El viernes pasado, mientras las reuniones de Macri con los ex candidatos presidenciales (a excepción de Nicolás del Caño) se llevaban toda la atención; en otra oficina, el “flamante” ministro de Trabajo Jorge Triaca recibía a los delegados de Cresta Roja y a representantes del Sindicato de la alimentación de zona sur como primer medida al frente del Ministerio.
La reunión se anunció con bombos y platillos en los medios queriendo aparentar que la “primera medida” de Macri sería resolver el conflicto que tiene a cinco mil familias sin cobrar y con riesgo de perder sus fuentes de trabajo.
Al terminar la reunión, el humo se disipó rápidamente y cualquier expectativa de solución se evaporó.
El ministro le confirmó a los delegados presentes que el gobierno no piensa destinar un peso para cubrir los salarios adeudados de los trabajadores y que sólo otorgarán las REPRO que ya habían sido designadas por el gobierno de CFK. Es decir que a la par de que Macri le acaba de otorgar millones a los sojeros a los trabajadores de Cresta Roja los quiere arreglar con 4 mil pesos para vivir todo el mes de diciembre, con fiestas de fin de año incluidas, y sin ninguna perspectiva para los meses venideros.
En relación al futuro de la fuente de trabajo tampoco existió definición alguna. La “solución” que propuso el macrismo a los trabajadores va desde la posibilidad de un préstamo si a cambio del mismo los Rasic ponen las plantas como garantía hasta decretar la quiebra para venderle la empresa a algún empresario amigo. Desde hace unas semanas algunos funcionarios del gobierno de Vidal vienen hablando de la posibilidad de vender Cresta Roja a un grupo brasilero.
En las “salidas” propuestas por el ministro de Trabajo no figura ni siquiera la mínima garantía para asegurar la estabilidad laboral de los 5 mil trabajadores que actualmente ocupa Cresta Roja; ya sea Rasic o un nuevo dueño, ambos necesitan aplicar un plan de reducción de salarios y de puestos de trabajo tal como viene intentando aplicar la actual patronal y que no ha podido aplicar por la tenaz resistencia que desde hace meses vienen llevando adelante los trabajadores. El gobierno impulsa variantes favorables a las patronales a costa de los trabajadores.
Pero el cinismo de los funcionarios llegó al colmo cuando dijeron que ellos estaban al tanto de que Rasic estaba utilizando otras empresas para faenar pollos; pero en lugar de impulsar una investigación y una sanción inmediata ante el fraude llevado adelante por la patronal de los Rasic, le patearon la pelota a los trabajadores para que sean ellos los que se encarguen de investigar sobre la existencia del mismo.
Hay que romper la tregua
El fracaso de la reunión con el gobierno, lamentablemente, ha demostrado que la tregua impulsada en la asamblea del pasado 27 de noviembre por parte de los delegados fue un error que ahora hay que revertir. Es necesario un llamado urgente a una asamblea unificada que vuelva a convocar a los trabajadores de las dos plantas y de las granjas para discutir las medidas necesarias para impulsar un plan de lucha que rompa la tregua con el macrismo y plante la bandera por el pago de los salarios y la continuidad de todos los puestos de trabajo.
Es necesario pelear contra el ajuste que se encubre tras las salidas patronales, donde buscan llevar adelante la reducción de personal y salarios que quiere Milenko Rasic (dueño) y que también es condición para cualquier inversor que quiera comprar la empresa.
Los trabajadores de Cresta Roja no están solos, el exitoso Encuentro de Trabajadores de zona norte realizado el sábado pasado con la presencia de más de 800 trabajadores, entre ellos una delegación de los propios trabajadores de Cresta Roja, votó entre sus resoluciones apoyar todas las medidas de lucha que resuelvan.
Por una salida a favor de los trabajadores
Este lunes los trabajadores se movilizaron a los municipios de Echeverría, los trabajadores de faena, y al municipio de Monte los trabajadores de las granjas. Fueron tras la promesa de que el pago de las quincenas saldría de las cajas municipales. Se llevaron una promesa flaca del municipio de Ezeiza y en Monte ni siquiera los atendieron mostrando una vez más que los intendentes sostienen los planes patronales y maltratan cínicamente a los trabajadores.
La única salida efectiva y realista a las penurias que hoy viven los trabajadores de Cresta Roja está en sus propias manos, peleando por la expropiación sin pago y la estatización de todo el grupo Rasic bajo el control de los trabajadores. En ese camino hace falta que los trabajadores ocupen las plantas y granjas para llevar adelante la reactivación de la empresa financiado con impuestos a las grandes fortunas. El gobierno de Macri acaba de favorecer a las patronales del campo y a los industriales, dicen defender “el trabajo argentino” pero a decir verdad defienden los intereses de las patronales, los trabajadores de Cresta Roja tienen que impulsar su propia salida para defender realmente el trabajo y el salario.
Corresponsal LID | Zona Sur GBA
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