En la madrugada del 1ro de marzo el ejército colombiano bombardeó a más de veinte personas que se encontraban durmiendo en ropa interior en un campamento ubicado un par de millas dentro del territorio ecuatoriano. Seguidamente descendieron de lo helicópteros y ejecutaron a los sobrevivientes. Un acto repugnante que viola el Derecho Internacional, la Convención de Ginebra y los Derechos Humanos, dijo Eva Björklund en el acto del 6 de Marzo.
ANNCOL
Son las víctimas del terrorismo de estado en Colombia quienes convocan a esta protesta internacional contra la violencia paramilitar en Colombia, haciéndose notar en más de 60 países en el mundo incluso en varios lugares aquí en Suecia. Pero también tenemos que protestar contra la violencia abierta y permanente del ejército.
En la madrugada del 1ro de marzo el ejército colombiano bombardeó a más de veinte personas que se encontraban durmiendo en ropa interior en un campamento ubicado un par de millas dentro del territorio ecuatoriano. Seguidamente descendieron de lo helicópteros y ejecutaron a los sobrevivientes.
Un acto repugnante que viola el Derecho Internacional, la Convención de Ginebra y los Derechos Humanos.
El estado colombiano dice que se trataba de ”terroristas”, lo cual parece que significa que todos los medios utilizados son permitidos, que el Derecho Internacional deja de ser válido a la vez que se le pone el sello de terrorista al enemigo.
Al mismo tiempo el gobierno colombiano ha mentido burdamente sobre las circunstancias detrás de los hechos y llevó a cabo una masacre militar de rebeldes que se encontraban durmiendo. La verdadera razón de este acto es más bien el terminar con la presión que estaba ejerciendo sobre el gobierno colombiano la liberación de prisioneros por parte del movimiento guerrillero FARC.
El bombardeo tenía como propósito y lo logró, el aniquilar a Raúl Reyes, quien ha sido el contacto decisivo en las negociaciones con Francia y Venezuela para la liberación de los retenidos por parte de las FARC y la demanda de un intercambio humanitario.
Así lo confirma el canciller de Francia y dice además que el gobierno colombiano lo sabía y que esta era la razón por la cual Reyes se encontraba en el Ecuador.
El asesinato de Raúl Reyes fue una forma de golpear las negociaciones para así no verse obligados a tomar en serio las demandas de intercambio humanitario y librarse de las exigencias de acuerdos de paz que el pueblo colombiano y toda América exige, con excepción de los gobiernos de Uribe y de Bush.
El gobierno colombiano dice que entre las tiendas de campaña y árboles derribados, en medio de toda la destrucción después del bombardeo, entre cadáveres y camas destrozadas, se encontraban tres computadoras completamente intactas con textos abiertos que hablaban de la cooperación entre las FARC y los gobiernos de Venezuela y Ecuador y hasta datos de uranio.
Desgraciadamente la hegemonía de los medios de comunicación es tal que nadie se cuestiona las absurdas acusaciones, como si se tratase de aprendices sin experiencia y no de uno de los movimientos armados con más experiencia en el mundo y de dos gobiernos suficientemente inteligentes.
El gobierno colombiano quien evidentemente ha violado el derecho internacional y asesinado más de veinte personas que se encontraban durmiendo, es considerado creíble en su totalidad, mientras que el gobierno de Ecuador, cuya soberanía ha sido violada, se considera que miente!
Como de costumbre el mundo esta patas arriba en los medios de comunicación suecos. Uribe quiere guerra, no paz. Estados Unidos quiere guerra, no paz. La misma política imperialista de violencia es aplicada una vez más.
Ahora no es solamente las FARC las que Uribe quiere aplastar, sino toda la ola izquierdista en Latinoamérica, primeramente en Venezuela y Ecuador, para después seguir con el resto. La idea es preparar el terreno para una intervención mucho más extensa por parte de los Estados Unidos.
Esto es algo que hay que parar. El riesgo de guerra es grande y todas las personas y gobiernos sensatos deben imponer exigencias más fuertes al gobierno colombiano para que acepte las negociaciones y respete la soberanía de sus países vecinos.
El estado colombiano es responsable de la terrible crisis humanitaria que hay en Colombia. Casi 4 millones de colombianos han sido obligados a huír en su propio país, la mayoría por paramilitares que a menudo en colaboración con el ejército, han secuestrado a mas de 15.000 personas y arrojado sus cadáveres en fosas comunes o ríos.
Entre 1982 y 2005 los paramilitares cometieron más de 3.500 masacres y se apropiaron de más de seis millones de hectáreas de tierra. Al mismo tiempo asesinaron a más de 1.700 indígenas, 2.500 sindicalistas y casi 5.000 miembros de la Unión Patriótica y sacaron a más de 10.000 afrocolombianos y campesinos de sus tierras.
La violencia paramilitar continúa y ha conseguido el control de más del 35% del congreso colombiano, el cual ahora es casa de la para-política.
Nos unimos a las protestas internacionales contra el paramilitarismo el 6 de marzo y ahora también contra la violación de la soberanía del Ecuador y el asesinato de 20 personas que se encontraban durmiendo.
Por la paz en Colombia y los Derechos Humanos en Latinoamérica!
No más fosas comunes,
No más desplazados,
No más apoyo a las tropas paramilitares y a políticos paramilitares
Paremos las agresiones de Colombia contra la soberanía de sus países vecinos.
Eva Björklund
Vänsterpartiet (Partido de Izquierda)
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