La cuestión ambiental se ha convertido en un escenario de choques de intereses, como lo demostró el “Chubutazo”, quince días atrás, contra la zonificación minera que aprobó la Legislatura. Una verdadera rebelión popular obligó al gobierno de Mariano Arcioni a recular de un proyecto "estratégico".
La explotación minera y de otros recursos naturales ha sido convertida por el gobierno FF en una verdadera quimera para "producir" dólares en el país y pagar la deuda externa. Alberto Fernández ha sido expresivo al respecto en reiteradas ocasiones. El Consejo Federal de Minería (COFEMIN), que integran los gobernadores y representantes del Estado nacional, es un lobby activo en este terreno. A la luz de la experiencia, los monopolios internacionales que explotan la minería dejan chirolas en materia de regalías, y un pasivo ambiental, en cambio, irremontable.
Los incendios que regularmente arrasan grandes extensiones de bosques nativos son promovidos por el capital agropecuario, con el deliberado propósito de expandir la frontera agrícola. El desastre se ha cobrado numerosas vidas. Recientemente fallecieron el piloto y el mecánico de un helicóptero utilizado para intentar sofocar las llamas en la Patagonia, donde ya fueron arrasadas por el fuego al menos 4 mil hectáreas.
En Mar del Plata, el gobierno dio luz verde a la exploración petrolera en dos bloques de la plataforma marítima ubicados en aguas profundas, a 300 y 450 kilómetros de la costa de la principal ciudad balnearia del país. El intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro (JxC), se pronunció opositor a la iniciativa, en nombre de los intereses turísticos y pesqueros que hoy explotan los recursos de "la Feliz" y que, efectivamente, podrían verse afectados en sus propios negocios. La cuestión divide a la clase capitalista y a sus partidos, tanto por intereses económicos como políticos. De hecho, Macri había promovido un proyecto petrolero similar. Las empresas interesadas son Equinor-YPF, Exxon, Pluspetrol, Total, entre otras. Además, AF autorizó por decreto una rebaja de las regalías off shore. Días atrás, hubo un piquete en el ingreso a Chapadmalal para impedir la llegada de AF, en vísperas de Año Nuevo.
Oculto tras bastidores, el ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié, habilitó esta tentativa de explotación off shore, y miró para otro lado cuando se produjo la rebelión chubutense.
El capitalismo, como mediación entre el hombre y la naturaleza, ha reconfirmado su decrepitud: es un régimen predador.
Movilicémonos contra el desembarco de los monopolios capitalistas y contra sus gobiernos.
Jacyn
04/01/2022
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