La respuesta a la afirmación parlamentaria del veto no se hizo esperar. De inmediato, en acuerdo entre todos los gremios docentes y no docentes, se decretó paro general para el jueves 10 de octubre y bastaron un par de horas para que la lista de facultades y rectorados ocupados en casi todas las universidades del país alcanzara casi a 30 tomas, que ya son más de 100. Así, el conflicto universitario se potenció entrando a una nueva etapa.
Fue también una reacción al fracaso de la política de “parlamentarizar” la lucha y el reclamo que buscaron imponer las conducciones de las federaciones. Frente a eso, desde la Naranja docente, la Bordó no docente y la UJS planteamos en todos los lugares donde intervenimos la necesidad de organizarnos y mantener las acciones de lucha planteando “no al veto” y convocando al Congreso el día que se discutiera en Diputados, denunciando que nada podíamos esperar de quienes le habilitaron y/o le votaron la Ley Bases, los superpoderes y el veto al aumento a nuestros jubilados.
Post veto
Caída la posibilidad de aumento salarial vía Ley de Financiamiento Universitario, luego de un plan de lucha de 8 meses y ya casi llegando al cierre del ciclo lectivo, más que nunca, el camino es el de profundizar la lucha.
Así lo comprendimos desde nuestra agrupación, por lo que planteamos en asambleas mantener el paro esta semana y la próxima con medidas de clases públicas, cortes y todas las acciones posibles, junto a nuestros estudiantes y compañeros no docentes. Similar actitud tomó el movimiento estudiantil que desde este lunes 14 profundizó las acciones con más ocupaciones y tomas en facultades y colegios de todas las universidades del país.
Que vivan los estudiantes
A coro con el anuncio de nuevas tomas fueron creciendo las presiones para “encauzar” y “normalizar” el conflicto. Fundamentalmente desde el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) donde la mayoría de rectores, apoyándose en la FUA y en las burocracias sindicales, comenzaron a presionar de distintas maneras contra las acciones callejeras y fundamentalmente contra las tomas. En algunos casos, por ejemplo en la UBA, desde los decanatos hostigan a la docencia para que se dicten clases virtuales, en una clara medida contra las clases públicas y buscando vaciar de estudiantes las facultades.
Las fuerzas represivas también aparecieron, no sólo buscando amedrentar sino actuando directamente como pasó en la Universidad de Tucumán.
A principios de año, la preocupación desde la docencia era la falta de respuesta estudiantil. Pero a poco de comenzar nuestro plan de lucha la mecha de rebelión juvenil se encendió, como bien se vio el 23 de abril. Post arreglo de los rectores con el gobierno de un aumento parcial del presupuesto para funcionamiento, se largó el operativo contención, que hoy frente a esta nueva irrupción estudiantil se potenció incluso al punto del intento de usar medidas de lucha gremial para disolver las tomas. Por eso ahora, un punto de delimitación es si apoyamos o no las tomas. Pronunciarse a favor de ellas es crucial puesto que son el nuevo empuje para este enfrentamiento con el gobierno de Milei, acompañarlas y colaborar en sus actividades es una tarea fundamental.
Los rectores y las conducciones de las federaciones, pertenecientes todas a los bloques parlamentarios de radicales, peronistas y de centroizquierda están actuando para anularlas. Es el movimiento, que basado en asambleas que muchas veces superan a las propias conducciones de centro de estudiantes y a la FUA, escapa al control de las camarillas de dirección universitarias y a la burocracia sindical asociada a ellas.
Presupuesto y elecciones 2025
El operativo antiprofundización del conflicto tiene también otros elementos.
Para algunos parece que no bastó la derrota en el Congreso con el veto de Milei, que ahora pretenden restringir al debate parlamentario la cuestión del aumento salarial y la defensa de la universidad pública. Es otro intento para enchalecar la lucha universitaria.
El presupuesto 2025 es explosivo porque recorta un 50% lo reclamado por el CIN, sin ninguna recomposición de pérdida histórica del salario.
Lo mismo que las posiciones, en general provenientes del kirchnerismo, que se alinean con Máximo Kirchner, quien llamó a “no patalear”, centrando todo en ganar algunos diputados del peronismo en 2025. Quizás este sea el argumento más perjudicial, puesto que aparece en momentos en que desde distintos sectores estamos enfrentando la política del gobierno. Le sacan el cuerpo a la lucha. La base de este planteo es descalificar la importancia de dar batalla hoy, por el salario, por el presupuesto, contra los despidos. Por eso la CGT está en una política colaboracionista a la que se pliegan las otras centrales.
La lucha es hoy
Ya llevamos una pérdida salarial de más de 63 puntos porcentuales. Hoy se está frenando la investigación y la extensión por falta de presupuesto. Hoy se está produciendo un vaciamiento, con docentes y estudiantes que abandonan la universidad. Por eso la lucha es hoy.
Con esta comprensión, la asamblea de AGD UBA resolvió acompañar todas las tomas con actividades y clases públicas con nuestros estudiantes, toda esta semana y la próxima, sumándonos a todas las distintas iniciativas. Y convocar a una jornada de clases públicas en Plaza de Mayo el martes 22 donde coincidirá con la marcha de la Salud. Mientras desde el Frente de Gremios se resolvió paro el lunes 21 y martes 22, con mayoría de mandatos similares el plenario de Conadu Histórica resolvió también parar desde el 21 al 26 de octubre.
Queda planteado cómo continuar. Para eso impulsamos un plenario de delegados o representantes de todos los sindicatos de base para discutir cómo avanzamos hacia la huelga general universitaria para defender nuestro salario, las becas estudiantiles. En definitiva, para defender a la universidad estatal, publica gratuita y laica.
Ileana Celotto
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