martes, 10 de marzo de 2020
Claves para entender la caída del petróleo que arrastra a los mercados financieros
El precio del barril de crudo cayó 30 % en una jornada, el mayor desplome desde 1991 en la Guerra del Golfo. Este desplome se convirtió en el nuevo disparador de la caída de las bolsas, que comenzó la semana pasada ante la comprobación de que el impacto económico del coronavirus podría empujar a una reducción a la mitad del crecimiento mundial, y eso si de da un un escenario “optimista” de que se contiene la expansión del mismo a mediados de año. Sino la caída podría ser mucho mayor.
¿A qué se debe la caída del precio del barril de crudo? Acá, las principales claves.
Freno de la demanda de China
La economía de China cayó 12 % o más en febrero, en comparación con el mismo mes de 2019. En el mejor de los casos, considerando que el gobierno chino puso fin a las restricciones establecidas en enero para cortar el contagio y además está tomando medidas de estímulo, el primer trimestre del año terminara con una caída que le resta un punto o más al crecimiento de este año. Están quienes anuncian que el PBI de China podría crecer nada más que 2,5 % este año. Es menos de la mitad que en 2019, y un cuarto de lo que crecía hasta hace algunos años. Para los países petroleros, este frenazo amenaza con saturar rápidamente los mercados.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó hoy una previsión a la baja de la demanda mundial de petróleo para 2020. Este año proyecta una demanda de 99,9 millones de barriles por día (bpd) en 2020, es decir, una contracción de 90.000 bpd, la primera vez que baja la demanda desde 2009. Su anterior previsión era de un crecimiento de 825.000 bpd, lo que da una idea de la magnitud del deterioro.
La “guerra” entre Rusia y Arabia Saudita
Ante este escenario de menor demanda, la semana pasada la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que nuclea a varios de los principales exportadores y es liderada por Arabia Saudita, fracasó en alcanzar un acuerdo con otros países que no son miembros del cartel, encabezados por Rusia, para reducir la producción. Reducir la producción habría contribuido a reducir la presión sobre los precios, evitando la saturación del mercado mundial. Rusia se negó a una nueva reducción colectiva de los 23 países que conforman la OPEP más asociados (la llamada OPEP+) de 1,5 millones de barriles al día, como proponían los sauditas. De acuerdo con medios rusos, la delegación de ese país no estaba convencida en un recorte adicional de la producción y deseaba prolongar el acuerdo vigente desde inicios de 2017, por el que los miembros de la OPEP+ ya se habían comprometido a la retirada del mercado de 1,2 millones de barriles diarios.
Como consecuencia, y tras el fracaso de las negociaciones, Arabia Saudita decidió el domingo el mayor recorte de sus precios del barril en 20 años.
Nafta al fuego para el escenario financiero global
Las caídas bursátiles iniciadas la semana pasada, se profundizaron este lunes acicateadas por la caída del precio del petróleo. Los mercados financieros están atravesando jornadas que no se vivían desde 2008, en el pico de la crisis financiera que marcó el inicio de la Gran Recesión.
La semana pasada la Reserva Federal (Fed) norteamericana, el banco central de ese país, anunció una baja de emergencia de 0,5 puntos porcentuales de la baja de la tasa de interés. Lejos de aplacar a los mercados, la medida fue tomada como una señal de que la entidad que preside Jerome Powell estaba también entrando en pánico.
Como analizábamos hace una semana, en un mundo asediado por la deuda, y en que todos los “fundamentals” hace tiempo vienen dando señales de que estamos a las puertas de una recesión en las principales economías del mundo, los “cisnes negros” como el coronavirus pueden convertirse en disparadores de shocks que aceleren el deterioro económico.
Hoy el FMI llamaba a la coordinación entre los países para responder al pánico financiero. En tiempos de “guerras comerciales”, y de tensiones con los socios históricos del imperialismo norteamericano, y con Donald Trump y su retórica de “America primero”, pensar que el Tesoro de EE. UU. se ponga a la cabeza de una respuesta coordinada para un shock mundial como ocurrió en 2008 con la crisis que tenía a ese país como epicentro, se vuelve mucho menos probable.
Esteban Mercatante
@EMercatante
Lunes 9 de marzo | 13:20
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