Entrevista a Claudio Katz de Economistas de Izquierda (EDI)
M.H.: Vamos a intentar dar un poco de claridad a lo ocurrido en las pasadas elecciones, de cuál es la perspectiva. Tengo la idea de que estamos metidos en un profundo abismo, pero no soy economista, me preocupa particularmente el tema de la deuda externa ¿cómo ves todo esto?
C.K.: Empecemos por las elecciones, yo creo que en estos días predomina una lectura invertida de lo ocurrido, porque se dice que el macrismo se recuperó, que en realidad lograron un avance importante, que finalmente equilibraron el espectro político y con esta imagen se pierde de vista que perdieron las elecciones y que se van. Así de sencillo. Que la idea de dar vuelta el comicio fracasó. Y más bien se confirmó lo que ya todos preveíamos, el triunfo popular que implica el fin de esta pesadilla de Macri en el gobierno. Por lo tanto, es importante remarcar esto porque incluso dentro del propio progresismo existe esta sensación de sabor a poco, que no se ganó por tanto como se esperaba.
Hay que tener cuidado con este análisis, porque en realidad quizás las PASO fueron una sorpresa, que operaron como una primera vuelta donde la diferencia fue muy grande y esto fue como un balotaje y en esta definición Macri perdió por 8 o 9 puntos. Reafirmando lo que ya se veía venir.
El macrismo nunca perdió la base del 30% de electores que tenía, manejan el Estado, dominan los medios, han instalado una conciencia neoliberal en una porción de la población. Por lo tanto, el resultado final no es tan sorpresivo, lo importante es que dentro de la polarización se diluyó el espacio del medio y se reafirmó la derrota del macrismo.
El otro problema no es tan electoral, es más bien social, porque la derecha no va a recibir una derrota significativa en otro terreno que no sea la calle, en el plano electoral la derecha puede sufrir una pérdida, por 8 o 15 puntos pero tiene una gran capacidad de recuperación si no se le propina una derrota en la arena social que es el universo de la movilización y la calle, eso fue lo que pasó en 2001 y por el golpe que recibieron en 2001 necesitaron tanto tiempo para reconstituirse.
En el terreno de la calle la derecha no ha sido derrotada, no ha ocurrido aquí lo que vimos en otras partes, en Chile y Ecuador hay un levantamiento popular y están obligados a retroceder en serio. La novedad de los últimos meses ha sido una crisis económica de un alcance mayúsculo del tipo de las que suelen afectar a la Argentina como en 1989 o 2001 que destruyen el ingreso popular y en ese sentido la movilización no ha estado acorde a la agresión sufrida. Más bien las PASO y todo el mecanismo electoral sirvió para canalizar el descontento a través del voto y por esa razón existe esa sensación de victoria limitada.
En el terreno electoral perdieron pero en el terreno general las cosas no son tan significativas porque el nivel de movilización popular es muy limitado. Por eso no existe esa sensación de triunfo contundente que, por ejemplo, se observaba en la época de Alfonsín contra los militares o en la época de Perón contra los gorilas. Hay una gran esperanza y una gran expectativa en el nuevo gobierno pero como el resultado de las urnas no es acompañado por la calle ahí se abre un interrogante importante de lo que va a venir.
Yo creo que es importante subrayar lo obvio, sin movilización popular no se va a lograr una recomposición del ingreso popular ni de todo lo perdido, o ¿cómo piensa alguien que se va a hacer la pulseada contra el FMI sin movilización o cómo se va a impedir la remarcación de los precios sin movilización popular? Esta es la clave y la actualidad del terreno latinoamericano lo comprueba.
M.H.: En días pasados mencionaba la nota de Angel Cappa que te citaba a vos y a Claudio Lozano, contrastando los dichos de Alberto Fernández respecto al tema de la deuda y las otras salidas posibles. Esto es importante porque me parece que se tiende a encontrarle una salida rápida a este tema y es importante escuchar a aquellas voces que no coinciden con la de Alberto Fernández. Una de esas voces es la tuya, yo había leído tu artículo previamente pero se ve que también lo había hecho Ángel Cappa porque te cita en el suyo.
Estamos frente a una estafa mayúscula
C.K.: El problema es que se naturaliza el tema de la deuda y se supone que todo pasa por la renegociación. Eso crea un clima que omite que estamos frente a una estafa mayúscula, donde todo el país asume un compromiso por un fraude realizado por un puñado de capitalistas que formó capital y deja al país una herencia de una deuda descomunal que no se tradujo en caminos, inversiones, puentes o algo, es una deuda de un puñado de millonarios, no de la sociedad ni del pueblo argentino. Por eso yo creo que el punto de partida para hablar de este tema es la auditoría de la deuda. Antes de discutir qué hacer con la deuda hay que investigarla, porque si no estamos consagrando la impunidad de un nuevo fraude a la población argentina.
Si realmente se quiere hacer un “nunca más” con el neoliberalismo, con lo que ha significado Macri, el punto de arranque es investigar todo lo ocurrido, tenemos que saber cómo Caputo favoreció con la emisión de bonos a sus amigos, qué pasó con ese bono de los cien años que él concertó.
M.H.: ¿Vos sabes a dónde está Caputo?
C.K.: No tengo idea. Pero es un hombre que no tiene ninguna causa así que puede entrar y salir sin ningún problema, justamente porque no hay ninguna investigación de lo que hizo. El propio acuerdo con el FMI no pasó por el Congreso, no tiene solamente una legitimidad discutible, sino una legalidad discutible. Hay experiencias importantes de auditoria, está el caso de Ecuador, de Grecia, tenemos los instrumentos para hacerlo porque ahora no es como en el pasado que tenemos que ir a los cajones buscando papeles, está todo registrado especialmente a través del blanqueo impositivo, a través de las transferencias de fondos, está el material y hay que investigarlo.
Antes de hablar del tema, tenemos que definir en qué consiste esa deuda. Y después la gravedad del tema, que está dada por la perspectiva de una extensión del default que ya existe a otros títulos. El fantasma que Macri le atribuía a la oposición lo comenzó él mismo. Macri batió todos los records, de los 8 default que tiene la historia Argentina es el único que dejó de pagar una deuda emitida en su propio mandato. Una deuda en títulos nacionales, no una deuda en moneda extranjera, eso es lo que llaman “reperfilamiento” es el no pago de una parte de los títulos de corto plazo porque el gobierno no tiene la plata para asumirlos y es muy probable que esto se extienda a otros bonos argentinos, a otros títulos externos y por eso todos los acreedores ya se están posicionando para apretarle el cuello a la Argentina. Lo dijo el hombre de Trump en el FMI: “Espero que Argentina cumpla con sus compromisos”.
EE UU va a presionar al gobierno argentino con el caso de Venezuela, va a insistir con que el gobierno argentino se ponga firme en contra de Venezuela sino no lo van a ayudar a renegociar la deuda y ya comenzó una puja muy grande entre los acreedores.
El FMI quiere que los fondos de inversión sean penados con una quita del 40% así se asegura que el gobierno próximo les pague a ellos. Esto es muy serio, es la primera vez que hay una amenaza de default al propio FMI, puede haber una cesación de pagos con los compromisos que tiene el FMI si la Argentina no reúne las divisas necesarias para afrontar esos pagos. Lo importante es que con la salida uruguaya, la renegociación con quita o sin quita, es sinónimo de ajuste que recaería sobre la población.
Yo creo en lo que venimos señalando muchos, es necesario poner un límite a esto y discutir cuál es la prioridad, si son los salarios y las jubilaciones o el dinero de los banqueros. Esto tiene que estar en el primer plano de la agenda. Hoy leí que un economista de Columbia opinó que la Argentina necesita 3 años de cesación completa de pagos de la deuda para iniciar algún proyecto de recuperación, no olvidemos que en 2002/3 hubo recuperación económica porque hubo 5 años de desahogo de los pagos de la deuda. Este es un tema clave porque sin ese respiro en materia de pagos externos el sendero a recorrer para lograr una recuperación de los terribles niveles de degradación social de la Argentina es muy estrecho.
Se puede producir un nivel de caída aún peor de los ingresos populares
M.H.: Sobre todo cuando nos enteramos que la gobernadora Vidal incrementa las tarifas de energía en un 25% a partir del 1º de enero, que hubo aumentos en las naftas, en los celulares, en la medicina privada, en los alimentos.
C.K.: Sí, es el trabajo sucio. Yo creo que el gran peligro son estos días hasta que asuma el próximo gobierno, porque con devaluaciones, tarifazos y castigos a los ingresos populares la pobreza va a andar por el 40% y ya hay entre 5 y 8 millones de personas que no acceden a los consumos de alimentación requeridos. Y hay un peligro de una caída adicional en estos niveles, porque quieren poner el tarifazo ahora, y de ese ajuste nadie se hace responsable, ni el que se va ni el nuevo que dice que el anterior sigue gobernando y no tiene responsabilidad. Se pasan la pelota, mientras tanto se puede producir un nivel de caída aún peor de los ingresos populares, porque podemos tener una inflación más galopante que la que ya tenemos.
M.H.: Los índices para el próximo mes ya hablan de un incremento en la inflación. Hubo 30% de aumento en la harina, por ejemplo.
C.K.: Claro, porque los precios de los alimentos siguen dolarizados como los precios de los combustibles, porque es el precio de la exportación el que fija el precio local, no se aumentan las retenciones, se anularon todos los sistemas de precios cuidados, o sinceros, es una jungla.
Estamos viviendo una remarcación alocada de precios con el pretexto de los grandes grupos económicos de que después se viene el pacto social. Como ellos avizoran que puede haber un pacto social que implique un límite a los aumentos de precios hacen el colchón ahora. Después va a llegar la negociación y “lo perdido está perdido”. Esto ya lo vimos muchas veces, por lo tanto es el momento de reaccionar, y esa reacción es la lucha popular, no hay otro camino para frenar esto, además hay un escenario económico crítico en otros planos.
Estamos en estos días en un veranito, en una tregua, ya lo hemos visto varias veces en este tiempo, hay una mega devaluación, un aumento de la inflación y luego una pequeña tregua, pero las tensiones subyacentes en el plano cambiario, en el plano de la inflación y el bancario son enormes, el gobierno de Macri antes de irse dilapidó 23.000 millones de dólares para sostener la campaña electoral y después "ahora súper cepo”.
Primero liquida las reservas, porque si pone el cepo antes, su público, su electorado cautivo, no lo iba a acompañar. Entonces hicieron campaña liquidando las reservas y ahora el súper cepo que ya sabemos que tiende a generar una presión sobre el dólar blue y a reavivar los otros tipos de cambio.
Es un escenario sumamente crítico y la lección tiene que ser “aprendamos de nuestros vecinos”. Tenemos que aprender de Ecuador, de Chile, donde los pueblos se pusieron de pie y cambiaron el escenario de su país y el escenario latinoamericano. Yo creo que el 2019 va a terminar con un viraje total en el contexto político regional, por tres victorias, victorias populares en las calles, en Chile que es el emblema actual, hicieron retroceder a Piñera, en Ecuador los movimientos populares hicieron recular a Lenin Moreno que primero se escapó a Guayaquil y después anuló el aumento de combustibles, en Puerto Rico se produjo la primer caída de un gobernador por una demanda democrática popular; hay otras dos luchas sumamente heroicas en curso como es el caso de Haití que es totalmente silenciado, y el caso de Honduras donde se libra un combate día a día. Tres victorias y dos en camino. Y después victorias electorales, la derecha perdió primero el gobierno en México, después en Argentina y perdió en Bolivia. Allí dieron un golpe de Estado.
M.H.: Y perdió las elecciones recientes en Colombia.
C.K.: Pero no la presidencial.
M.H.: Pero perdió las gobernaciones, solamente conservaron dos.
C.K.: Todavía tienen la presidencia pero ya pierden las gobernaciones. Y perdió Bolivia que puede decir lo que quiera la derecha, ya conocemos ese recurso, cuando pierden cantan fraude, cuando ganan es todo legítimo. Tenemos entonces victorias electorales, victorias populares y lo más importante es que tenemos una victoria antiimperialista en Venezuela que frustró la invasión, la intervención extranjera que convirtió a Guaidó en un personaje payasesco porque no lo acompaña nadie.
La sucesión de estos tres procesos, victorias antiimperialistas, electorales, populares, un movimiento en la calle, cambia por completo el perfil latinoamericano; por eso en la Argentina que de todos los procesos latinoamericanos es el que tiene un nivel de organización, de militancia, de estructuración en el plano de los sindicatos, las organizaciones barriales y movimientos populares, uno de los entramados más importantes de toda América Latina, tenemos que poner en marcha todo eso para que podamos acompañar ese proceso de beneficio de las mayorías.
Ya lo sabemos por toda nuestra historia, lo que se logra se logra en la calle, lo que se logró en el ciclo de la década pasada, se logró por lo sucedido en el 2001, sin el 2001 no hubiéramos logrado las mejoras democráticas y sociales que se lograron. Por lo tanto, hay que volver, hay que sintonizar con lo que ocurre en América Latina, ese es el camino para darle contenido a la esperanza que hoy hay en el pueblo argentino.
Mario Hernandez
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