El diputado nacional de La Libertad Avanza, Javier Milei, llevó a cabo el sorteo de su primera dieta como parlamentario del Congreso. Convocó a una rifa del primer sueldo legislativo en el que, a cambio, los inscriptos tenían que dejar varios datos sensibles sobre información personal. Se estima que Milei logró conformar así una base de datos de al menos un millón de personas, en un país donde la pobreza rige como regla general y el salario mínimo es de seis veces menos que los ingresos de los diputados.
La travesía política de los “liberales” pretende ser vendida como un fenómeno novedoso, aunque lejos esté en los hechos de serlo. Milei, quien fue asesor del genocida Bussi en el Congreso, montó una demagogia vociferando contra la “casta política” para posicionarse como “rebelde”, como “antisistema”. Pero naturalmente un diputado que puede vivir mes a mes regalando el 100% de su remuneración es porque sus ingresos provienen de otro lado. ¿Quiénes financian entonces, objetivamente, a Javier Milei y los representantes de La Libertad Avanza?
Este ha sido un gran interrogante desde su ascenso en la carrera por un cargo en el Estado, y que fue motivo de investigaciones variopintas. Javier Milei es, ante todas las cosas, funcionario y ejecutivo del holding liderado por Eduardo Eurnekián, un fiel representante de la patria contratista que hizo una vida de negocios con el Estado. Pero la acción política de los “liberales” tiene también un jugoso sustento económico. El programa Un país de boludos sugirió prestar atención a un hecho que nunca dejó de estar a la vista, y que recogieron en un episodio dedicado a la cuestión: en varias de sus intervenciones, entrevistas y charlas, los principales referentes de este movimiento -ya no solo Milei, sino también por ejemplo el diputado Espert de Avanza La Libertad y otras figuras ultraderechistas que no integraron listas pero tienen presencia en redes y conversatorios- agradecen a denominadas “fundaciones” que los patrocinan.
El común denominador entre todas estas es que, a su vez, reciben el financiamiento de enormes magnates del capital financiero y monopolios de enorme peso en el mercado internacional. Por ejemplo, Milei agradeció en varias ocasiones a la Fundación Atlas, que es parte de una red de ultraderecha que opera en todo el globo y recibió en su historia aportes que van desde Philip Morris o la petrolera Exxon hasta el imperio familiar republicano de los empresarios Koch, en Estados Unidos. Y de aquí se desprende otro dato interesante: la Red Atlas, que tiene presencia en numerosos países semicoloniales (operando en todos ellos para reforzar la dominación imperialista) también contó bajo el gobierno de Trump con el financiamiento del mismísimo Departamento de Estado yanqui. En Argentina, son financiados por un repertorio que va desde la Sociedad Rural de Santa Fe al Jockey Club y decenas de organizaciones de derecha asociadas, incluso cristianas. Quizás sea por esto que el diputado se expresó contra el aborto hasta en casos de violación.
A su turno, José Luis Espert, quien supo estar en el centro del escándalo por sus vínculos con el empresario narco “Fred” Machado, agradeció en ocasiones a la Fundación Libertad. Según la información que se desprende de su propia página web, a esta última la financian empresas como Osde, Galeno, Medifé, Sancor, el Banco Hipotecario, el Banco Francés, el HSBC, el ICBC, el Santander Río, Tarjeta Naranja, la Bolsa de Comercio rosarina, Paladini, Cargill y Vicentin, entre otras tantas. A fin de cuentas, terminan siendo estos pulpos una y otra vez responsables del saqueo del país los mismos que le permiten a los Milei rifar sus dietas y hacer demagogia de cara a un país hambriento.
Es quizás por esto mismo que el diputado por la Ciudad de Avanza la Libertad ocultó por completo su fuente de financiamiento real durante la campaña electoral, aduciendo que la fuerza que integra solo tuvo lo transferido por el Estado a los partidos. Ni un aportante registrado formalmente. En esencia, los “liberales” han sido vastamente financiados por el imperialismo yanqui, por los Trump y por los Bolsonaro; pero incluso también por sectores de la burguesía nacional, que gobierna con los Fernández como la vía con más espalda entre las masas para descargar el ajuste y las reformas que reclaman pero valiéndose de los anteriores como un “factor de presión” a la búsqueda de imponer la totalidad de su agenda.
Dime quién te financia y te diré quien eres
Al momento de escribirse estas líneas, el Partido Obrero atraviesa su campaña financiera, en la que miles de trabajadores, estudiantes, activistas y luchadores hacen su aporte para sostener un partido revolucionario. Es una línea divisoria que nos separa de manera irreconciliable con todos los que han gobernado el país en las últimas décadas, llevándolo a la catástrofe social que atravesamos, y con los Milei y los Espert, que se venden como una salida “antisistema” pero que en los hechos representan su costado más reaccionario.
Su planteo de que los diputados no cobren ni un centavo es, como señaló el legislador porteño del Frente de Izquierda – Unidad, Gabriel Solano, una posición defendida históricamente por la aristocracia que podía vivir de sus rentas. Al fin de cuentas, los únicos que podrán acceder a un cargo parlamentario serán quienes tengan asegurados sus ingresos sin la necesidad de trabajar. Por tanto, bloquea la posibilidad de que los explotados en general puedan ingresar a los distintos recintos. Aunque, claro, también rechazamos de lleno que los ediles cobren sus dietas de privilegio muy por encima de lo que gana cualquier trabajador. Frente a esto, nuestro planteo socialista es claro: que ningún salario esté por debajo de la canasta básica familiar y que en ese contexto un diputado cobre como cualquier trabajador. En consecuencia de ello, los diputados y legisladores del Frente de Izquierda – Unidad lo ponen en práctica. El excedente del monto lo donan a distintas luchas obreras y causas populares.
En su pantomima de vociferar contra “la casta”, Milei encubre la intención profundamente reaccionaria de que los trabajadores no puedan llegar a las cámaras donde gobiernan los representantes de los capitalistas a conformar una bancada propia de su clase.
Manuel Taba
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