martes, 31 de marzo de 2020

Aunque millones no tienen para comer, el Gobierno les pagará a los grandes especuladores



El Gobierno desembolsará U$S 250 millones en intereses de deuda, representa nueve veces más que el fondo especial de $ 1.700 millones para reforzar el sistema de salud. En vez de destinar esa suma a fortalecer el presupuesto se prioriza pagar a los especuladores.
En plena pandemia y crisis social, el Gobierno sigue destinando recursos a pagar la deuda. Este martes el ministro de economía, Martín Guzmán, piensa desembolsar U$S 250 millones (equivalente a $ 16.375 millones) al pago de intereses del bono Par.
Aunque la negociación de la deuda ha perdido relevancia mediática frente al avance del coronavirus que ha transformado la realidad nacional y mundial, esta sigue más vigente que nunca. El gobierno mantiene una firme voluntad de pago, destinando millones a “honrar los compromisos” con los bonistas mientras miles de familias pierden su empleo, o ven disminuir sus ingresos por trabajar menos horas debido a la cuarentena obligatoria.
La crisis afectará a los sectores más vulnerables, pero la negociación de la deuda continúa. En este marco, el martes se pagarán los cupones de renta de los bonos Par -emitidos en la reestructuración de la deuda que cayeron en cesación de pagos en 2002– tanto bajo jurisdicción nacional como extranjera; y nominados en dólares, pesos, euros, y yenes.
Alberto Fernández en una entrevista que le dio a la Televisión Pública afirmó "los acreedores privados deben dejar de cobrar intereses a los países en deuda porque no es posible pagarlos hoy en día". Sin embargo, no cumple con sus afirmaciones, millones se destinarán al bolsillo de los especuladores.

¿A cuánto equivalen los U$S 250 millones?

Ese monto se podría destinar a aumentar el presupuesto de Salud en medio de la crisis. Los U$S 250 millones o $16.375 millones representa 9 veces más que el fondo especial de $ 1.700 millones destinado por el Gobierno para reforzar el sistema de salud, en el medio de una pandemia de magnitud sin precedentes.
También se podrían construir un hospital de 900 camas y un hospital de 200 camas, o costear 4 millones de test masivos.
Además, los U$S 250 millones equivale a casi a la mitad del gasto destinado al "Ingreso Familiar de Emergencia", que otorga $ 10.000 a 3.5 millones de hogares vulnerables. Un monto completamente insuficiente, que condena a amplios sectores al hambre y la miseria.
Mientras los recursos siguen yendo a una deuda odiosa, aún hay faltantes de alcohol, alcohol en gel no hay testeos masivos. Mucho menos camas y respiradores suficientes para disminuir el número de muertes evitables ante el pico del virus.

Comienza la cuenta regresiva para Guzmán

Coronavirus de por medio, los “mercados” dan por descontado que no se cumplirá con la fecha fijada por Martín Guzmán para acordar con los acreedores, el 31 de marzo. Esta semana continuarán las reuniones virtuales con los acreedores, y se espera que la oferta para el canje de los U$S 68.842 millones con los privados, se dé a conocer en estos días.
A pesar del hermetismo oficial, se espera que Guzmán presente una oferta “agresiva” que incluiría la extensión de plazos de vencimiento con 3 o 4 años de gracia -es decir sin pagar un solo dólar durante ese lapso- y con quita en intereses cercana al 40%/50%. Hasta el momento gran parte de la deuda a reestructurar está en manos de fondos de inversión, que teniendo en cuenta el valor de los bonos argentinos alrededor del 30% (de valor de papel o paridad), podrían acceder a la propuesta por considerarla atractiva.
Pero si los bonos argentinos siguen cayendo, debido al contexto internacional (hundimientos de las principales bolsas, de los precios del crudo y perspectivas económicas que empeoran día a día), quedaría la puerta abierta para la entrada de los buitres. Es decir, los fondos de inversión podrían desprenderse de los bonos, que pasarían a manos de los fondos buitres que tienen otra estrategia: no negociar y esperar a cobrar todo sin quita alguna, cuando pase el temblor.
Para ir cerrando, en el mundo las potencias imperialistas han avanzado en rescates históricos poniendo plata en empresas para disminuir los despidos, y algunos en subsidios sociales como respuesta a la crisis abierta. En el estado Español han prohibido despidos, en otros países se nacionalizan líneas aéreas, se reconvierten líneas de producción. Claro que buscan “salvar” este sistema de producción de un colapso mayor, y es claro que han sido responsables de esta situación de abandono de la salud pública y creciente desigualdad social.
En Argentina seguimos pagando una deuda odiosa, con recursos que deberían ir destinado a las necesidades sociales para enfrentar esta pandemia. No se puede destinar un peso más, tiene que haber un repudio soberano de la deuda externa. Llevar adelante un plan de emergencia ante la crisis, establecer la prohibición de despidos y suspensiones con rebaja salarial, la centralización de todo el sistema de salud, entre otras. Esta crisis no se tiene que descargar sobre los trabajadores y los sectores populares.

La Izquierda Diario

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