viernes, 6 de marzo de 2020

Florencia Fossatti: la maestra peligrosa



De cara al próximo 8M presentamos la historia de Florencia Fossatti, docente mendocina que estuvo a la cabeza de la histórica huelga de 1919. Dedicó gran parte de su carrera al desarrollo de nuevas pedagogías, y cuestionó el rol tradicional de las mujeres en la docencia.

Florencia nació en Mendoza, cursó los estudios primarios y secundarios en la provincia para recibirse como profesora de pedagogía en la Universidad de La Plata. En 1912 regresa a Mendoza para desempeñar la conducción de diversos cargos.
Durante 1919, la situación de las docentes mendocinas se encontraba en paupérrimas condiciones, con salarios de miseria y retraso de meses en los pagos (¿te suena?). Es por esto que no tardará en estallar en las calles el reclamo del magisterio por mejores condiciones de trabajo. A partir de estos procesos huelguístico será que Florencia junto a Angélica Mendoza y otros docentes de la provincia se ponen al frente de la creación del primer organismo gremial docente en Mendoza, la Asociación de Maestros Unidos; este será el primer sindicato que agrupó a los trabajadores de la educación en ingresar a una central obrera.
Es al calor de estas luchas, que el movimiento docente mendocino comienza a tomar métodos propios de la clase obrera para llevar adelante sus reclamos, y creando métodos propios como las clases públicas, conquistando así la solidaridad de la sociedad, además de la articulación obrero-estudiantil.

El desarrollo de nuevas prácticas en el aula al calor de la lucha en las calles

En la década del 20 varios países estarán influenciados por la renovación pedagógica de la escuela nueva, movimiento que se opone a la escuela tradicional renovando la práctica educativa. Ya no solo es importante aprender sino también el aprender haciendo, y por otro lado, posicionando a los y las estudiantes en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Los postulados pedagógicos de Florencia se desarrollaran bajo la influencia de los lineamientos de la escuela nueva, sin embargo el proceso de lucha del 19 la llevará a teorizar sobre este movimiento a partir de la ruptura con la visión pragmática y reformista-liberal respecto a la educación de los y las hijas de los trabajadores, planteando su rechazo a la idea de una educación puramente intuitiva y practicista, sin vuelo intelectual. En este sentido el cuestionamiento es hacia la escuela que forma a las infancias y juventudes bajo la lógica de la de fábrica - marcando los tiempos productivos e improductivos, jerarquías, cadenas de mando, etc- y disciplina al futuro trabajador, al futuro explotado
Durante sus años frente al aula, Fossatti llevará adelante los postulados de la escuela nueva y generará nuevas experiencias. Será pionera en la lucha por la laicidad de la educación, en la importancia de aplicar educación sexual en las aulas, en plantear la participación activa de los estudiantes en su proceso de enseñanza-aprendizaje y en el autogobierno de las niñeces y juventudes.
Estas experiencias se desarrollan en el marco de la primera dictadura de la Argentina y un recrudecimiento del conservadurismo. Florencia se vuelve una ‘maestra peligrosa’ convirtiéndose en blanco del gobierno, sufriendo persecución ideológica que derivará en la cesantía de sus cargos sin goce de jubilación en 1936.

La docente rebelde

La huelga de 1919 fue una experiencia que marcó profundamente a Florencia e influyó directamente su producción ideológica y práctica educativa. Las maestras que encabezaron la huelga cuestionaron el rol tradicional de las mujeres en la división sexual del trabajo, se reivindicaron como trabajadoras y rompieron con la idea de la docencia como una vocación de las mujeres, como una extensión de la maternidad, impuesta como un deber natural.
La importancia de estos cuestionamientos radica en exponer cómo los gobiernos tomaban esta idea del supuesto rol natural de las mujeres para desvalorizar su trabajo, mantener sueldos bajos, perseguir moralmente a las maestras que se sumaban a las huelgas - si una madre no hace huelga una maestra tampoco-.
Nos parece fundamental retomar estas discusiones cuando casi 100 años después la docencia sigue siendo una trabajo degradado, con sueldos por debajo de la canasta básica familiar, atacado por los gobiernos de diferente signos políticos, ¿te acordás el famoso “trabajan cuatro horas y tienen tres meses de vacaciones?, el ítem aula, las docentes que no cobraron su aumento por el pago a bonistas, o el reciente desplante por parte del gobierno de Rodolfo Suárez cuando se iba a tratar la licencia por violencia de género.
¿Por qué traemos estas historia de lucha al presente? Para explicarlo citaremos a Rodolfo Walsh: “Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.
La historia aparece así como propiedad privada, cuyos dueños, son los dueños de todas las cosas. Esta vez es posible que se quiebre el círculo”.
En la previa al 8 de Marzo, queremos plantear el desafío de salir a las calles una vez más con la fuerza y la historia de las luchadoras que nos antecedieron.

Belén Sotomayor
Martina Rivero
Jueves 5 de marzo | 15:09

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