viernes, 21 de junio de 2013

Los Bachis presionan por reconocimiento y salarios



El Ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Esteban Bullrich, asumió el compromiso de reunirse con representantes de la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha. Lo hizo luego de ser interceptado en la calle mientras salía de la sede de Paseo Colón del Ministerio.

El martes de la semana pasada, la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha, que nuclea a la mayoría de estas escuelas de la Región Metropolitana, se movilizó a las puertas del Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Juan Tami Arias, docente de uno de los bachilleratos, contó a Marcha que "se llegó a la instancia de movilizar tras haberse cortado las negociaciones unilateralmente por parte de Max Gulmanelli, Director de la Gestión Estatal del Ministerio, quien encabezaba hasta el momento las mesas de diálogo y que no dio respuesta a las reivindicaciones de la Coordinadora por falta de voluntad política". En la última reunión que el funcionario macrista sostuvo con los representantes de la Coordinadora, éste se negó a seguir discutiendo el pliego de reivindicaciones de los Bachilleratos, intentando ponerle un candado al conflicto.
Las principales reivindicaciones que tiene actualmente la Coordinadora en la Ciudad de Buenos Aires están dadas por el reconocimiento de todos los bachilleratos y el pago de salarios para todos sus docentes. Esto, en el marco de una situación realmente heterogénea, ya que si bien hay 12 escuelas reconocidas por el Estado bajo la figura de UGE -Unidad de Gestión Experimental- otras 3 sólo lo están como experiencias educativas en curso bajo la órbita de gestión estatal, cuyos trabajadores no reciben remuneración por su tarea. En tanto, otros 4 bachilleratos aún no cuentan con ningún tipo de reconocimiento, por lo cual, aún teniendo cientos de estudiantes, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires les niega la posibilidad de emitir títulos oficiales. En el caso de las escuelas reconocidas, mientras que todas pueden gestionar títulos para sus egresados, dicho avance no se replica en los derechos laborales de sus docentes, ya que sólo cobran salarios quienes trabajan en las escuelas reconocidas como UGE.
La situación de los salarios estuvo cerca de resolverse, puesto que durante el año pasado los bachilleratos implicados acordaron con el gobierno porteño el reconocimiento del derecho laboral básico de sus trabajadores. Sin embargo, hasta el momento la gestión de Bullrich y Gulmanelli desconoce ese acuerdo y se niega a pagarle a los docentes. Esta situación por demás contradictoria muestra a todas luces el modo en que el PRO administra lo público; mientras que reconoce que los bachilleratos populares son instituciones educativas capaces de brindar un derecho básico a miles de estudiantes jóvenes y adultos, insiste en desconocer que las personas que llevan adelante dichas instituciones (públicas y estatales desde el momento en que fueron reconocidas) tienen que cobrar un salario digno como cualquier otro trabajador de la educación.
Conjugado el nivel de importancia de las reivindicaciones con la falta de voluntad política por parte de los funcionarios para resolver el conflicto, el martes 11 la Coordinadora concentró una importante columna en Avenida de Mayo y Bolívar, desde donde se movilizó hasta las puertas del Ministerio para realizar allí un breve acto en el cual hablaron tanto estudiantes como docentes. Luego comenzó una larga espera, que se interrumpió de manera bastante particular cuando el Ministro de Educación, Esteban Bullrich, trató de escapar caminando como si nadie lo conociera.
Paula Ramírez, del Bachillerato Popular "Vientos del Pueblo", relató a Marcha: "Nos habíamos comunicado telefónicamente con la secretaria de Gulmanelli y estábamos preparados para que nos atendieran, aunque todo indicaba que no iban a hacerlo. En eso, una compañera detecta que Bullrich se estaba escapando por una puerta lateral, como si nada sucediera". En ese momento, los manifestantes trataron de detener la huída del ministro y lograron interceptarlo en la esquina de Paseo Colón y Alsina. Allí, ante el lente atento de las cámaras de medios de comunicación alternativos, Bullrich tuvo que responderles cara a cara a los cientos de docentes y estudiantes que lo interpelaron.
Fue entonces que, tras casi una hora de interpelación pública, el funcionario macrista se comprometió a atender personalmente a los representantes de la Coordinadora. Asimismo, empeñó su palabra acerca de la regularización del pago de salarios. Distinta fue su actitud respecto del reconocimiento de los bachilleratos populares más recientes, sobre lo que se mostró muy reticente, negando así el derecho a la educación a cientos de estudiantes que hoy asisten gratuitamente a esas escuelas.

Marcha

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