domingo, 17 de noviembre de 2019

Bolivia: el gobierno títere reprime, el MAS negocia, las masas luchan contra el golpe



El 15 de noviembre, en el puente que une Sacaba con Cochabamba la policía asesinó a ocho manifestantes, de una marcha que contaba con cinco mil, detuvo doscientos campesinos e hirió a ciento quince, según datos de Nelson Cox, defensor del pueblo de Bolivia.
Un auto con chapa diplomática de la embajada norteamericana (28-cd-17) se llevó detenida a Yoandra, jefa de la delegación de médicos cubanos en Bolivia. Como resultado de esto, setenta médicos cubanos abandonaron Bolivia.
La prensa nacional y extranjera ha sido atacada físicamente por grupos de tareas fascistas del gobierno títere y se los ha amenazado con encarcelarlos bajo la acusación de cometer delito de sedición.
En todos los puntos cardinales de Bolivia crece la lucha del pueblo contra el golpe .En Potosí, Cochabamba, El Chapare, Colquiri, y especialmente en El Alto. Los mineros de Coro-Coro están concentrados en La Paz provistos de dinamita intentando llegar a la Plaza Murillo, frente a la sede de gobierno ( el Palacio Quemado)contra una barrera de fuerzas militares y policiales que la rodean.
En un cuadro de tensión extrema, en el que las masas han comprendido la dimensión profunda del golpe racista, antiobrero, clerical y oscurantista, el MAS y sus principales dirigentes y legisladores han aceptado una mesa de diálogo con el gobierno golpista, con el discurso de pacificar el país.
Mientras tanto sigue corriendo sangre obrera, campesina e indígena como fruto de la represión de la dictadura respaldada por el imperialismo yanqui y europeo( OEA, Naciones Unidas, Unión Europea, Parlamento Europeo, Trump, Merkel y Putin).Lo han hecho concurriendo a cuatro reuniones con el gobierno fascista, en encuentros promovidos por la Fundación Jubileo (creada por la Conferencia Episcopal Boliviana). En estos encuentros participa la Conferencia Episcopal que los impulsó, la OEA y Naciones Unidas, todos los cuales han respaldado el golpe y reconocido al gobierno títere.
Allí se está tejiendo la transición (dictatorial y represiva) hacia las elecciones futuras, bajo la presencia de los tanques, de presos políticos, de censura de prensa, de allanamientos de viviendas y de proscripción a Evo Morales (un calco casi de la elección que dio lugar ascenso de Bolsonaro en Brasil, con Lula preso). Mientras tanto Evo insiste en pacificar el país mediante el dialogo con los golpistas, con denuncias plañideras sobre la represión, pero sin alentar ni organizar la lucha para derrotar el golpe. De esta negociación ha salido el permiso del golpismo a que los legisladores Masistas reúnan la Asamblea Legislativa, en tanto se limiten a reemplazar autoridades internas de la cámara pero no impugnen la presidencia trucha de Añez. Esta política va completamente en otra dirección al llamado a crear milicias por parte de las organizaciones de lucha de El Alto.
En medio de esta lucha heroica y decisiva de los obreros y campesinos bolivianos, se deberán sacar conclusiones sobre el papel del MAS y su defensa de las instituciones del capital, que explican las sucesivas capitulaciones cometidas, empezando por la aceptación de la intervención de la OEA y el pedido a la ONU Y A LA iglesia católica de que medien, a sabiendas de que son los gestores del golpe fascista. Es imprescindible que ocurra, y debemos contribuir a que suceda porque quienes han salido a la calle son seguidores del MAS, pero actúan en los hechos con una orientación opuesta.

Fuera Añez, Mesa y Camacho

Fuera el ejército y la policía de las calles

Libertad a los presos políticos del golpe

Abajo la censura de prensa

Cárcel a los responsables de los asesinatos de obreros y campesinos que luchan contra el golpe.

Fuera los emisarios de la ONU y de la OEA. Fuera el imperialismo de Bolivia y de América Latina

Fuera la Iglesia oscurantista y golpista.

Abajo el golpe racista y antiobrero

Por un gobierno obrero y campesino basado en las organizaciones obreras y campesinas que dirigen la insurgencia contra el golpe

Por un paro contra el golpe de las organizaciones sindicales de América Latina (CGT, CTA de Argentina, PIT-CNT de Uruguay, Cut de Brasil y demás)

Por la Unidad Socialista de América Latina.

Roberto Gellert

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