En los últimos días se conoció que Fabiola Yáñez rechazó por segunda vez entregar su teléfono celular a la justicia en España para realizar los peritajes del aparato, que luego sería enviado a la justicia en Argentina. El celular de Yáñez es clave como elemento probatorio. Los chats con su ex pareja y ex presidente se “filtraron” a los medios de comunicación. Sin embargo, la Justicia los requiere para que sean incorporados en la causa.
En los estrados mediáticos se ha dicho de todo, pero el expediente en la justicia, está trabado. Yáñez aduce tener “temor” de que el peritaje de su dispositivo vaya más allá de las conversaciones y los chats con Alberto. Para tratar de saldar la situación, los abogados de la ex primera dama evalúan otras opciones. El miércoles pasado Fabiola Yáñez habría enviado una carta al Fiscal Ramiro González desde Madrid en la que le exigía garantías expresas que solo se revisaría sus conversaciones con Fernández.
Aparentemente Yáñez busca resguardar cuestiones de “seguridad”, además de preservar su intimidad. La prensa que sigue el caso sugiere un nuevo giro en la causa, respecto de la denuncia presentada por Yáñez el 6 de agosto pasado. Habría un cálculo, de común acuerdo entre las partes, que los llevaría a ensayar una especie de "control de daños".
En este mismo sentido se debe entender el escrito enviado por Yáñez el 19 de agosto pasado a la Justicia argentina, en el que elimina las especulaciones que florecían contra Alberto Fernández, en relación a la violación de la orden perimetral impuesta por el juez. Yáñez confirmó en aquel escrito que, luego de su denuncia, el ex mandatario había desistido de llamarla y escribirle mensajes.
El escrito en cuestión frenó los requerimientos de la Justicia para peritar el teléfono del expresidente, secuestrado durante el allanamiento que había ordenado el fiscal Carlos Rívolo, quien además instruye la causa de los seguros de la cual se desprendió esta otra. “Fuentes allegadas a la ex primera dama señalan que entre la información entregada por Yáñez a la Justicia y la que se registra en los mensajes de WhatsApp entre las partes existen inconsistencias” (La Nación).
Yáñez sostuvo ante la Justicia que perdió el teléfono que utilizó durante el tiempo en que su pareja estuvo al frente del Ejecutivo, en una mudanza en Madrid, donde reside. Por su parte, Fernández dijo en una entrevista con El País de España que los chats con Fabiola habían “desaparecido”.
La madre de la denunciante, Miriam Verdugo Yáñez, indicó en su declaración testimonial haber hablado en más de una oportunidad con Fernández. No obstante, cuando el fiscal González le preguntó si podía aportar esas conversaciones al expediente, dijo que no podía hacerlo porque su teléfono “se había caído en un balde de agua”.
En los últimos días se conocieron nuevos chats entre Yáñez y Fernández, en este caso se corresponderían a conversaciones recientes, sin embargo, este material sigue sin ser aportado a la justicia por negativa de la propia Yáñez. Los elementos probatorios de las acusaciones contra Fernández se desvanecen.
Es muy importante para el movimiento de mujeres que siguió de cerca el inicio de esta causa, considerar que estamos en presencia de un entramado de intereses políticos, de camarillas y servicios, que han dejado a la cuestión de la mujer y la violencia ejercida contra Yáñez, completamente subordinadas a otros intereses.
Violeta Gil
17/10/2024
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