miércoles, 13 de noviembre de 2019

La asunción fraudulenta de Jeanine Áñez, cercada por la movilización



Ante una Asamblea Legislativa vaciada y en tiempo record la senadora Jeanine Áñez proclamó su asunción como presidenta provisional de Bolivia, mientras las calles de La Paz eran dominadas por las manifestaciones populares contra el golpe.
La asunción fraudulenta de Áñez tuvo que consumarse prescindiendo del quórum necesario para sesionar (el MAS conserva 25 de 36 senadores y 88 de 130 diputados), debido a la agudización de la crisis en las principales ciudades de Bolivia: en las últimas 48 horas predominaron las movilizaciones y enfrentamientos contra la policía, y se extienden los Cabildos Abiertos, desde donde se organiza la resistencia.
Áñez asumió en el Palacio Quemado avalada por las fuerzas policiales y armadas, y con el apoyo de la Conferencia Episcopal, para quienes reivindicó que “La Biblia vuelve al palacio”. El golpista Luis Camacho también fue de la partida mostrándose junto a Áñez en el balcón del Palacio mientras sostenía los santos evangelios. Su conformidad con lo obrado lo llevó a levantar el paro y los bloqueos que mantenían hace más de 20 días los Comités Cívicos bajo su dirección.
Proveniente del departamento de Beni, a Áñez se la conoce por ser una impulsora del separatismo de la Media Luna Oriental (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija), zona de predominancia no indígena donde en el 2008, tras un levantamiento racista, hubo 30 muertos y 100 desaparecidos. En los medios y redes sociales han trascendido tuits que la senadora habría publicado, y luego eliminado, manifestando su odio contra las comunidades originarias y sus creencias -como uno de 2013 en que sostenía que “Sueño con una Bolivia libre de ritos satánico indígenas, la ciudad no es para los indios que se vayan al altiplano o al chaco!!”.
Áñez llegó al senado de la mano de la fuerza política derechista Unión Demócrata, que a su vez integra la Unión Democrático Internacional -de la cual también son parte el Partido Republicano de EE.UU, los partidos conservadores del Reino Unido, el Likud de Israel y el PRO de Mauricio Macri.
Este operativo busca teñir de cierta institucionalidad los hechos consumados por los golpistas a partir del pasado domingo. Al asumir prometió acelerar los tiempos de manera que Bolivia cuente con nuevo gobierno el 22 de enero de 2020 (Tiempo Argentino, 12/11). En esta línea, el máximo mandatario norteamericano, Donald Trump, se apresuró a reconocer públicamente al nuevo gobierno. Lo mismo hizo el golpista frustrado Juan Guaidó quien señaló estas acciones como “una inspiración para Venezuela”.
Desde la bancada del MAS, en boca del diputado Rubén Chambi, se hizo saber que desconocían la investidura de la nueva presidenta provisional en tanto el procedimiento llevado adelante no se ajusta a los consignado por la Carta Magna. Remarcó que el MAS cuenta con quórum propio y con dos tercios de la Asamblea Legislativa, y que este miércoles a las 16 h celebrarán una sesión extraordinaria para votar contra la renuncia de Evo Morales y desconocer lo actuado por Áñez y los golpistas.
Mientras sesionaba la asamblea vaciada de los golpistas, los alrededores del Palacio Quemado fueron copados por manifestantes provenientes principalmente de El Alto. Exigen la renuncia de la senadora Jeanine Áñez, el respeto a la Whipala y el retorno de Evo Morales. A las comunidades campesinas y los pueblos indígenas se les han sumado sectores del movimiento obrero como los mineros de Huanuni, quienes marcharon a La Paz ingresando con petardos de dinamita.
El golpe en marcha se encuentra con el obstáculo de una movilización popular que va creciendo día a día, y que es preciso profundizar hasta derrotarlo.

Marcelo Mache

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