martes, 24 de febrero de 2015

Miguel Bonasso: “Berni es un protofascista que ha reprimido con otros militares encubiertos”



Segunda parte de la entrevista al periodista y autor del libro “Lo que no dije en Recuerdos de la muerte”. Myriam Bregman y Lucho Aguilar dialogaron con Miguel Bonasso sobre el espionaje a la izquierda y las organizaciones obreras y sociales, el Proyecto X, “el protofascista Berni” y los “servicios” a las multinacionales. Además, el caso de Alejandrina Barry.

“Así como las Abuelas aprendieron a la fuerza el oficio detectivesco para encontrar a sus nietos, los trabajadores y sus abogados han desarrollado una capacidad deductiva que los ayuda mucho en aquello que don Carlos Marx llama la lucha de clases.
Así, los abogados del CeProDH (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos), que venían defendiendo a trabajadores de las firmas Kraft y Pepsico, descubrieron que los miembros de las comisiones internas empezaban a sufrir un verdadero acoso judicial. Uno de los delegados de Kraft, Javier Hermosilla, llegó a estar acusado en 16 causas, según la abogada y legisladora Myriam Bregman. Examinándolas, los letrados descubrieron que el 90% de estos procesos se basaban en informes de Gendarmería Nacional.
Los gendarmes estaban acumulando presuntas pruebas (videos, fotos, etcétera) para acusar a los delegados en los tribunales y así blanquear las sucias tareas de infiltración.
Estaban haciendo algo prohibido por la Ley 25.520, que era espiar a representantes de los trabajadores, y lo disimulaban bajo apariencias legales. Los letrados del CeProDH no sabían aún que eso que estaban descubriendo se llamaba Project X, pero salieron a denunciar el espionaje, junto a otras organizaciones sociales y humanitarias”.
Estos extractos corresponden al capítulo “Coroneles provocadores, gendarmes y proxenetas” del último libro de Miguel Bonasso. Allí se refiere al espionaje a organizaciones obreras en la Zona Norte del Gran Buenos, entre ellos a referentes clasistas y militantes del PTS como Javier Hermosilla, Lorena Gentile, Oscar Coria y Leonardo Norniella.
En la primera entrega de la entrevista nos referimos a la crisis política por el caso Nisman y la “guerra de servicios”, en esta segunda parte charlamos sobre la infiltración a la izquierda y organizaciones sociales y de trabajadores, junto a otros temas de actualidad.
LID- En tu libro hay un elemento que impresiona a quienes lo leyeron, como esto que denominás criptoestado: no espía a cualquiera, sino que tiene un fuerte componente el tema de las organizaciones obreras de base. ¿Por qué este sistema de espionaje, entre ellos Proyecto X, está tan orientado por ejemplo a comisiones internas de base?
Miguel Bonasso - Yo creo que las fuerzas armadas, las fuerzas de seguridad, siguen siendo el reaseguro de las clases dominantes en el poder. Hay ciertas categorías del marxismo que a algunos les pueden parecer perimidas, pero a mí me parece que guardan una actualidad total.
¿Qué ocurrió antes del golpe de Estado de 1976? El doctor Ricardo Balbín habló de la “guerrilla industrial”, para referirse a las comisiones internas elegidas libremente por los trabajadores, en contra de la burocracia sindical y de las patronales. Mutatis mutandi, sin pretender hacer comparaciones odiosas, nos encontramos en una situación parecida, en qué sentido: que en una serie de empresas, como Lear, Donnelley, grandes multinacionales, en general de capitales norteamericanos, cuando comienzan a darse algunos síntomas recesivos, y esas empresas comienzan a dejar cesantes a obreros, a suspenderlos, se producen las consiguientes protestas y conflictos en defensa de las fuentes de trabajo, y la consiguiente represión. En este caso, a cargo de un señor que tuvo que huir a la Patagonia, cosa que no se comenta. El señor Sergio Berni es teniente coronel en activo del Ejército, no está retirado. Es un protofascista. Yo lo he dicho y no me ha respondido, por lo que debe considerar que es un homenaje que le rindo decirle protofascista. Que ha reprimido con otros tenientes coroneles encubiertos, dirigiendo la Gendarmería, como Galeano, que estaba vestido de civil. Esto viola no sólo el espíritu de un gobierno “nacional, popular, democrático y progresista”, sino también la letra.
Cualquier gobierno puede ser condenado por tener este tipo de espionaje y represión clandestina. Son formas clandestinas de represión. ¿No han sido erradicadas, por qué? Porque cuando los sectores dominantes se ven en peligro de perder sus privilegios acuden a la última ratio del Estado que es la fuerza, y la fuerza ilegal. Esta es la lucha que se viene librando en muchos terrenos, en el terreno político, social. y me he referido a eso en mi libro. Me he referido a la lucha que llevan compañeros, como Myriam y demás, muy correctamente, a favor de los trabajadores.
Y quiero agregar otra cosa: porque una de las cosas que no se ha hablado en este gobierno, que se presenta como nacional y popular, es el nivel de desnacionalización de la industria. De las 500 principales empresas del país, el 70% son transnacionales, y la mayoría son de origen norteamericano.
LID - Es muy interesante cómo tomás en algunos capítulos de tu libro elementos del expediente donde se investiga el Proyecto X, declaraciones de los agentes infiltrados, que sorprenden, por la forma en que relatan sus tareas de “inteligencia”…
Bonasso - Que cuenten lo que ocurrió en un cuarto cerrado en el Hotel Bauen es una confesión de parte absolutamente abrumadora. Es una de las cosas que cito porque me parece una grosería. Una de las cosas que encuentra y por supuesto pasa por alto el juez Oyarbide, cuando hace el allanamiento al edificio Centinela, es un bibliorato que habla de “Acciones sin orden judicial”; es algo muy burdo, muy grosero, que deberían merecer una reacción de la clase política y de los fiscales, ya que estamos de moda, mucho más duras, porque agravian la conciencia democrática.
LID - En el libro reproducís extractos del expediente, donde hablan de reuniones que se realizaban por un despido o una persecución, que hacen acordar a otras épocas. Por ejemplo, cuando la agente Calisaya informa que "encontrándose vestida de civil se entremezcló con la multitud, de manera encubierta, y comenzó a recabar los datos de las personas en cuestión, preguntando entre los que se manifestaban el nombre de los cabecillas, obteniendo los datos de los imputados Gentile, Norniella y Coria".
Bonasso - Es que son los mismos procedimientos, faltan los Ford Falcon.
No es la situación, pero todo tiene un comienzo. Yo noto un deterioro de algunos aspectos mínimos que formalmente la democracia había logrado mantener, como el propio respeto por la vida, que a partir del asesinato de Nisman, que no tengo inconveniente en denominarlo asesinato. No tengo el menor respeto por Alberto Nisman, creo que es un hombre que trabajó con la SIDE, que su informante de cabecera era Stiuso, que a ese informante se lo puso Néstor Kirchner. Mientras yo como un ingenuo iba y le proponía disolver la SIDE, él los juntaba a Stiuso con Nisman y le decía “trabajá con este muchacho que sabe mucho”.
LID - Siguiendo con otro de los temas que tomas en el libro, esta semana comienza el juicio al Almirante Godoy, de la Armada, por el espionaje desde la Base Almirante Zar. Es otro ejemplo de la continuidad de la inteligencia militar, en personajes sostenidos por el kirchnerismo.
Bonasso - Que siga funcionando el Servicio de Inteligencia Naval, el SIN… Acá todos hablan de la SIDE, pero a nivel nacional hay como 15 organismos, pero además hay que sumarle todos los “D2”, los departamentos de inteligencia de las policías provinciales, o sea 24 más. Esos “D2” han tenido relaciones de complicidad con conocidos represores trabajando para empresas multinacionales. Es el caso de Rubén Osvaldo Bufano en San Juan, trabajando para la Barrick Gold, protegido por el gobernador Gioja, y coautor de la masacre de Fátima y del secuestro y asesinato de Haroldo Conti.
Bufano es un ejemplo pero hay muchos. ¿Y qué hacen los “D2”? Hacen inteligencia en las provincias. ¿Y a quién investigan? Te lo puedo decir, en el caso de San Juan a los ambientalistas, que si están en contra de Barrick Gold y Pascua Lama son “terroristas”.
Bregman - En el Proyecto X había también casos de ambientalistas, como los de Gualeguaychú, justamente porque también están contra multinacionales.
Bonasso - Con el tema del fracking, de Vaca Muerta, podemos decir que la Patagonia está bajo la lupa de los espías. Esto se relaciona con el modo de producción encarado por este gobierno, que no tiene nada que ver con utilizar el gigantesco excedente que se produjo por el sector agropecuario, y haberlo derivado a la reindustrialización del país; ese destino, aún en términos capitalistas, podría haber hecho de forma progresiva este gobierno.

Bregman - La extensión de la frontera de la soja lleva a que persigan al MOCASE y los movimientos campesinos, la entrega a las grandes mineras lleva a que persigan a los ambientalistas, y así las multinacionales como las alimenticias que no quieren tener comisiones internas que les pongan trabas.
Bonasso.- Se firman acuerdos secretos con Chevron, a la que no tenemos acceso los ciudadanos. ¿qué hay detrás de ese acuerdo secreto? Ni Frondizi lo hizo.
Ese es otro aspecto de la secreía del Estado. Son actos de gobierno que no tienen publicidad, que afectan al conjunto de los ciudadanos, y que restringen la democracia de verdad. Si no podés saber, ¿cómo vas a opinar, como te vas a movilizar a favor o en contra de algo?
Bregman- Volviendo a lo del SIN, y de la inteligencia en manos de Godoy, en la causa Esma, cuando representé a Patricia Walsh en el caso de Rodolfo Walsh, tuvimos la oportunidad de interrogar a un testigo, que había sido funcionario de la Secretaría de DDHH de la Nación, por lo que tenía un amplio manejo de lo que estaba hablando. Entonces le pregunté si opinaba que existían los archivos, que todo esto que se había colectado en la ESMA estaba en algún lado, y me dijo “sí, seguro que sí”, justamente planteando el poder que da esto que ellos llaman “la comunidad informativa”, de estos informes de inteligencia, porque el que los conserva tiene poder. Y le pregunté “¿Dónde están?”, y me dijo “acá enfrente”, mirando hacia el edificio Libertad de la Armada, en cuyos pisos superiores funcionaba el SIN. Hay como un reconocimiento de que todo eso está, pero sigue siendo parte de este secreto para mantener la impunidad. Entonces Godoy sabe lo que hay ahí adentro, y lo sigue complementando con lo que junta estos años.
Bonasso - Qué curioso que el juicio a Godoy comience por el espionaje que se realizaba desde la base Almirante Zar. La base Almirante zar fue en el año 1972 escenario de una masacre, del fusilamiento de prisioneros de guerra después de la toma del penal de Rawson y la fuga de algunos militantes. Es un símbolo impresionante y terrible que marca la continuidad de dos épocas, que es espionaje por el cual finalmente va a juicio Godoy y Benito Rótolo, haya empezado en la Base Almirante Zar. Si hay algo que marca una continuidad, casi de manera simbólica, es eso. Es lo que Cortazar llama “la continuidad de los parques”.
LID – Recordemos que como en el caso de Milani, Godoy había sido cuestionado por organismos de DDHH por su actuación en Mar del Plata durante la dictadura.
Bonasso - Exacto. Y ahí tenemos una de las grandes deudas de Alfonsín, su ministro Troccoli, y la democracia. El caso de Cecilia Viñas, desaparecida en la ESMA que mantuvo conversaciones telefónicas con su familia hasta 4 meses después de instalado el gobierno constitucional, aparentemente desde la base de buzos tácticos de Mar del Plata, donde estaba el Almirante Pertussio, que se mantuvo como asesor de Godoy hasta 2010, habiendo pasado el gobierno de Néstor Kirchner, y bien avanzado el de Cristina Kirchner.
Entonces, son hechos, los fachos dirán cualquier cosa, “Bonasso, terrorista, dice, sugiere”, no macho, cuento cosas que pasan, tangibles, y que están comprobadas. Y es terrible, significa que este país no se democratiza. Y no se va a democratizar, mientras no cambien las relaciones sociales de poder, pero también mientras no haya una ley de acceso a la información, que obligue a las autoridades y aparatos del Estado, también el judicial y el legislativo, a transparentar sus actos, a darles publicidad a requerimiento de los ciudadanos.
¿Para qué Argentina necesita clasificar 30 años, 15 años a un documento? No hay guerra, no hay un país que ve amenazada su soberanía territorial, en todo caso ve amenazada su soberanía económica, pero es una colonización pública…a cielo abierto.
El nivel de corrupción y degradación al que ha llegado gran parte de la dirigencia política argentina, es un proceso patológico que ha ido creciendo hasta alcanzar dimensiones gigantescas. Y esto nos vuelve a remitir al tema de este reportaje, y es por qué utilizan a la inteligencia, a personajes como Stiuso. Qué es lo que aconseja Maquiavelo al Príncipe: “cuando tengas que matar, llama a los asesinos”. Cuando tienen que matar llaman a los asesinos, cuando tienen que espiar llaman a los espías. Pero están bajo el escrutinio público, por lo menos de algunos tarados que estamos empeñados en que no hagan lo que quieren.

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