El Gobierno de la Ciudad primero dispuso “la entrega del refrigerio o vianda”, a través de las Escuelas (res. 2020/1482 CABA) pero luego, por medio de una carta de la Dirección General de Servicios a las Escuelas, redujo el servicio a refrigerios.
Soy maestra y delegada de una escuela de la Villa 1-11-14 en el Bajo Flores y quiero decir que lo que el gobierno de Larreta y la ministra Acuña les ofrecen a nuestros pibes es ¡un sánguche! Dos panes con una feta de fiambre y otra de queso. Lejos está de cumplir los requisitos nutricionales para enfrentar la pandemia, en un contexto de cuarentena que reduce sensiblemente los ingresos de las familias de nuestra escuela y de las familias trabajadoras del barrio
De acuerdo a la normativa de la ciudad (Ley 3704) y la emergencia sanitaria, el servicio alimentario debería proveer una alimentación que eleve la calidad de vida. La zona sur de CABA (el distrito más rico del país) comprende no sólo la pandemia de coronavirus si no cientos de casos de dengue, sarampión y tuberculosis. Las familias viven en un contexto de alta precariedad habitacional, nutricional y falta de acceso a la salud El plato de comida que nuestros pibes comen en la escuela, en muchos casos es el único alimento diario. Al mismo tiempo el GCBA debería proveer a las familias de elementos de higiene y limpieza, repelente y alcohol en gel con instructivos para su uso y garantizando su correcta distribución. Estas medidas deberían abarcar a todos los niños y jóvenes en edad escolar desde los 0 hasta los 18 años.
Pero lejos estamos de esto tanto a nivel jurisdiccional como nacional. La cuarentena necesaria para la defensa de la vida se hace imposible en los barrios populares, si no se brindan los medios materiales y económicos para las familias que viven de trabajos precarios, que changuean o que directamente están en situación de calle. La mayoría de las familias de mí escuela son inquilinas y tienen hijos y adultos mayores a su cargo. Muchos están por fuera de la cobertura de planes sociales y los que los reciben deben complementar ese ingreso con trabajos que hoy no pueden realizar. Janett, mamá de tres egresados míos me escribió y dice: "Es muy tensa esta situación profe nosotros trabajamos del día a día. Con esto más nos endeudados. Tenemos deudas de mercadería y ahora con todo lo que pasa más estamos en el horno. Y preocupa que lo que ganamos por cooperativa es para pagar los alquileres de cada casa. Y por eso en su mayoría trabajamos en las ferias para nuestros alimentos. Nico está con Yadi en lugano. No podemos verlos"
El estado debe garantizar una asignación igual a la canasta básica familiar y a condiciones sanitarias integrales mientras dure la situación de emergencia. No es una alternativa morir de hambre para no morir de un virus. Los reclamos de gobernadores, de ambos lados de la ‘grieta’ para que se declare el estado de sitio, sería hablitar a las fuerzas de seguridad que organizan el delito, las redes de trata y narcotráfico en la Villa, a ejercer una represión social y política, sin el respeto por los derechos y garantías de la Constitución
La lucha por la salud y la vida va a ser ganada por los trabajadores, la docencia y distintas organizaciones barriales que nos estamos organizando para que nuestras vidas valgan más que los beneficios del capital.
Ana Belinco
23/03/2020
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