Isabel L. Olivar.
Luego de los grandes esfuerzos realizados por Raúl Reyes para lograr la entrega de los secuestrados Clara Rojas, Consuelo Gonzaléz, Gloria Polanco, Jorge Eduardo Gechem, Luis Eladio Pérez y Orlando Beltrán, a través de la mediación Humanitaria con el Gobierno de Venezuela y la Cruz Roja Internacional, el vocero de las FARC-EP fue asesinado bajo las órdenes del Presidente Álvaro Uribe Vélez; al parecer los temores de la madre de Ingrid Betancourt se transformaron en una triste realidad, pues el Gobierno colombiano ordenó la multiplicación de las operaciones militares contra la guerrilla, en una suerte de paradójico desprecio al gesto desinteresado protagonizado por el miembro del Secretariado de las FARC-EP.
Uribe no pudo soportar que el gesto humanitario de las FARC-EP estuviese conmoviendo al mundo entero y contara con el respaldo de dos importantes naciones, Venezuela y Francia. Los analistas internacionales que siguen de cerca el conflicto colombiano, concuerdan en que la liberación de los 4 nuevos secuestrados fue el detonante para ordenar el asesinato de una de las figuras más influyentes del las FARC-EP, a objeto de lograr la desmoralización de sus milicias, y el abandono en consecuencia, de los planes de liberación de Ingrid Betancourt.
La respuesta de Uribe es la única que podría esperarse de un gobierno que ha decido prolongar la guerra, con la única intención de seguir recibiendo los dólares que acompañan las prerrogativas del “Plan Colombia”, el Gobierno colombiano se dio a la tarea de asesinar al autor intelectual de los resientes procesos de paz y liberación en Colombia, ahora el pueblo colombiano está a la expectativa de nuevos asesinatos selectivos, en la lista se encuentran las otras figuras que participaron en el proceso humanitario, la Senadora Piedad Córdoba o el mismo Presidente Hugo Chávez, incluso se teme por la vida de los familiares de los guerrilleros que aparecieron en las cámaras de Telesur entregando a los secuestrados.
El Gobierno mercenario de Uribe es capaz de cometer otro magnicidio, está dispuesto a asesinar una y mil veces más a hombres de la talla de Jorge Eliécer Gaitán y Camilo Torres.
Recordemos que posee el respaldo de los medios de comunicación colombianos que se encuentran en manos de la más rancia oligarquía, y de la legitimación del Gobierno de los Estados Unidos, que manifestó recientemente su intención de duplicar el apoyo militar y económico al Ejército de este país.
A pesar de está terrible realidad, no podrán borrar el nombre de Raúl Reyes de los corazones de la izquierda mundial, y de las familias que recibieron, gracias a su ayuda, sanos y salvos a sus parientes secuestrados, no podrán silenciar la lucha emancipadora del pueblo colombiano, el rostro del tirano Uribe refleja la vergüenza de más de 50 años de guerra, las familias colombianas no entienden cómo pudo el diabólico gobierno acabar con el naciente proceso de paz, estamos tristes y escribimos con el dolor de haber perdido la esperanza de liberar a Ingrid Betancourt y al resto de los secuestrados.
Uribe es un monstruo y esta acabando con nuestros sueños; parece que le indigna el hecho de que las FARC-EP estuviese mostrándole al mundo su interés por lograr la paz en Colombia.
olivartascon@yahoo.com
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