La llegada del 2014 se hizo notar a fuerza de ruidos perturbadores. Las grandes ciudades con problemas en los servicios públicos, otras tantas inundadas, y seguramente lo más movilizador fueron los problemas en la economía, abordado por los grandes medios de comunicación de forma confusa para generar desconcierto, y en muchos casos sin una explicación precisa. Una de las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno Nacional son los “Precios Cuidados”, y sobre este implementación, los medios atacaron de nuevo: Que precios cuidados sí, que precios cuidados no.
La gestión kirchnerista está cumpliendo once años, en los que se percibió un crecimiento en la industria y en la economía, marcando un aumento continuo del PBI todos los años, excepto en el 2009. Entonces,¿por qué tanto desconcierto y crisis económica? Como afirma Eduardo Lucita, integrante del EDI (Economistas de izquierda), el desconcierto se provoca por los límites estructurales que tiene el capitalismo nacional que, al no aplicar políticas de raíz que alteren la matriz productiva y los procesos de acumulación y concentración del capital, vuelven a hacerse presentes los desequilibrios históricos de la economía nacional.
¿Qué quiere decir esto? Que el crecimiento económico favoreció sólo al capital concentrado, el gobierno se apoyó, para su proyecto de capitalismo en serio, en una burguesía nacional que de nacional solo tiene el DNI y la última casaca de Messi (cosa que no es ninguna novedad en nuestra historia), y que aprovechó la situación para llenarse los bolsillos sin reinvertir, impidiendo que se genere una industria competitiva en el país.El gobierno, conciliador de clases, hace una política de redistribución de ingresos de forma asistencialista, no tocando problemas de raíz, sino aplicando políticas de tipo tapón. Algunas de las políticas públicas implementadas son seguramente buenas iniciativas, pero que sino se profundizan sólo quedan en eso, y el supuesto avance alcanzado adolece de una perspectiva positiva a futuro.
Y en todo este barullo, ¿qué rol cumplen los precios cuidados? Otra de las políticas de parche a la cual nos tiene acostumbrados esta gestión. La devaluación sumada a la especulación empresarial (que aprovecha cualquier cosa para aumentar los precios y así sus ganancias, sin escrúpulos) dispararon los precios, no paralelamente conlos salarios. Por lo tanto, con esta medida se fija un precio máximo a una variedad de productos que integran la canasta básica.
¡Ah, pero suena lindo! Lo que tiene esta medida, ya llevada a cabo a lo largo de la historia en distintos países y por distintas tendencias políticas, es que puede resultar efectiva sólo a corto plazo. Por unos meses, comprando los productos cuidados, el salario familiar no dará altos números rojos. Pero la inflación seguirá creciendo al igual que la ganancia empresarial. Sumado a que estos últimos, ladillas como siempre, tienen cantidad de trampas (desabastecimiento de productos, aumento de los productos no cuidados, etc.) para mantener el nivel de ganancia mientras sea efectiva la medida.
La solución que encuentra el gobierno es un llamando a la población a que aplique la medida, ya que sin el apoyo de la misma es imposible llevarla a cabo. Pero, ningún gobierno ha procurado brindar a la población herramientas para que participe activamente de la política, se ejerce una democracia representativa y no participativa. El pueblo argentino se ha manifestado en distintas ocasiones, en situaciones límites donde la participación llevó a cambios importantes, ¿pero es este el caso? Se lo convoca a una acción muy limitada, que tarde o temprano al no hacer énfasis en la estructura productiva del país, va a terminar beneficiando a los grandes capitales concentrados, amigos de las prácticas liberales.
Otro Viento
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