martes, 26 de agosto de 2008

La mafia narco-paramilitar elevada a altas dignidades en Colombia.

¿Quién elevó a Uribhitler a la primera magistratura? La mafia narco-paramilitar elevada a las altas jerarquías del estado. ¿Quiénes son los que salvarán a Colombia?

ANNCOL

La mafia narco-paramilitar o la mafia sencillamente ha sido elevada por la oligarquía a altas dignidades. Unos delincuentes de baja estofa son elevados a decididores de la vida colombiana por obra y gracia de una oligarquía incapaz y ramplona.
Con razón siempre se ha dicho en Colombia que los 'políticos' -léase politiqueros- son una mafia. Una mafia que vive del robo de los dineros del erario público, que es de todos los colombianos. Mafia que para mantenerse en el poder compraba votos, reemplazaba al estado en la satisfacción de las necesidades de la población (un puente, una carretera, una casa, un puesto de salud, todo era prometido por los politiqueros y la mayoría de las veces la promesa no era cumplida cuando pasaban las elecciones), y todos tan contentos. Y por mantenerse en el poder, claro está, mataba. O para enriquecerse más. Por ejemplo, para expoliar a los campesinos e indígenas (Los Guerra en Sucre, los Castro y los Araújo en el Cesar, los Pastrana en Bogotá, etc).
Cuando ya las cosas toman otro color, los mafiosos politiqueros se dan cuenta que el narcotráfico y los narcotraficantes pueden ser puestos a su servicio -como ya tienen a los militares y jueces-, y se da la alianza impúdica entre 'políticos' y mafia narcoparamilitar. Casi tantico después se da la pretensión de los mafiosos de ser 'políticos' y sus alianzas impúdicas siguen. "Don" Pablo Escobar Gaviria es elegido al parlamento. Ahí le segurían otros. Santofimio, los Vives en Santa Marta, etc. Pero hay una reacción de algunos sectores oligárquicos contra los narcotraficantes (ya eran también paramilitares), y en respuesta de estos, asesinan al ministro Lara Bonilla, Carlos Mauro Hoyos, siguieron con su práctica de los magnicidios -que ya hacían como servicio a los militares con el asesinato de Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa- atreviéndose a asesinar a Luis Carlos Galán.
Se pensó que con este magnicidio estaban contados los días de los narcotraficantes por las declaratorias de guerra de Barco y Gaviria, pero estos continuarían su rumbo por 'los servicios prestados'.
Pero nadie imaginaba que el temor a la guerrilla de las FARC hiciera que la mafia oligárquica llevara hasta el sóleo presidencial a un heredero del Cartel de Medellín. Ahí está, rodeado de primos del capo Pablo Escobar, el presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, más conocido como Uribhitler, haciendo y deshaciendo. ¿De qué se quejan si ellos mismos lo llevaron allá? ¿Por qué lloriquean y se rasgan las vestiduras porque el mafiosito haga lo que está haciendo ahora? ¿Acaso no sabían que la mafia agarra todo cuando le das la mano?
Claro que lo sabían!
Pero tenían el pálpito que lisonjeándolos y llevándolos a la Casa de Nariño, la mafia se daría por satisfecha. No señores. No basta que a Mancuso y cía los hayan llevado al Congreso. No basta que hayan nombrado asesor al primo del 'Don' Pablo Escobar Gaviria. No basta que el nacido en cuna narco-paramilitar Uribe Vélez haya sido llevado a la presidencia.
Ahora ellos probaron y les quedó gustando.
Por eso ha hecho lo que ha hecho. Por eso el cohecho. Por eso la narco-para-política uribista que cuando se conoce es el más tremendo escándalo de apoderamiento por la mafia de las instituciones de un estado que tenga la historia mundial. Por eso la pretensión de la narco-paramilitarización de todas las instituciones del estado. Por eso el querer quebrar a la Corte Suprema -la única de la 'justicia' que se les ha enfrentado, mientras los César Gavirias están haciendo una 'oposición responsable'-. Por eso quiere quebrar a la oposición representada en el PDA (PCC y Moir), e inventan la mal llamada 'farc-política'. Por eso ha querido acabar a las FARC -pero no ha podido-, y si no lo hace realmente en lo militar lo hace por los titulares de su medios terroristas mediáticos. Y por eso el narco-paramilitar -que es lo mismo que decir mafioso- presidente lleva a "Job" y demás a la Casa de Nariño para demostrarles como es que es la cosa del Poder. Vean, aprendan. Y como "Job" no consiguió lo que querían, lo mataron.
Ahora, cuando quieren ponerle remedio al ya para qué, los únicos que han estado -y están- en primera línea de lucha contra el régimen narco-paramilitar son precisamente las FARC, el PDA, la Corte Suprema de Justicia. Lógicamente que invitamos a los liberales y conservadores de bien a sumarse a un frente común por la salvación de Colombia.
Son ellos los que tienen el valor moral y los principios éticos para salvar a Colombia y conformar un Nuevo Gobierno que enrumbe nuestro país a la Nueva Colombia.
Una Nueva Colombia sin mafias ni asesinos.

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