domingo, 10 de agosto de 2008

Persecución anti-comunista en Polonia.

SECUELAS DE LA SANTA OBRA DE JUAN PABLO II

Luis Barbou

700.000 polacos deberán confesar si colaboraron con el régimen comunista: Funcionarios, profesores y periodistas se enfrentan a 10 años de inhabilitación si mienten

Hasta 700.000 polacos están obligados a conseguir, desde hoy, su certificado de limpieza política. Periodistas, funcionarios, directores de escuela y profesores universitarios, nacidos antes de 1972, tienen dos meses para confesar si colaboraron con el régimen comunista que gobernó el país hasta 1989. El Instituto de la Memoria Nacional -utilizado por el Gobierno para su campaña de depuración ideológica anticomunista- cotejará los datos con los archivos de la antigua policía política. Los ciudadanos que no envíen su currículo o mientan sobre su pasado habrán cometido un delito, y se les puede prohibir que ejerzan su profesión 10 años.
Ésta es la principal iniciativa en la caza lanzada desde su llegada al poder por los gemelos conservadores Lech y Jaroslaw Kaczynski (presidente y primer ministro), y que tiene pasmada a Europa. Bautizada como Ley de Lustración, entra en vigor hoy y obliga a cientos de miles de polacos (entre 400.000 y 700.000) a responder: "¿Ha colaborado conscientemente con el antíguo régimen comunista?". Esta pregunta divide a los polacos. Los partidarios alegan que da transparencia al sistema y que no hay nada que temer. Los que se oponen -muchos amenazan con boicotear la norma- creen que es inconstitucional.
En principio, estoy en contra de exigir a la gente que expliquen qué han hecho con sus vidas", dice Radoslaw Markowski, experto en política de la Academia Polaca de Ciencia.
Decidir si la ley se ajusta a la norma será responsabilidad del Tribunal Constitucional, que puede tomar una decisión a principios de mayo, antes de que termine el plazo dado a los polacos para presentar su certificado (el 15 de mayo). Los afectados -desde periodistas, hasta académicos y algunos directivos; ya que la limpieza entre la clase política se hizo con una legislación anterior- tienen que haber nacido antes de agosto de 1972. Han de rellenar un folleto y entregárselo a su jefe y éste al Instituto de la Memoria. El organismo, tras rebuscar en sus archivos, decidirá si emite el certificado que demuestra que ya han sido investigados.
Pero si no lo entregan o mienten -al parecer, todo indica que los investigadores serán más compasivos con los que confiesen un pasado negro-, será considerado un delito que puede costarles hasta 10 años de inhabilitación para ejercer su profesión.
No todos creen que la ley purificará a Polonia de sus vínculos con el pasado comunista.
El primer ministro, Jaroslaw Kaczynski, llegó al poder con la promesa de exterminar el pasado comunista. "Los comunistas aún existen², dijo en marzo en una entrevista al diario Rzeczpospolita, partidario de la ley.

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