada por los soldados de Falsimedia-; sólo hay que comparar los sabios y nada dogmáticos mensajes de Fidel al pueblo de Cuba con los discursos violentos e irracionales de Bush, o con absoluta transparencia del vacío total de las palabras de Zapatero.
Las razones que deben bloquearse por encima de todo, mucho más ante el libro abierto de una sociedad en crisis:
-El sistema de salud de Cuba debe ser destruido.
De ninguna manera debe sobrevivir un sistema de salud preventivo que de generalizarse al resto del mundo liquidaría los inmensos beneficios de las multinacionales de la “salud curativa” de occidente.
-El sistema de educación de Cuba tampoco debe sobrevivir. Detrás de la “libertad y el derecho a la educación de Occidente”, está también uno de los negocios privados más prodigiosos del capitalismo globalizado.
-La soberanía de Cuba tampoco puede ser un ejemplo. El Imperio reclama fidelidad y obediencia absoluta bajo las banderas de la “Libertad” y de la “Democracia” que levanta la mayor y más poderosa oligarquía del mundo, y que impone por la fuerza la maquina militar más terrorífica de todos los tiempos.
-En tiempos de crisis, Cuba –modelo para sobrevivir en las terribles condiciones del bloqueo y del período especial- tiene que ser derrotada, tal como vocifera McCain.
-En tiempos de crisis el ejemplo de la solidaridad internacional de Cuba –médicos y maestros-, plantea un contraste violento y muy visible frente a la obediencia que demanda el ejército de los EEUU. La IV Flota, los paramilitares en Colombia, y el ensayo de operaciones de asesinatos selectivos en países hostiles –como Ecuador, Bolivia y Venezuela-, son una evidencia para los pueblos de América Latina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario