viernes, 21 de marzo de 2008
Oro Negro, una preocupación más.
Para todos es alarmante la subida del precio del barril de petróleo que hoy supera los 100 dólares y según el informe anual de la Agencia Internacional de la Energía (World Energy Outlook) los consumidores se enfrentarán en el año 2015 a precios del hidrocarburo desorbitados y a la posibilidad de que el suministro baje y no llegue a cubrir la demanda. El texto elaborado por la Agencia insta a los países a introducir políticas que promocionen una reducción del consumo antes del año 2030 ya que el precio del petróleo podría alcanzar los 159 dólares en ese año --y quizás antes-- de mantenerse los ritmos acelerados en el consumo. El mundo capitalista, en su afán de más energía, comienza a producir etanol y biodiesel, productos fabricados con granos comestibles y llamados biocombustibles, que son ya un arma letal en contra de la humanidad, su viabilidad es comparable con la práctica de un genocidio. En otras palabras, para sostener el despilfarro del mundo desarrollado será preciso profundizar en el hambre en el Sur, destinadas a producir los agroenergéticos. Todas las tierras cultivables de Europa apenas abastecerían el 30% de su consumo de hidrocarburos y para la demanda de Estados Unidos, a su vez, requeriría destinar el 121% de su superficie agrícola a la producción energética. En cambio hay una propuesta cubana que desde el 2005 se aplica, ella está encaminada al ahorro más que al despilfarro. Desde hace varios años se labora en la sustitución de millones de equipos altamente consumidores de fluido eléctrico por otros de mayor eficiencia y la instalación de miles de motores diesel y fuel oil para suministrar electricidad. Muchos pobladores de la Isla, (incluso en comunidades rurales antes de que en las ciudades), disfrutan de su módulo que incluye: hornilla eléctrica, calentador de agua, ollas arroceras y de presión, utensilios de cocina económicos, y, la mayor satisfacción para el cubano ha sido el cambio de los televisores, refrigeradores, aires acondicionados y ventiladores. La entrega a la población se realiza con precios subvencionados, con facilidades de pago y créditos. Los equipos electrodomésticos se distribuyen sin mediar canje monetario y aquellos con desventaja social se le hacen ajustes económicos en el precio de los equipos. El Dr. Rodolfo Arozarena, mostró su recibo de luz de los últimos meses que oscilaba alrededor de los 20 pesos. Anteriormente él pagaba 50, y hasta 70 en los meses de verano, (más o menos entre dos y cuatro dólares, haciendo la conversión por peso) Con satisfacción dijo que su consumo ha disminuido desde que hizo el cambio del refrigerador antiguo norteamericano por uno chino de doble temperatura. También en Cuba, durante el año 2007 se incrementó el uso de fuentes de energías renovables como la eólica, con el montaje de parques de molinos en las zonas donde los vientos son más intensos, también la fotovoltaica y las microhiroeléctricas, especialmente en zonas montañosas de la Isla para beneficio de poblados de difícil acceso. En Ciudad de La Habana quedaron sincronizados al Sistema Electroenegético Nacional 56 grupos generadores de electricidad con una potencia de 85 megawatts y sumaron más de 300 en toda la nación para asegurar la vitalidad económica y social ante cualquier adversidad climatológica. Los grandes apagones ocurridos en los años 90 por el período especial, hoy son historias. A este resultado se une el trabajo en las redes de distribución de la Unión Eléctrica para disminuir las interrupciones y reducir las pérdidas. Ya se concluyó la fabricación de 15 000 transformadores eléctricos, junto con otros accesorios, materiales y estructuras de soporte. En zonas residenciales donde concluyeron esos trabajos las fallas en el servicio decrecieron en un 80%, con la eliminación de lesivos efectos de bajo voltaje. Esa labor de rehabilitación debe concluir en el año 2009 para asegurar el funcionamiento del sistema eléctrico con pérdidas en la transmisión inferiores al 10%, índice internacional aceptable. La instrumentación de la Revolución Energética (tal como se nombró este programa) significará más estabilidad y calidad del servicio de electricidad en Cuba e importantes reducciones de los costos financieros de especial trascendencia en momentos en que el precio de hidrocarburos continúa en ascenso. Los resultados obtenidos en estos últimos años no son patrimonio privado de Cuba, sino un ejemplo para muchos pueblos de naciones en vías de desarrollo. Los cubanos no podemos sustraernos a la realidad mundial. Si, tenemos la garantía de estar inmunizados ante la crisis del mundo global. Nuestro gobierno es previsor y ante las catástrofes anunciadas toma medida. Con orgullo, nos queda decir: “Vivo feliz en mi tierra. Enviado desde Cuba por Nuria Barbosa León, periodista de Radio Progreso y Radio Habana.
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