domingo, 23 de junio de 2013

Una nueva noche fría



El Gobierno porteño anunció esta semana el lanzamiento del Operativo Frío, cuyo objetivo es asistir a personas en situación de calle durante el invierno, brindándoles cama, comida y techo. La falta de solución integral, la ausencia de la Ley de Emergencia Habitacional y el reclamo de organizaciones sociales sacan a la luz las grietas del programa oficial.

Esta semana el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lanzó el Operativo Frío, a cargo del equipo Buenos Aires Presente (BAP). El programa involucra a 40 unidades móviles y 700 profesionales que recorrerán la Ciudad de las 18 a las 3 de la mañana con los fines de “asistir a las personas en situación de calle y ofrecerles la posibilidad de acceder a un espacio para pernoctar, alimentarse y resguardarse de las bajas temperaturas”.
Anunciado por María Eugenia Vidal, el Operativo -exclusivo a la época invernal- otorga a los afectados un “kit de frío”. ¿En qué consiste el mismo? En “medias de algodón, gorro, cuello polar y guantes”, junto a frazadas y viandas calientes (esto último, sólo si se tratase de noche de “ola polar”, es decir, cuando hicieren “menos de 11°”).
Julieta Minervini, delegada del programa BAP, dialogó con el matutino radial Con el Pie Izquierdo al respecto del Operativo. Por empezar, desmintió que la cifra de trabajadores del BAP durante el invierno sea la anunciada por Vidal, ya que la misma no alcanza “bajo ningún punto de vista las 700 personas”. Además, aunque fuese así “no alcanzaría para cubrir las necesidades de la cantidad de personas en situación de calle que hay en la ciudad”, cuyo número se aproxima a 17000.
Otro de los interlocutores del programa radial fue Manu del Centro de Integración Monteagudo, donde se trabaja con personas en situación de calle, por fuera del amparo estatal. “La situación de calle no es solamente durante el frío, es durante todo el año” afirmó. Al respecto, Minervini acordó y continuó: “Nosotros, como trabajadores del BAP y como junta interna, creemos que el Gobierno tendría que dar una solución integral a esta problemática. No está preocupado en sacar a la gente de la situación de calle y darles alguna alternativa laboral, porque lo único que quiere es que cuando caminemos por la calle no veamos a un compañero durmiendo”.
Asimismo, estableció que la falta de puesta en funcionamiento de la Ley de Emergencia Habitacional (Ley 3706), votada hace 2 años en la Legislatura, es una traba para el buen funcionamiento del programa.
En tal sentido, cabe destacar la movilización que se produjo el martes a la Jefatura de Gobierno por parte de diferentes organizaciones sociales, bajo la consigna “Viviendas sí, desalojos no”. Horacio Ávila, referente de la organización Proyecto 7 -que también trabaja con personas en situación de calle- declaró ese día que "las políticas macristas actuales son una provocación. Lo que nosotros queremos es que se suspendan los desalojos en la ciudad, que se reactive la ley 341 y que se reglamente la ley 3706", en alusión a la Ley de Emergencia Habitacional.
Una de las aristas que queda al descubierto frente a cómo el Gobierno porteño busca paliar la problemática de la situación de vivienda sin abordarla de manera global, tiene que ver con la propia organización de las personas en situación de calle. Minervini concluye: “Han demostrado que pueden crear un hogar que funcione mucho mejor que cualquier hogar del Estado”. Mientras tanto, el mismo Estado se remite a brindarles un plato de comida caliente hasta las 3 de la mañana. Y sólo si hace mucho frío.

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