martes, 17 de julio de 2007

Nueva base militar de Estados Unidos en Colombia.



Uribe, lacayo al servicio del imperio!
Expertos consultados coinciden en aceptar que una Base en Colombia complementaría a las existentes y estaría en capacidad de controlar todas las operaciones -no sólo relacionadas con la insurgencia colombiana- sino con todo tipo de actividades políticas soberanas que se realicen en América Latina y en el Caribe.

ALTERCOM
En el próximo mes de julio, en Lima-Perú, se celebrará otra de las famosas ’Conferencias Hemisféricas’ sobre «Seguridad, Cooperación y Desarrollo» bajo la batuta de Estados Unidos de Norteamérica y su ministerio de Guerra, llamado Pentágono.

Esta Conferencia del Hemisferio Occidental ha despertado hondas inquietudes entre analistas políticos, periodistas y comunicadores sociales, sociólogos y politólogos de América Latina y, sobre todo, de Perú y Colombia, dos países previamente escogidos por Washington para trasladar la Base Militar que se estaciona actualmente en Manta-Ecuador, hasta uno de esos países. El “Convenio” inconstitucional que adjudicó dicha base a los militares estadounidenses no será renovado por el Presidente Rafael Correa, como lo anunció, acogiendo un pedido mayoritario de la opinión pública nacional, organizaciones populares y de DDHH.

En principio, el más opcionado fue Perú, pero debido a la seria oposición que comenzó a gestarse, el Pentágono, al parecer, se inclina por Colombia que, por intermedio de altos jefes militares y políticos, ya habría puesto a disposición de Estados Unidos un extenso territorio estratégico para que allí instale una nueva Base Militar más moderna y poderosa que la que existe en Manta.

Expertos consultados coinciden en aceptar que una Base en Colombia complementaría a las existentes y estaría en capacidad de controlar todas las operaciones -no sólo relacionadas con la insurgencia colombiana- sino con todo tipo de actividades políticas soberanas que se realicen en América Latina y en el Caribe.

Periodistas democráticos de Colombia, muchos vinculados a organismos defensores de derechos humanos, sostienen que personajes del Alto Mando de las Fuerzas Armadas de Colombia acogiendo la insistente petición del Pentágono ya habrían planteado la cuestión ante el ministerio de Defensa del presidente Álvaro Uribe Vélez.

Recordaron que Estados Unidos posee en Colombia, abierta y encubiertamente, tres bases militares:

1. La más grande de ellas está ubicada en el sitio Tres Esquinas en el Departamento de Caquetá.

2. Otra base militar estadounidense, aunque poco conocida, está en el sitio denominado Florencia, igualmente en el Departamento de Caquetá, en la Hacienda Larandia.

3. La tercera está situada en el Departamento de Meta, en la parte central de Colombia, en la ciudad de Villavicencio. En esta Base están acantonadas las unidades de aviación que combaten a las guerrillas de las FARC-EP y, también, la llamada «inteligencia técnica» del Pentágono.

Expertos y asesores militares norteamericanos residentes en Colombia que, aparentemente, sin motivo han comenzado a crecer en número y en equipos técnicos y armamento, ya en grupos o ya como conjunto militar asesor-operativo, presionan de manera constante a los mandos militares de las Fuerzas Armadas de Colombia interesadas en mantener y ampliar los famosos Plan Colombia y Plan Patriota, para que a su vez presionen al gobierno de Uribe, a fin de que ceda territorios para allí instalar una nueva base militar que reemplace a la de Manta.

América Latina se prepara para rechazar esa nueva ofensiva militar que Estados Unidos pretende montar en el hermano territorio colombiano con el objetivo neocolonizador de dominación total y absoluta y bajo el desgastado pretexto de la lucha contra el ’narcotráfico’ y el ’terrorismo internacional’.

Y en los mismísimos Estados Unidos, sectores antiguerreristas y democráticos cansados ya de sobrellevar guerras y víctimas, provocadas para restaurar una economía en crisis y para adueñarse de recursos energéticos a precio de gallina robada, levantan su voz de protesta contra esta nueva aventura militar intervencionista. Bush y el complejo militar industrial, insensibles, acercan la guerra a su territorio nacional.

¿Que la paz sea con nosotras y nosotros? Ojalá...!

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