Free Batasuna
Bajo la consigna "Free Batasuna" ha comenzado en todo el mundo una campaña de solidaridad ante la detención de la cúpula de Batasuna, en el pueblo vasco de Segura. Esta formación política, expresión de los sectores independentistas revolucionarios, fue ilegalizada el año pasado por el mediático juez Baltasar Garzón.
El magistrado, que suele pasearse por Latinoamérica haciendo alarde de la defensa de los derechos humanos, fue la cabeza visible de esta operación política y judicial. Si bien la gravedad de las últimas detenciones es innegable, la persecución y posterior aplicación de la Ley Antiterrorista-mediante la cual, inicialmente, se puede estar totalmente incomunicado 5 días, con posibilidad de renovar el permiso ad infinitud - ha sido una constante durante los últimos años en Euskal Herria.
Una tras otra, las coaliciones políticas y sociales abertzales (nacionalistas revolucionarios) ha sido ilegalizadas; Herri Batasuna, Euskal Herritarrok, Jarrai, Haika, sólo por nombrar un puñado. Tanto el Partido Popular, en representación de la derecha española, como el Partido Socialista Obrero Español, socialdemócratas y a quienes poco les queda de socialistas y obreros, han recurrido de manera sistemática durante los últimos diez años a la ilegalización de organizaciones abertzales.
En febrero de 1997, y de la mano del mismísimo Garzón, el gobierno del PP procedía a la detención de todos los referentes públicos de la izquierda vasca. Estos, juicio y torturas mediante, fueron condenados a penas de hasta 15 años de prisión y liberados año y medio después, absueltos por el Tribunal Constitucional.
Durante ese proceso, y ante de la detención de su dirección política, Herri Batasuna debió conformar una nueva mesa nacional, encabezada por Arnaldo Otegui y Joseba Permach.
Casualidades de la vida o de la democracia española, hoy los dos se encuentran detenidos. Otegui pasa sus días en prisión desde el 8 de Junio pasado, cuando fue detenido por las fuerzas policiales españolas acusado de pertenencia y colaboración con banda armada, en tanto Permach fue uno de los 23 detenidos del último jueves.
Las detenciones
El jueves se realizaba en el pueblo de Segura un encuentro político entre la dirección saliente y la entrante de Batasuna. El “traspaso de mando generacional” no logró concretarse. Varias unidades de la policía española irrumpieron en el lugar deteniendo a todos los presentes. Las causas, colaboración o pertenencia a banda armada, todo un clásico.
Si bien no era una reunión pública, tampoco era un encuentro clandestino. A pesar de esto el megaoperativo fue encabezado por policías de uniforme y de civil, que encapuchados y armados cerraron los accesos de pueblo mediante retenes a la vez que allanaban el local político. Mientras tanto en Olaberria, localidad cercana a Segura, tres personas eran detenidas en el estacionamiento de un Carrefour, tiempo después se sabría que una de ellas era Joseba Permach.
A estas últimas detenciones hay que sumarle las que se sucedieron previas a este operativo, y que dan muestra de la magnitud de la ofensiva española, teniendo en cuenta que no sólo hay políticos entre los encarcelados sino también referentes o dirigentes de organizaciones sociales vascas, tal es el caso de Oihana Agirre, cara visible del movimiento pro amnistía Askatasuna, quien fuera detenida el martes pasado junto al vocero de Batasuna, Josefa Álvarez. En la movilización de protesta por los arrestos, fue detenido también otro conocido representante independentista, Juan Mari Olano.
En la tarde del sábado, miles de personas han mostrado su repudio en las calles de las principales ciudad vascas, y en algunas europeas, donde algunas manifestaciones terminaron con enfrentamientos entre los jóvenes abertzales y las fuerzas policiales. Todas las expresiones políticas vascas, incluido el Partido Nacionalista Vasco ha salido a rechazar la criminalización como solución a los problemas de autodeterminación de los pueblos.
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