La semana pasada trascendió la noticia de la muerte de un niño wichí por desnutrición. El gobernador, en función hasta el 10 de diciembre, declaró que "es responsabilidad de todos" y para paliar el hambre habilitó la caza de iguanas coloradas hasta el 3 de abril de 2020.
El viernes pasado un niño wichí de un año y medio falleció producto de un shock séptico, desnutrición y neumonía multifocal. Su deceso se produjo en el Hospital Materno Infantil de la Ciudad de Salta pero era oriundo de la Misión El Chañar (Rivadavia Banda Sur) en el norte de la provincia, uno de las zonas más castigadas por la pobreza en el país donde la mayoría de sus habitantes viven en condiciones infrahumanas y en total miseria.
Ante esto, funcionarios del área de salud comprometieron a la familia del menor por abandono del niño. El gobernador Urtubey con total caradurez afirmó que frente al problema estructural de la desnutrición “si fuéramos infalibles, seríamos dioses y no lo somos". Cualquier parecido con los resultados de la campaña "pobreza cero" del presidente Macri no es mera coincidencia.
Los parches a la situación de crisis y de hambre son manotazos de ahogado del gobernador y se hicieron moneda corriente este año. Primero fue el Plan Alimendar, luego el Plan Alimentario Salteño (PAS) en plena campaña electoral, que sólo dura hasta fin de año. Y ahora, a semanas de despedirse del cargo que ejerció durante 12 años, autoriza insólitamente la caza de iguanas para el consumo humano.
El gobierno provincial firmó la resolución N°820 con fecha 11 de noviembre, que permite a los habitantes del chaco salteño cazar iguanas coloradas para alimentarse. Lo cierto es que Urtubey eligió publicar ayer tal resolución en la edición N°20 632 del Boletín Oficial, a sólo 3 días de la muerte del niño wichí.
Entre los considerandos se resalta que "la iguana ha sido tradicionalmente cazada y utilizada como recurso por los aborígenes que habitan la llanura chaqueña y desde tiempos más recientes también por los criollos, aportando proteínas para su dieta de subsistencia en el verano, que es cuando el animal está activo". Mientras, en muchos de esos lugares no hay agua, ni alimentos y, como la desnutrición es tanta, las poblaciones comen iguanas para sobrevivir.
Con esto, Urtubey busca legalizar las prácticas de poblaciones que viven inmersas en la pobreza y en un brutal y racista abandono hace siglos, mientras posa para la foto con la remera del PAS y en la campaña electoral se llenó la boca junto a Lavagna sobre el problema de la pobreza.
El Estado es responsable
La dirigente del PTS en el Frente de Izquierda Unidad, Daniela Planes, tras conocer las declaraciones del gobernador y su propuesta declaró que "en pleno siglo XXI siguen muriendo niños por problemas de salud, carecen de todo tipo de necesidades elementales como el acceso al agua potable o viviendas. Es cínico lo de Urtubey y su gobierno que largan un decreto para habilitar que se puedan comer iguanas mientras la gente muere de hambre”.
Además, sostuvo que "la sed de ganancias de los grandes empresarios y terratenientes es brutal, se aprovechan de la vulnerabilidad de las poblaciones del norte y obligan a cientos de familias a vivir como en la edad media en el campo y a los trabajadores como golondrinas. Como pasa con la familia del niño wichí muerto por desnutrición. Pero esas ganancias millonarias fueron garantizadas por todos los gobiernos de turno. Urtubey y Macri hicieron la vista gorda, pero también lo hizo Juan Carlos Romero durante sus años como gebernador de la provincia, y que ahora vuelve reciclado de la mano del gobernador electo Sáenz. Tanto legisladores como jueces, todos los funcionarios de turno están amparados en estas prácticas porque comparten los mismos negocios y defienden a los de su clase. Este tipo de crímenes sociales, además de llenarnos de bronca, tienen que servir de impulso para dar vuelta este estado de cosas y construir un nuevo orden social. No queda otra".
Florencia Unquillo
Gabriel Bautista
Martes 26 de noviembre
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