jueves, 17 de diciembre de 2015

Macri y la Corte: retroceso a medias y en desorden



El presidente Mauricio Macri se reunió con el titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti. Acordaron que los jueces designados asuman en febrero, después de la feria judicial.

La reunión se dio luego del temprano e importante traspié político que significó el nombramiento por decreto de dos jueces para el máximo tribunal. En la sorpresiva cumbre, que se llevó adelante en el mediodía del miércoles, Macri intentó emparchar a medias el error que provocó el rechazo del conjunto del arco político y una crisis en la propia coalición Cambiemos, por las críticas provenientes de dirigentes del radicalismo.
A través de un comunicado, la cartera de Justicia confirmó que "en el día de la fecha (por ayer, miércoles, NdR), el presidente de la Nación, Mauricio Macri, y el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, mantuvieron una reunión en la que existió el consenso de avanzar rápidamente con la integración de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, prevista en la Ley 26.183".
Además, la gacetilla de prensa informó que "se dio inicio al trámite previsto en el decreto 222/2003" (dictado por el ex – presidente Néstor Kirchner NdR) para el nombramiento de esos jueces y "desde hoy se publican en el Boletín Oficial y en diarios de circulación nacional los antecedentes académicos y profesionales de los Doctores Horacio Daniel Rosatti y Carlos Fernando Rosenkrantz".
El comunicado añade que "a partir del lunes 21 de diciembre comenzará a correr el plazo de 15 días en los que los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil podrán, por escrito y de modo fundado y documentado, expresar las posturas, observaciones y circunstancias que consideren pertinentes respecto a los candidatos".
Finalmente se informa que "es estimable que a fin de enero el Poder Ejecutivo finalice el trámite previsto en el 222/2003, quedando los pliegos en condiciones de tratamiento oportuno por el Honorable Senado de la Nación".
Con este acuerdo, que estuvo precedido por una reunión con los referentes del radicalismo que le brindaron su apoyo, Macri vuelve parcialmente sobre sus pasos e intenta patear para adelante la crisis abierta, sin solucionarla.

Limbo institucional

Institucionalmente, la crisis queda en evidencia, con una situación en la cual los dos magistrados siguen nombrados “en comisión”, pero su asunción se posterga con fecha indefinida. Estimativamente para "fines de enero” –según el comunicado- o cuando estén dadas las condiciones para su “tratamiento oportuno” en el Senado.
Los jueces quedan así en un limbo: están nombrados por decreto, pero no juran. Además, la “urgencia” por nombrarlos para completar la Corte parece que puede esperar hasta febrero para la asunción, mientras las sesiones ordinarias comienzan en marzo.
La maniobra la deja de manifiesto un breve comunicado publicado por la propia Corte, pasadas las diez de la noche del miércoles en el que informa que “(…) dado lo avanzado del año judicial y que restan solamente dos acuerdos de la Corte y el receso durante el mes de enero, aparece como prudente realizar las incorporaciones en un momento de plena actividad judicial”.
Luego explica que “el Poder Ejecutivo ha decidido efectuar rápidamente el trámite previsto en el decreto 222/03 para que los pliegos de los candidatos propuestos sean tratados por el Honorable Senado de la Nación”.
Sin embargo aclara: “Que todo ello sin perjuicio de la plena vigencia del decreto 83/2015 como la vigencia de la ley 26.183 que prevé la composición de la Corte Suprema de Justicia en cinco miembros, y la necesidad de integrarlo con dos nominaciones en un tiempo oportuno, objetivo institucional para el cual colaborarán tanto el Poder Ejecutivo de la Nación, como la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en sus relaciones con el Honorable Senado de la Nación”.
Está vigente el decreto que nombra a los jueces “en comisión”, aunque se ha decidido efectuar “rápidamente” el trámite para los pliegos. El nombramiento arbitrario y antidemocrático debe certificarse lo antes posible.

Maniobra política y crisis abierta

Políticamente, luego de haber acordado con el radicalismo, Macri intenta salir por arriba con una maniobra de presunto respeto a la institucionalidad, mediante un acuerdo con el presidente de la Corte. A un decreto “bonapartista” pretende salvarlo con un pacto con el jefe de los eternos supremos.
Sin embargo, la medida empujó -además de un amplio rechazo político y social-, a la unidad del bloque opositor del peronismo, tanto en el senado como en diputados. Hoy se movilizarán los legisladores del FpV para expresar ese repudio.
El retroceso que tiene que realizar Macri, mal encubierto con una maniobra, cuando todavía no cumplió una semana al frente del Gobierno, mina la autoridad política que buscaba imponer con la decisión.
Más temprano que tarde, quedó en evidencia la debilidad política con la asumió: ganando por la mínima diferencia en un balotaje (con la peculiaridad que tiene esa “mayoría) y siendo minoría en ambas cámaras legislativas.
La temprana muestra de vulnerabilidad se produce cuando -mediante decretos y medidas ministeriales- el gobierno de Macri lleva adelante un ajuste salvaje con resoluciones que favorecen a los empresarios y atacan a las mayorías populares, pocas horas después del anuncio de una devaluación de la moneda que se acerca al 50 %.
Para los trabajadores y el pueblo se trata de desenmascarar el doble discurso de los falsos “republicanos” y demostrar que todas estas maniobras del gobierno que armó un “gabinete de guerra” con el estado mayor de los CEOs de las multinacionales, son para aplicar un plan para que la crisis la pague el pueblo trabajador.
El traje que le presta Lorenzetti al nuevo "emperador" no hace más que confirmar que el rey está desnudo.

Fernando Rosso
@RossoFer

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