miércoles, 25 de septiembre de 2024

Uruguay: puede ganar un plebiscito que reclama reducción de la edad jubilatoria, jubilación mínima igual al salario mínimo y fin de las AFJP


El 27 de octubre se realizarán las elecciones presidenciales uruguayas. Junto a las elecciones presidenciales se votará por Si o No en un plebiscito impulsado por la central sindical PIT-CNT y organizaciones sociales y políticas en favor de los trabajadores activos y de los jubilados.
 Los puntos centrales del plebiscito son: restablecer la edad de jubilación a los 60 años, equiparar las jubilaciones al salario mínimo nacional y eliminar las administradoras de fondos de ahorro previsional (AFAP), equivalentes a lo que fueron las AFJP argentinas. 
 En los planes del gobierno de los candidatos patronales de la coalición actual de gobierno y del Frente Amplio hay, por el contrario, una agenda similar a la de Milei. Incluye un brutal recorte de los sueldos, eliminar conquistas jubilatorias adquiridas, elevar la edad jubilatoria y dar un nuevo impulso a la jubilación privada. 
 La derecha uruguaya que promueve el NO sostiene los mismos argumentos que que el gobierno de Milei: si se aprueba el aumento del gasto en jubilaciones habrá consecuencias trágicas inmediatas, que impedirán atender a niños y adolescentes, limitará los recursos disponibles para educación y salud, aumentará el déficit fiscal y la deuda pública; se perderán inversiones y, como consecuencia, se incrementará el pago de los intereses de la deuda; entraría en una crisis total del sistema de seguridad social con costos gigantescos. 
 Los que promueven votar por el No, se alinean con las teorías de la “estabilidad de las reglas de juego”, con el objetivo de atraer capitales extranjeros favorecidos con exenciones tributarias, mientras se aplica un ajuste permanente contra los trabajadores para reducir el déficit fiscal. 
 El gobierno de Lacalle Pou impulsa fuertemente las AFAP cuando estas están fracasando en todo el mundo, libera al Estado de responsabilidades en la seguridad social y condena a los trabajadores a sacrificar ingresos y años de vida. En cambio, las medidas que propone el plebiscito implican claramente una distribución de costos y beneficios más favorable a los trabajadores. En Uruguay también están los que quieren comer el asado de Milei.
 Al igual que en la Argentina, un sector de la oposición apoya la reforma previsional que plantea la derecha. Esa oposición, que anida nada menos que en el Frente Amplio, incluye a su candidato presidencial, Yamandú Orsi. La derecha del Frente Amplio considera que votar por el SI le puede implicar una pérdida de votos. Que gane el Frente y "después vemos", es la línea general que se impone en la dirección del Frente Amplio. Un sector mayoritario de la población, que votará a la coalición de gobierno, pero especialmente al Frente Amplio, se está inclinado a votar por el Sí, La presentación de 430.000 firmas y los resultados de las encuestas indican un elevado porcentaje de simpatía y tendencia a votar por el SI. En una época en que sobran los grandes virajes electorales, Uruguay aporta lo suyo: los votantes del SI votarán a los partidos del NO. La crisis de dirección de las masas no podría ser más evidente. 
 Los bancos y las cámaras empresariales están preocupados por este plebiscito. 

 Juan Ferro 
 24/09/2024

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