domingo, 17 de febrero de 2013
YPF: una apuesta a lo no convencional
En la localidad de Comodoro Rivadavia, la presidenta Cristina Fernández dio inicio a la exploración de petróleo y gas no convencional en la provincia de Chubut. La expansión de la frontera petrolera y debate sobre el futuro energético de la Argentina.
Esta semana, la presidenta Cristina Fernández inauguró el primer pozo de exploración de petróleo y gas no convencional de la provincia de Chubut, cuyo descubrimiento había sido anunciado en agosto del año pasado. Se trata del yacimiento D-129 ubicado frente al golfo San Jorge, que junto con el pozo Agua de Bandera, ubicado a 200 kilómetros de Comodoro Rivadavia, constituye la apuesta petrolera de la provincia gobernada por Martin Buzzi, quien estuvo ayer presente durante el anuncio de la Presidenta. Junto a él se encontraban también el intendente de Comodoro Rivadavia, Néstor José Di Pierro, así como el ministro Julio de Vido y el titular de YPF, Miguel Galuccio.
Según los detalles especificados desde YPF, Agua de Bandera tendría un potencial de 50 billones de pies cúbicos de gas natural, mientras que el pozo D-129 estaría cerca a los 45 billones de pies cúbicos de gas natural. Las reservas de ambos yacimientos, de acuerdo a los cálculos manejados por YPF equivaldrían a la mitad del gas disponible en el yacimiento de Vaca Muerta, ubicado en la provincia de Neuquén, que rondaría aproximadamente los 270 billones de pies cúbicos. Desde la empresa petrolera aseguraron que el pozo exploratorio requerirá de una demanda inicial, superior a los 60 millones de pesos, y permitirá realizar un estudio acerca de los 400 metros superiores de formación del mismo.
Durante el anuncio, realizado en el predio ferial de Comodoro Rivadavia, la Presidenta afirmó: “Queremos ir por todo, por el convencional y el no convencional”, en relación al objetivo planteado desde el Estado nacional de extender la frontera petrolera de la mano de la exploración de los nuevos yacimientos de petróleo no convencional, pero también bajo la incorporación de nueva tecnología que permitiría la explotación de los hidrocarburos convencionales, como sucede con el yacimiento Manantiales Behr. En su discurso destacó también que “hacía más de 15 años que no se llevaba adelante un proceso de exploración en Comodoro Rivadavia”. A su vez, la Presidenta también se refirió a aquellos que cuestionaron la capacidad de producción petrolera de YPF diciendo: “Hemos parado el formidable declino que tenía la producción de gas y petróleo y combustible, aumentando considerablemente y este año lo vamos a volver a hacer".
Por su parte, el titular de YPF, Miguel Galuccio, resaltó en el mismo sentido que durante el año 2012 hubo un crecimiento en la producción de crudo cercano al 2.5% contra la caída del año anterior que había sido del 8%, así como una reducción en la caída de la producción de gas, que pasó del 11% para el año 2011, a un 2.3% para el año 2012. Galuccio dio cuenta de esta forma de los logros de un año de gestión desde la expropiación de YPF a Repsol de España. En relación con la inversión de 60 millones de pesos, necesaria para la exploración del pozo D-129, Galuccio sostuvo “lo que parecía una utopía es hoy una realidad, pero el desafío es lograr un crecimiento masivo para poner en producción los recursos que tenemos”.
El debate sobre el futuro energético
Argentina cuenta hoy en día con la tercera reserva más grande de hidrocarburos no convencionales del mundo, sólo superada por China y Estados Unidos. La capacidad para explotar esta fuente de energía es presentada entonces como la posibilidad que encuentra el país de superar sus problemas en dicha materia de cara al futuro y revertir el déficit en la balanza energética, que solo en el año 2011 presentó un pasivo de 2.900 millones de dólares. Es aquí donde la extracción de petróleo y gas no convencionales, mediante el método del fracking o fractura, aparecen como salvadores de la endeble estructura hidrocarburífera; en un país que es 90% dependiente de los hidrocarburos en materia energética, con un limitadísimo desarrollo de energías alternativas, y con serios problemas tantos en la capacidad de refinación instalada, como en la distribución y transmisión.
Lo que es preciso discutir entonces de cara al futuro energético y a las posibilidades abiertas con la expropiación de YPF, pasa no solo por la necesidad de aumentar la producción energética que permitan sostener el consumo como sostenía Galuccio durante su exposición en Comodoro Rivadavia el día martes, sino bajo que modalidad se desarrollará la misma. Ya en reiteradas ocasiones movimientos sociales en defensa del agua han denunciado los efectos que puede traer el fracking si la fractura hidráulica alcanza algún acuífero, así como la contaminación producida por los químicos utilizados para separar los hidrocarburos extraídos de la roca, sumado a esto, los llamados “incidentes ambientales” producto de explotaciones tradicionales y que han vertido sobre la cuenca de ríos millones de litros de petróleo y agua contaminada.
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