domingo, 17 de febrero de 2013

Los árboles siguen en pie




La justicia porteña dio lugar a un recurso de amparo y suspendió cualquier actividad que implique modificación del espacio público, poda o remoción de árboles producto de las obras del Metrobus de la avenida 9 de Julio.

El juez Guillermo Schleiber, en su fallo, ordenó la suspensión "de toda actividad" que implique "la poda, trasplante, remoción o destrucción del arbolado público existente en la avenida 9 de julio afectada al Metrobus" y de la "supresión, reducción o limitación de los espacios parquizados". El recurso había sido presentado el viernes pasado por el ex legislador de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) Facundo Di Fillipo, quien se había mostrado preocupado por “el daño que esta obra le causa a la avenida más importante de la Argentina”.
La obra de este tramo de Metrobus es de tres kilómetros y, según el proyecto, instalaría carriles exclusivos para colectivos sobre la avenida 9 de Julio desde la avenida San Juan hasta la calle Arroyo, donde está previsto que circulen diez líneas. Su intención es disminuir el tránsito del centro porteño, aunque distintos especialistas afirman que no es la mejor iniciativa que se podría tener para esto, y que por menor costo de inversión se podrían hacer obras más efectivas.
Los trabajos para liberar los canteros centrales de la avenida, por donde circularía el Metrobus, incluyen el trasplante de 277 ejemplares de palos borrachos, tipas y jacarandás. Si bien también incluyen replantarlos en otros sectores de la ciudad como el parque Thays o los jardines del Borda, los ambientalistas afirman que, en primer lugar, muchos mueren en el camino o al ser podados fuera de la época de poda, y, en segundo lugar, que los árboles cumplen su función ambiental y paisajística en donde se encuentran ubicados ahora y no en otro lado.
María José Lubertino, legisladora, junto con la Red por el Patrimonio y la organización ambiental Propamba, presentaron ayer otro recurso de amparo. También solicita la suspensión de las obras, pero en este caso por "la destrucción simbólica, paisajística, urbana, arquitectónica y arqueológica a partir de una violación de derechos constitucionales, de la Constitución porteña, del Plan Urbano Ambiental y del Código de Planeamiento Urbano", según explicó Nidia Marinaro, de Propamba.
Por otro lado, Jonatan Baldiviezo, de la Asociación de Abogados Ambientalistas, indicó que el proyecto "viola no sólo la competencia de la Legislatura sino del Estado Nacional” porque presupone una autorización -que aún no tuvo lugar- por parte la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT)".
Si bien el fallo de ayer no suspende directamente las obras del Metrobus, implica una “detención de hecho”, según explicó Di Fillipo. La decisión judicial fue festejada en la calle el día de ayer, ya que se dio a conocer mientras se realizaba, en Hipólito Yrigoyen y Lima, una concentración de agrupaciones vecinales y ambientalistas, a la que también concurrieron legisladores de los distintos espacios políticos de la oposición porteña.
El abogado ambientalista Enrique Viale, fue duro con el proyecto macrista: “El paisaje más emblemático de la ciudad está siendo afectado irremediablemente”. “No corren el obelisco de casualidad”, ironizó sobre la destrucción de la plaza de la República y el arbolado en la principal avenida porteña que implicaría la obra.
En diálogo con Llevalo Puesto, de FM La Tribu 88.3, Rafael Gentili, integrante de la comisión de transporte de la Legislatura porteña por el bloque de Proyecto Sur, desmenuzó algunas de las aristas más problemáticas del proyecto.
- ¿Cuáles son los principales nudos problemáticos del proyecto de Metrobus sobre la avenida 9 de julio?
No están hechas ni las licitaciones para la obra. Es cierto que se hizo una audiencia pública, pero como son las audiencias en la Ciudad, es un mero procedimiento donde el gobierno presenta imágenes muy lindas de una realidad que se imaginan, que no se condicen con los hechos concretos. Llegamos a esta situación donde nos quieren imponer un hecho consumado. Todos coincidimos que hay que hacer muchas cosas para mejorar el transporte en la CABA, que es un caos, pero una obra de estas características que pone tantas cosas en juego como los árboles, es ridículo. Cambiar la postal de la CABA, sin siquiera plantear la discusión previamente en la Legislatura, es un error. Creemos que estas discusiones hay que hacerlas con la ciudadanía, y si hay muchos conflictos entre el poder político que los zanje la gente votando por sí o por no.
- ¿Por qué el macrismo intenta llevar esto delante de manera inconsulta aún cuando amplios sectores políticos y varios especialistas plantean que no es la mejor medida a tomar?
En el corredor del sur cuyas obras empezaron un par de meses antes que el de 9 de julio, llamaron a licitación y todo. Con este, ni siquiera eso. Hicieron un supuesto estudio de impacto ambiental y la audiencia pública. El proceso para hacer esta obra estaba mucho más retrasado que el del corredor del sur, y sin embargo ahora está mucho más avanzada. Es una decisión. Macri parece que se enamoró del Metrobus. Claramente con un cuarto de lo que sale hacer una estación de subte hace el Metrobus, y el impacto electoral que tiene es mucho más alto. Hay claramente una especulación electoral. Hay una obsesión de Macri con la 9 de julio, ya hace dos años nos proponía hacer una autopista subterránea por esa avenida. Evidentemente, Macri tiene algún interés en cambiarle la imagen a la 9 de julio, pasar a la historia de la ciudad en los próximos 20, 30 años, que la foto que se vea de la arteria típica de la ciudad sea una obra que hizo él, independientemente de si esa obra es buena o mala.
- ¿Cuál es el costo de la obra que intentan llevar adelante? ¿Qué alternativa se puede pensar para solucionar el tránsito en esa avenida?
El costo del Metrobus de la 9 de julio es tres veces más alto que el construido en la Avenida Juan B. Justo, con inflación mediante. Y está saliendo el doble de lo que está saliendo el corredor sur de la CABA. Estamos hablando de 150 millones de pesos por 3,5km de Metrobus. Es una barbaridad de dinero y una barbaridad, además, como solución al transporte. Estás compitiendo con el subterráneo. Estás creando una barrera en la principal avenida, cuando vos ahí tenés dos carriles prácticamente exclusivos que son las dos calles que están al costado de la 9 de julio. Entonces, si querés sacar los colectivos del centro, que es una buena decisión por la descongestión y por el impacto positivo en términos ambientales que eso genera, los podés mandar a los dos carriles que ya tenés tanto en Carlos Pellegrini y Bernardo de Irigoyen como en Lima y Cerrito. Y eso es a cero costo.
Cuando planteamos todo esto en la Legislatura, nos dijeron que eso complicaba a las cocheras que hay en esas calles. Eso es ridículo, porque también te podría pasar en avenida Santa Fe donde hay carriles exclusivos. Esas cosas se preveen y solucionan, y no hay que hacer ninguna obra, ni talar ningún árbol, ni nada. Con muy poca cosa se ponía a prueba esta idea de mejorar los tiempos de viaje en la ciudad, sobre todo para los que vienen del conurbano, que tienen muchas complicaciones. Porque el Metrobus no es otra cosa que un carril exclusivo, un poco más sofisticado.

Marcha

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