El férreo operativo de encubrimiento en relación con la desaparición forzada de Santiago Maldonado ha comenzado a derrumbarse.
La gigantesca movilización popular ha animado a testigos a volcar sus testimonios.
El aparato represivo se fractura y la verdad empieza a abrirse paso.
La mira apunta a la Gendarmería.
Pero con ella, al gobierno que dirigió personalmente la represión en el Sur.
Y que luego cerró filas, con versiones falsas y mentiras, en torno de los represores.
Un fiscal ha iniciado una investigación sobre el propio gabinete, a causa de este encubrimiento. Pero todo un sector del pueblo ha llegado a esa misma convicción.
La crisis abierta es un golpe al gobierno de la reforma laboral, de la extensión de la edad jubilatoria, del endeudamiento exponencial en favor del capital internacional.
Pero también cuestiona al kirchnerismo, que introdujo a la Gendarmería en la represión interior y reforzó el acaparamiento de tierras en favor de los monopolios capitalistas.
Luchemos a fondo por la aparición con vida de Santiago, para que se vaya Patricia Bullrich, y por el juicio y castigo a todos los responsables de la desaparición forzada y su encubrimiento.
Partido Obrero
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