lunes, 11 de abril de 2011

"La Guerra contra el Indio" aún es política de estado en Argentina


Buenos Aires 9 de abril de 2011 - Hoy hace 4 meses que los miembros de la Comunidad Qom La Primavera, de Formosa, acompañados por miembros de otras Comunidades de la provincia, en apoyo, acampan en Buenos Aires, en Avenida de Julio y Avenida de Mayo.
En reclamo de la devolución de sus tierras usurpadas por criollos, el estado nacional a través de Parques nacionales, y el estado provincial a través de la Universidad Nacional de Formosa. La vergüenza nacional en materia educativa que pretende crecer sobre la base de una injusticia, peor que lo de la entrega de dinero por parte de las mineras que varias unidades académicas han tenido la sabiduría de rechazar y de la que en la Universidad de Formosa por un caso peor, no aprende. Y todos los ciudadanos del país aceptando que se mantenga la planificación del país sobre la base del despojo hacia las comunidades que son reconocidas por la propia constitución como preexistentes, sin encontrar consecuencia en las políticas de estado, ni en la aplicación de leyes al respeto.
En reclamo de ser tenidos en cuenta por el estado nacional como seres humanos y sujetos de derechos, hasta el momento les siguen negando el acceso a los DNI, los que fueron quemados en la represión del 23 de noviembre y los que nunca les otorgaron desde el nacimiento, a pesar de en muchos casos haber pagado varias veces por el trámite. A pesar de haber tenido que viajar muchos miembros de la comunidad con la esperanza de poder tramitarlos en Buenos Aires, donde llevan meses esperando por eso, así como por la devolución de sus tierra.
En reclamo de acceso al agua, están sobre el acuífero guaraní, pero deben juntar agua de lluvia o caminar kilómetros hasta los esteros para abastecerse, cuando teniendo las herramientas podrían hacer en días pozos para la extracción, que a mano les lleva años.
En reclamo de ser tratados como seres humanos a la hora de la atención médica, y con respeto por su sabiduría milenaria, que es la base de la mayoría de los medicamentos con los que hoy los laboratorios hacen fortunas y millones de personas pueden tratarse en todo el mundo, menos ellos, a quienes se los despoja del monte, que es su supermercado y farmacia.
En reclamo de justicia por los asesinatos de Roberto y Mario López, y las violaciones a sus derechos, llevadas a cabo por usurpadores civiles de sus tierras el 23 de noviembre y efectivos de la policía provincial. Práctica que se extiende por todo el país, donde los civiles son armados para atacar a los indígenas, lo que no requiere orden ni involucra al estado a la hora de establecer responsabilidades. Aunque la sistematicidad con que esta práctica se produce y se permite, supone el respaldo de los Gobiernos por permitir que ocurra, así como la garantía de impunidad a los atacantes.
En reclamo del reconocimiento y respeto de la cultura, el idioma, la sabiduría, la espiritualidad indígena, que se mantiene viva y es necesario que se sume e integre a todos los aspectos de las instituciones, las planificaciones y la vida cotidiana de los argentinos que carecemos de indentidad cierta con una nacionalidad construida sobre la negación, el exterminio, la discriminación y el despojo.
En reclamo de seguridad por su integridad física, por las persecusiones y amenazas que padecen.
En reclamo de justicia, reconocimiento y cese del exterminio que comenzó con la colonización, y se profundizó, siendo la base de la planificación territorial del estado, que hoy continúa.
La estrategia de Alsina, de “la guerra contra el indio” (que lamentablemente no ha dejado de darse, sino que se profundiza, según vemos en los hechos de cada día contra los aborígenes) de no matarlos directamente, sino antes tratar que dejen de ser indios, privándolos de las fuentes de agua y abastecimiento para su vida con la tierra, para que tuvieran que entregarse mansos a rogar por provisiones al ejército, a cambio de ser transformados en útiles contra sí mismos, contra la vida, contra la especie: en peones y soldados de los usurpadores de la riqueza y experiencia en esta tierra que hasta hoy nos siguen queriendo impedir, y que debiéramos estar orgullosos que a pesar de eso sobreviva, homenajeando a sus portadores, a quienes resistieron y son ejemplo, y ya no permitir eso más, empezar a aprender lo que es saber, que no es aquello que un puñado de ignorantes dictaminaron que es educación, extranjerizándonos y extrañandonos de nosotros mismos como seres vivos, naturales, con los pies sobre esta tierra, equilibrados, iguales y capaces. Roca amplió la estrategia, como supuesto progreso en lo que planificaron como nación argentina, por lo que no se presentó como previó el Ministro, lo que esperaba como entrega pacífica se transformó en malones y saqueos, un verdaderos ejemplo de dignidad, lucha y resistencia por parte de los nativos; yendo directamente a exterminarlos para “limpiar” el territorio y sentar las bases de la extranjerización actual del territorio, la ignorancia de la población de un país sin historia e identidad cierta, que aunque se niegue está viva, cuya represión solo se traduce en malestar y violencia, que se sigue conduciendo dentro del plan de la destrucción del hombre por el hombre, un verdadero suicidio de la especie, del que es signo la contaminación, las muertes evitables, que en Argentina ascienden a las de 25 personas cada día.
Y una negación a la humanidad toda, de acceder a los principios de historia y conocimiento contenidos en los idiomas y herencia de los perseguidos, que no puede saber cómo conducirse ante el futuro sin la experiencia que se mantiene y demanda salir a luz por sus propios herederos y guardianes, sin más terceros que los expropien para privar al indígena de los beneficios de sus conocimientos. Así como crece la demanda de una conciencia que reconoce la producción orgánica, la medicina natural, el aprecio, la convivencia respetuosa del lugar donde desarrollamos la vida, la tierra. Que rescata la integralidad del ser humano, sus posibilidades y capacidades por un transcurrir más armónico con el medio por como es, sin el cual no podemos ser. Mucho tiempo hace que la tierra viene siendo explotada, desmontada, agredida, con la excusa de terminar con un hambre y necesidades insatisfechas, que a expensas de eso crece.

Comunidad Qom La Primavera

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