sábado, 15 de marzo de 2014
“Vivimos en un sistema donde el que paga los platos rotos es el trabajador”
La Verdad Obrera entrevistó al párroco de Las Heras, quien afirma que los petroleros condenados son inocentes y manifiesta su indignación por los dichos de Cristina Kirchner.
- En la apertura de las sesiones del Congreso el 1º de marzo, Cristina Fernández dijo que con las condenas a los petroleros de Las Heras por el caso Sayago “se hizo justicia”. ¿Cuál es su opinión?
- Sinceramente me dolió. Siento mucha indignación. Porque los dichos de la presidente responden a toda una praxis que se viene llevando adelante en esta provincia. Yo hace trece años que estoy en Las Heras y pareciera que lo único que sabe hacer la Justicia es criminalizar la protesta social. Lo que pasó con los que están presos por el caso Sayago es eso, ya que no hay pruebas suficientes para condenarlos. Y lo más lamentable es que los verdaderos culpables quedan sueltos ya que, seguramente, serán amigos o punteros del poder. Y así se siguen manejando en esta bendita provincia hace más de veinte años.
- ¿Qué opina de la causa propiamente dicha, en la que incluso los trabajadores denunciaron que los torturaron para arrancarles declaraciones?
- Cuando se produjeron los hechos (07/02/06, NdR) yo no estaba en Las Heras. Estaba en Italia visitando a mi familia. Pero cuando volví esto parecía una cacería, como en la Dictadura o, para ser más gráfico, como en la Edad Media en Inglaterra. Era una cacería humana. En dos semanas metieron presas a más de sesenta personas y todos los que caían en manos de la policía eran golpeados y torturados. A los que llevaron presos a Puerto Deseado, el mismo comisario que los recibió hizo un acta constatando que habían sido torturados. Y así comenzó la causa.
- ¿Y cómo se originó todo?
- Fue por un reclamo contra el impuesto a las ganancias. Estamos viviendo en un sistema donde el que paga los platos rotos, y en este momento lo vemos con mucha evidencia, es el trabajador y no las multinacionales. Acá tanto las pesqueras como las petroleras y las mineras están exentas de un montón de cosas y el pobre trabajador siempre tiene que pagar.
- ¿A usted la misma policía le dijo que esto tenía que estar armado de alguna manera?
- Sí. La manifestación se había originado frente al hecho de que metieron preso al referente de la protesta. Pienso que fue la pueblada más grande de la historia de Las Heras. La gente cuenta que había más de mil personas. Yo digo que acá habría que rebobinar toda la película y ver quién fue el loco que dio la orden de reprimir. Los 30 o 40 policías que había en ese momento volvían de la Fiesta de la Cereza en Los Antiguos y recibieron la orden de entrar para reprimir y provocar algo para que interviniera la Gendarmería. Los mismos policías que quedaron heridos a los tres o cuatro meses me vinieron a confesar eso.
- Y después vino la caza de brujas
- Eso fue tremendo. Yo tuve gente refugiada acá en la parroquia durante un mes por el miedo a ser reprimidos, llevados presos y torturados.
- ¿Cómo es la situación del conjunto de los trabajadores en relación a la Justicia y al gobierno en Santa Cruz?
- Al que reclama, sea un trabajo, que le paguen lo que le deben o salarios atrasados los jueces y el Juzgado Penal de Las Heras le tiran todo el derecho penal encima. Pasó hace dos semanas, donde tenemos otros cinco petroleros presos. Acá hay algunos petroleros que quedaron presos seis meses. Es una locura.
Todo esto es una gran injusticia y provoca mucha indignación. No podemos quedar indiferentes frente a esto. Y encima frente a un gobierno que proclama que defiende los derechos humanos, que se dice popular… bueno, yo todavía estoy buscando con lupa a ver si es verdad.
Entrevistó Mirta Pacheco
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