A pesar de que la mayoría de los cortes se realizaron en la provincia de Buenos Aires, donde se considera que tiene menor injerencia el "protocolo" represivo de Bullrich-Milei, un piquete frente al depósito de Mercado Libre, en La Matanza, fue desalojado por Gendarmería.
La propaganda oficial atacó el paro. A través de la app Mi Argentina distribuyó un mensaje donde acusa a Moyano y a Pablo Biró -de aeronáuticos- de convocar a una medida de fuerza “para cuidar sus privilegios”. El mismo mensaje fue reproducido en los paneles digitales de las terminales ferroviarias. Milei también se sumó a la horda de trolls que atacaron el paro en las redes sociales.
La UTA, por su parte, sostuvo que este era un “paro político” y convocó a su propia medida para el día siguiente por su reclamo “salarial”. En este caso, el Estado nacional aporta subsidios por el 70 % de los gastos que demanda el funcionamiento de los colectivos. “Si UTA llamó a un paro diferenciado es porque tiene voluntad de acordar”, recoge La Nación (30/10) de una fuente del gobierno. En rigor, todo el sector del transporte depende, en mayor o menor medida, del flujo de fondos públicos.
Formalmente, la huelga del transporte fue convocada “en reclamo al ajuste impulsado por el gobierno de Milei, el aumento de los boletos tras la quita de subsidios, el intento de privatización de Aerolíneas Argentinas, el ataque a los jubilados y en rechazo al aumento de la pobreza”. En todo caso, se ha puesto de manifiesto la división de la CGT, incluso del mismo clan Moyano. Pablo Moyano y otros gremios -entre los cuales también revisten La Bancaria, la UOM y SMATA- apoyan la candidatura de Cristina Fernández para la presidencia del PJ.
La burocracia “combativa” percibe que el caldero social ha comenzado a tomar temperatura, como se manifiesta en las tomas estudiantiles y numerosas luchas parciales.
Jacyn
30/10/2024
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