miércoles, 23 de diciembre de 2015

Cresta Roja, el ensayo represivo del Gobierno ajustador



La “Revolución de la Alegría” es sólo para los empresarios, y por decreto. En Cresta Roja comenzó la represión del nuevo gobierno a las luchas de resistencia al ajuste. La izquierda y el sindicalismo combativo estuvieron ayer apoyando esa lucha y al frente de la primera acción unitaria contra el ajuste de Macri.

En 13 días de gobierno Macri no dejó dudas de su plan de gobierno. De forma “rápida y furiosa” tomó por decreto todas las medidas fundamentales que pedían los grandes empresarios: devaluó la moneda, levantó el cepo cambiario, eliminó (o bajó en el caso de la soja) retenciones a las exportaciones de las patronales del campo e industriales, pautó negociaciones con los fondos buitres y prepara tarifazos para los servicios públicos.
La “Revolución de la Alegría” es sólo para los empresarios. Para los trabajadores, lo que está en marcha es un ajuste en “shock” que empieza a sentirse con inflación y con despidos, y apenas es el comienzo.
En esta dinámica frenética, ayer el gobierno nacional hizo nuevos anuncios, aunque cambiando la modalidad. Esta vez no se comunicaron las novedades desde una prolija conferencia de prensa, sino que se transmitieron en vivo y en directo para todo el país desde la Autopista Riccheri.
Sabiendo que la conflictividad social es un resultado inevitable de semejante plan de ataque a las condiciones de vida de los trabajadores, el gobierno había anunciado la semana pasada la intención de establecer un PROtocolo represivo que garantice que se pueda implementar el ajuste. Ayer dio pasos mucho más concretos. Si bien no fueron anunciados los procedimientos específicos que propone el macrismo para la protesta social, dieron un inequívoco indicio de cuál será su intencionalidad política. Al reclamo por fuentes laborales de miles de obreros de Cresta Roja se respondió con el envío de Gendarmería Nacional, que reprimió dos veces, una de ellas con disparos de balas de goma y carros hidrantes, con un saldo de un trabajador detenido y varios heridos. Millones vieron por televisión una imagen muy parecida a las represiones que ejecutaba Sergio Berni al servicio del kirchnerismo durante todos estos años. El "diálogo" del que tanto habla Macri parece que, con los trabajadores, no es.
Para que no quedaran dudas de cuál era el nuevo “anuncio”, que trasciende al conflicto de Cresta Roja, durante la jornada la vicepresidenta Gabriela Michetti afirmó en conferencia de prensa que “el Estado recuperó el rol de regular entre el derecho de protestar y circular. Si se vuelve a cortar la ruta, se vuelve a trabajar de la misma manera, siempre intentando hacerlo a través del diálogo, pero cuando no haya diálogo del otro lado, se actuará como se actuó hoy”.
En conclusión, la vicepresidenta anunció de este modo que la represión será el modus operandi durante toda la gestión del nuevo gobierno, continuando lo que en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires hicieran en casos como el del Hospital Borda o el Barrio Papa Francisco, entre otros.
Por la tarde, cuando delegados de los trabajadores de Cresta Roja se estaban por reunir con el ministro de Trabajo Jorge Triaca, se conoció que la titular del Juzgado en lo Comercial número 36, Valeria Pérez Casado, decretó la quiebra de la empresa, dando por terminado el proceso judicial. A la salida de la reunión, en conferencia de prensa, el titular de la cartera laboral anunció que los empleados recibirán una "ayuda" de 6.000 pesos a partir de enero, bolsones de comida, y que hubo compañías que “se acercaron, pero no hay ofertas concretas” para quedarse con la empresa.
Para los trabajadores, que vienen luchando desde hace meses por sus puestos de trabajo, esto significa que para ellos no hay nada más que paliativos, mientras el futuro sigue incierto. La represión del día cumplió la función de intentar debilitar su lucha y que se resignen a aceptar “lo que haya”, mientras los grandes empresarios son los grandes beneficiados de los “decretazos” del gobierno. Al cierre de esta edición los trabajadores levantaban el corte de la autopista. Es necesario redoblar el apoyo a los trabajadores de Cresta Roja hasta que triunfen.
Como parte de un plan para que la crisis la paguen los capitalistas, luchemos por la estatización bajo control obrero de toda empresa que cierre o despida masivamente. En el caso de Cresta Roja, así gestionada, en vez de engrosar ganancias de empresarios parasitarios, podría garantizar los puestos de trabajo y también proveer de pollos baratos a los sectores más empobrecidos de la población.

El ajuste avanza, las CGT no

Los ritmos de las cúpulas de las distintas CGT no son los mismos que los del gobierno. Contra el plan de guerra que está en marcha a toda velocidad contra los trabajadores, y ya se siente en el bolsillo, no han convocado a ninguna medida de fuerza. Ellos, que ya obtuvieron de parte del nuevo gobierno un jugoso puesto para manejar los fondos millonarios de las obras sociales, por ahora se limitan a declaraciones y a intentar reuniones con el nuevo gobierno.
Durante el día de ayer, los dirigentes de las CGT (y lo mismo vale para los de la CTA kirchnerista) no se hicieron presentes en Cresta Roja para apoyar esta lucha testigo. Ni siquiera hicieron declaraciones en repudio a la represión, ni menos aún convocaron a alguna medida solidaria con este importante lucha. Su día estuvo ocupado en cruces de versiones sobre una supuesta reunión entre representantes de las tres CGT y funcionarios del gobierno nacional. Al cierre de esta edición, la agencia DyN indicaba que esa reunión finalmente no se concretaría.

El Frente para la Victoria sigue en campaña

Los diputados nacionales del bloque del Frente para la Victoria expresaron ayer en conferencia de prensa su “más absoluto repudio” a la represión, y sostuvieron que el modelo “liberal ortodoxo” de Mauricio Macri “no cierra sin represión a los trabajadores”.
“El discurso del presidente Macri invita al diálogo y a la unidad de los argentinos, pero los hechos dicen lo contrario. El Presidente se equivoca si cree que el ejercicio del poder se consigue mediante el uso de la fuerza, reprimiendo los reclamos justos de los trabajadores. Lamentamos que una vez más la realidad nos esté dando la razón con lo que anticipamos: cuando se gobierna de la mano del mercado, los principales perjudicados son los trabajadores y la única alternativa es la represión de sus justos reclamos”.
Los diputados del FpV (que nunca sacaron declaraciones así frente a las represiones del gobierno anterior) olvidaron al hablar que los asesores económicos de Daniel Scioli proponían el mismo plan de ajuste que Macri, y que Sergio Berni iba a ser ministro de Seguridad del kirchnerismo si ganaban las elecciones. Ya se sabe cuál es la “propuesta” de Berni para la protesta social, como se vio en Lear y tantas otras luchas.

La izquierda marchó contra el ajuste y la represión

Como informamos en La Izquierda Diario, tanto la CTA de Micheli como las agrupaciones kirchneristas se habían bajado de la marcha de ayer a Plaza de Mayo, a la que en un principio convocaban. La realidad demostró ayer, una vez más, que lejos de bajarse es más necesario que nunca fortalecer la lucha contra el ajuste y la represión.
Por la mañana referentes como Claudio Dellecarbonara, Vilma Ripoll, Christian Castillo o Soledad Sosa se hicieron presentes ayer para dar su apoyo en la Autopista Riccheri a los trabajadores de Cresta Roja.
A la tarde la izquierda y el sindicalismo combativo estuvieron al frente de plantar frente a la Casa Rosada la bandera contra el ajuste y la represión. Como dijo en la Plaza Claudio Dellecarbonara, dirigente clasista del subte y del PTS, “estamos viendo un enorme traspaso de los bolsillos obreros y populares a los grandes empresarios. Son los planes que denunciamos que iban a aplicar Macri o Scioli si ganaban. El ajuste se enfrenta en las calles. Por eso nuestro desafío es organizar un gran arco de resistencia a estas medidas. Para que la crisis la paguen los capitalistas”.

Fernando Scolnik
@FernandoScolnik

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