El martes 4 hubo grandes concentraciones en 20 puntos del país, con mayor concentración en la Costa Atlántica y Plaza de Mayo en el marco del #Atlanticazo, que denuncia la explotación de petroleras off shore en el Mar Argentino, y por los incendios forestales en 11 provincias. En ese marco, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, tuiteó: “El 2021 cerró con la superficie quemada más baja de los últimos 5 años. El fortalecimiento del Servicio Nacional de Manejo del Fuego mejoró el desempeño del Sistema Federal y de las tareas de combate de las que son responsables las provincias”. El ministro festeja que haya 300.000 hectáreas de incendios.
Concretamente ha bajado la cantidad de hectáreas afectadas por los incendios con respecto al año pasado, ya que en las zonas de las sierras de Córdoba y Entre Ríos hubo mayores precipitaciones que en años anteriores (Servicio Meteorológico Nacional, 21/12/21). Es decir, esto ha bajado por causas naturales, nada que la gestión de Cabandié pueda adjudicarse.
Si bien el gobierno se jacta de haber aumentado el financiamiento del Servicio Nacional de Manejo del Fuego en $ 2.640 millones, esta suma es escasa e insuficiente. Actualmente, en los focos activos de incendios que tienen como epicentro la Patagonia, las denuncias son la falta de recursos y su llegada tardía. En todos los focos hay escasez de aviones hidrantes y brigadistas para controlar las llamas. Es cierto que los factores climáticos inciden en la propagación de los incendios (como la falta de precipitaciones, las temperaturas elevadas, el bajo porcentaje de humedad, las heladas y los vientos fuertes, etc.) Pero a sabiendas de que existía este riesgo, el gobierno no tomó medidas de emergencia: el ajuste es incompatible con el cuidado del ambiente.
Incendios en todo el país
Mientras que Cabandié festeja que haya menos focos que en años anteriores, hay 11 provincias arrasadas por el fuego. En Chubut, la provincia que viene de derribar la ley de zonificación minera con una potente organización y movilización popular, hay varios focos de incendio. El sábado 2 comenzó el incendio en Puerto Madryn, sobre la ruta 3, en la zona del parque eólico al norte de la ciudad. Hasta el momento, las llamas consumieron cerca de 90 mil hectáreas entre focos activos y zona lastimada por el humo y la ceniza.
En Neuquén, más de 6 mil hectáreas fueron quemadas por los incendios que comenzaron hace tres semanas. Dos brigadistas resultaron muertos tras caerse un helicóptero combatiendo el fuego en el foco de Aluminé. En Río Negro, el último informe determinó que el 31 de diciembre de 2021, el fuego había avanzado un poco más y afectaba una superficie de 5.935 hectáreas. El fuego consumió los alrededores del lago Martin en sus dos orillas, sur y norte, una porción del sector norte del Steffen y la totalidad de la zona sur, sumó una amplia superficie hacia el cerro Santa Elena y en dirección este hacia la ruta nacional 40. Desde el primer informe que cuantificó la superficie afectada, emitido el 26 de diciembre, hasta el 1 de enero, en solo cinco días, el fuego pasó de afectar 2.972 hectáreas a 5.935 hectáreas, un 100% más (RN, 2/1).
En Tierra del Fuego hubo tres focos de incendio en las últimas semanas. Dos de ellos bajo guardia de cenizas (Estancia Sara y Estancia La Fueguina) y uno está extinto (Ex Estancia Punta Segunda). Si bien la Patagonia es la zona más afectada, también se registraron focos de incendios en Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Santa Fe y Formosa.
La responsabilidad del Estado
El mismo ministro declaró que es imposible pagar la deuda con el Fondo Monetario Internacional sin contaminar. Con estas declaraciones dejó al desnudo que el motivo real que condiciona toda la política económica y que está detrás de la depredación ambiental y el saqueo de los bienes naturales. Parte de los incendios son intencionales, para cambiar los usos del suelo. Otra parte son producto de la negligencia estatal, como los que se producen por fallas en instalaciones eléctricas. Si bien es cierto que en la Patagonia afectaron las sequías, falta de lluvias y nieve, el ministro busca echar culpas en los factores climáticos para desligarse de las responsabilidades en el Estado.
El calentamiento global que promueve estos incendios parte de un régimen social que este gobierno avala y fomenta. El ministro reconoce que toda la explotación devastadora de la megaminería, los agronegocios, la exploración de las petroleras, el fracking -además de reportar ganancias a los pulpos multinacionales que las emprenden- solo sirve a los fines de honrar los compromisos con el FMI y los bonistas.
La defensa del ambiente y la importancia de enfrentar el lobby de los agronegocios, las petroleras, las mineras y los desarrolladores inmobiliarios está en las manos de la organización y movilización popular e independiente, en el camino del Chubutazo. Enfrentemos la política económica de ajuste dictada por la intención de llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario, la cual aúna a oficialistas y opositores.
Camila Mic
Prensa Obrera
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