viernes, 22 de junio de 2007

MACRI - FILMUS.

DOS CARAS DEL MISMO PROYECTO

El próximo domingo 24 la ciudadanía de la ciudad de Buenos Aires es convocada nuevamente a las urnas para optar entre un beneficiario directo de los ´90 y un representante de la clase política que hizo posible esa transferencia escandalosa de riqueza hacia esa minoría de ricachones en aquellos años.
Como vemos, los verdaderos intereses de la inmensa mayoría de los porteños estarán ausentes en tal jornada.
En honor a la verdad, la situación política de la ciudad de Buenos Aires es el espejo de la situación que atraviesa todo nuestro país, pero es también la confirmación de los verdaderos alcances, y límites políticos, de los llamados sectores progresistas.
Toda la izquierda “progre” se ha nucleado alrededor de Filmus –hasta el Partido Comunista con Echegaray a la cabeza- bajo el argumento de que hay que impedir el avance de la derecha, como si en realidad el que planteara acabar con las libertades públicas y poner en caja al movimiento en lucha fuera sólo Macri.
¿Acaso no fue este gobierno el que terminó de cercar los lugares públicos? ¿Acaso no fue este gobierno el que intentó impedir el ingreso de las movilizaciones a Plaza de Mayo?.
¿No es bajo este gobierno que se aprueba –hace una semana- la ley anti-terrorista que exigía el gobierno norteamericano?
¿No es este gobierno el que encubre a los asesinos políticos e intelectuales del Puente Pueyrredón, de Teresa Rodríguez y de Fuentealba entre otros?
Y así podríamos seguir enumerando cientos de ejemplos más, como también los casos de corrupción que no han terminado, sino que se han potenciado; pero lo central no es que estos sectores desconozcan todo esto, sino que hay potentes intereses que los llevan a actuar de esa forma. Y los intereses que expresan los sectores llamados “progresistas” no son otros que los de las franjas bajas o intermedias de la burguesía. Por eso terminan subordinadas a los intereses del gran capital.
Como decía un compañero: no se trata de si Heller es del PC o no, la cuestión es que el PC se ha convertido en apéndice del Credicoop.
La manera de parar a la derecha no es subordinándonos políticamente a posiciones mentirosas o impotentes para jugar tal rol.
La única manera es contribuyendo a construir una nueva izquierda. Una nueva izquierda con vocación de poder y con construcción de masas, capaz de superar el sectarismo como de comprender la importancia de las construcciones sociales. Una izquierda que aproveche los resquicios democráticos, que dé batalla por las libertades públicas, pero que tenga claro que el eje del cambio social no pasa por el parlamento burgués ni por ninguna de sus instituciones.
Por todo ello, ni Macri ni Filmus. No al patrón ni a su administrador.

Movimiento Teresa Rodríguez

Trabajo, Dignidad y Cambio Social

16 de junio de 2007

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