lunes, 24 de junio de 2013

La derecha ya tiene sucesor



Sergio Massa, actual intendente de Tigre, fue la sorpresa tras la presentación de listas para las elecciones legislativas. Con su postulación adelanta una salida post kirchnerista “razonable” para los grandes intereses empresarios.

Los tres datos fuertes del día de ayer fueron la confirmación de que Massa encabezará la lista de diputados nacionales del Frente Renovador, el anuncio de que su candidatura no será testimonial y las características de la lista que confeccionó.

Se tiró a la pileta

Un buen político debe saber aprovechar las oportunidades y arriesgar cuando es necesario. Lo que no quiere decir que la apuesta le salga bien. Más allá de las pretendidas certezas de politólogos y encuestadores, la incertidumbre es la materia prima con la que debe aprender a manejarse quien aspira a conducir.
El gesto rupturista era fuertemente reclamado por los escritores a sueldo de las grandes corporaciones, en editoriales y columnas del “periodismo independiente”, verdaderamente dignas de colección. Si quedaban dudas se esfumaron por la euforia que muestran ante la decisión de Massa, a tal punto que un célebre empleado de La Nación ya empezó a caracterizar los vaivenes de Scioli como “defección”, “miedo” o “incapacidad de pelear”. Salió Scioli, entró Massa: evidentemente hubo un cambio en la formación titular de la oposición.
En los diez años de kirchnerismo hubo muchos dirigentes políticos que rompieron con Néstor y Cristina y se pasaron a la oposición. Lavagna, Cobos, Alberto Fernández, Moyano, por sólo nombrar a algunos. Hasta ahora a ninguno le fue bien. Massa renueva ese movimiento bajo la premisa de que se acerca un fin de ciclo político en la Argentina y aspira a ser quien pueda capitalizar la herencia kirchnerista. Más allá de su voluntad y sus capacidades, es probable que su suerte dependa mayormente del devenir del equipo gobernante.

Se juega a la política grande

Al asegurar que su candidatura no será testimonial, Massa entrega una primera respuesta a los que están interesados en definir si su ambición para el 2015 es la gobernación de la provincia de Buenos Aires o la presidencia de la Nación.
Sin hacer predicciones forzadas puede sacarse la conclusión de que su ingreso al Congreso Nacional tiene que ver con la intención de ganarse un lugar entre los políticos presidenciables. Para confirmarlo alcanza con imaginarse el escenario de haberse decidido a seguir su carrera política como intendente. Naturalmente, también hay que decir que asumir como diputado es una manera elegante de desligarse de los problemas de liderar una gestión opositora al gobierno nacional, como los que sufre Scioli desde que confesó su ambición de ser presidente.
Por otro lado existen elementos en su discurso que confirman esta perspectiva. Al intentar ubicarse a equidistancia tanto del kirchnerismo como de “los que creen que Argentina es Bagdad”, Massa mismo se ubica en el terreno de la disputa nacional. Lo hace con una estrategia “caprilista”, si se permite el neologismo tomado de la realidad venezolana. Una oposición moderada que recupera en el discurso puntos fuertes de la gestión kirchnerista. Frente a la polarización política que existe desde el 2008, habrá que ver hasta qué punto logra mantenerse en esa línea, y qué frutos podrá traerle. Seguramente el kirchnerismo intentará ubicarlo como un antikirchnerista más.

Juega con las corporaciones

Por último, un dato muy destacado es que tanto José De Mendiguren, ex presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), como Mirta Tundis, periodista de TN y del noticiero de Canal Trece serán candidatos en su lista.
En el caso de Tundis se trata de un refuerzo del explícito apoyo del Grupo Clarín a la lista de Massa, lo que no llama tanto la atención aunque sí entra claramente en contradicción con los supuestos comentarios favorables de Massa a la Ley de Medios.
Por otro lado, el caso de De Mendiguren es diferente. Se trata de una figura que hasta este momento fue asociada al kirchnerismo en las internas de la Unión Industrial, pero que sin embargo ahora va a enfrentar las listas del Frente para la Victoria en las elecciones. Este cambio de postura de un individuo representativo del más poderosos sector de los empresarios en Argentina debe ser estudiado con más profundidad.
Recordemos que tras el conflicto con las patronales agropecuarias del año 2008, ocho diputados provenientes de la Mesa de Enlace fueron llegando al Congreso en las listas opositoras, mayormente en la UCR. Muy poco pudieron hacer, embanderados detrás de la reaccionaria consigna del fin de las retenciones.
Sin embargo, no es lo mismo la UIA que la Mesa de Enlace porque en la Unión Industrial se enrola una parte importante del núcleo del poder económico de nuestro país, del que los ruralistas son un actor subordinado. A pesar de que en esta década atravesaron algunos conflictos, hasta ahora ninguno de los referentes del empresariado industrial se había decidido a pasarse a la vereda de enfrente del kirchnerismo.
Habrá que seguir atentamente esta situación, pero es probable que el poder económico haya decidido abandonar al kirchnerismo, o al menos poner fichas importantes en una alternativa opositora peronista que les pueda garantizar gobernabilidad y rentabilidad a partir de 2015.

Ulises Bosia.

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