Después de múltiples demoras, la jueza federal Alicia Vence requirió la declaración indagatoria de Juan Ronaldo Tasselkraut y Rubén Pablo Cueva, exdirectivos de Mercedes Benz, por su participación en crímenes de lesa humanidad en 1977. “Es un gran avance para poner fin a la impunidad de tantos años", celebraron las querellas.
Tras siete años de demora, y luego de que la fiscalía y las querellas insistieran para que se avance en esta línea, la jueza federal de instrucción 2 de San Martín, Alicia Vence, citó a indagatoria a los ex directivos de Mercedes Benz Juan Ronaldo Tasselkraut y Rubén Pablo Cueva por su participación en crímenes de lesa humanidad contra trabajadores de esa automotriz durante la última dictadura.
“Es un gran avance para poner fin a la impunidad de tantos años de estos dos civiles cómplices del terrorismo de Estado junto con las patronales”, consideró Pablo Llonto, abogado que representa a la familia de Diego Eustaquio Nuñez, uno de los trabajadores secuestrados y desaparecidos de la fábrica automotriz emplazada en González Catán, y de uno de sus compañeros, Héctor Aníbal Ratto, el único que sobrevivió. Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales, que también es querellante en la causa, coincidieron: “Es una decisión que era necesaria. Las pruebas de la responsabilidad de la empresa, y de estos dos gerentes en particular, son muy claras”, apuntó el abogado Tomás Griffa.
Los primeros pedidos para que Vence indague a Tasselkraut y Cueva datan de fines de 2014: los señalaban como quienes habían entregado a los 18 obreros de Mercedes Benz --algunos eran delegados-- que fueron secuestrados en la fábrica o en sus domicilios en 1977. Los siete trabajadores que integran la instrucción en San Martín, y por los que se requirió la declaración de los ex directivos, fueron llevados al centro clandestino “El Campito”, que funcionó en Campo de Mayo. Solo sobrevivió Ratto. Para entonces, Tasselkraut era gerente de Producción y Cuevas, gerente de Asuntos Jurídicos. Sobre ellos, la fiscalía apuntó por “haber arbitrado los medios necesarios para indicar y señalar al personal militar (...) a los delegados y empleados” de la firma “para que pudieran ser privados de la libertad y así ejecutar el plan de represión implementado por el entonces gobierno de facto”.
Además del aporte de listas y de los domicilios de los trabajadores, en la causa figuran algunos otros elementos: desde el testimonio de Ratto, que cuenta claramente cómo escuchó en el despacho de Tasselkraut cómo este daba la dirección de la casa de Nuñez, quien a las pocas horas fue secuestrado, hasta documentación que indica que poco antes de que comenzara la cacería, los directivos de Mercedes Benz se habían reunido con militares, expresando su preocupación por la persistencia de los reclamos de los trabajadores. “Todas las víctimas eran trabajadores con militancia sindical, que la empresa consideraba molestos por sus reclamos”, indicó Griffa.
Vence respondió aquel primer pedido con un “téngase presente” y la referencia a algunas medidas de prueba que haría rodar para reforzar las razones para indagarlos. Al año siguiente las partes insistieron, pues la situación estaba en el limbo. Llegó el juicio por la Megacausa Campo de Mayo, que inauguró las testimoniales con el relato de Ratto y el de familiares de los obreros desaparecidos, pasaron los meses, llegaron los alegatos pero de la situación de los empresarios, nada. A mediados de mes, la fiscalía y la querella de Llonto insistieron con un nuevo pedido de indagatoria.
El tema, en tanto, incluyó el alegato del CELS, que pidió al Tribunal Oral Federal 1 de San Martín que exhorte al juzgado de Vence para que de una buena vez avance en este sentido. Para los militares juzgados por estos casos --Santiago Omar Riveros, Eugenio Guañabens Perelló, Carlos Eduardo José Somoza, Hugo Miguel Castagno Monge y Carlos Francisco Villanova--, tanto el CELS como Llonto pidieron penas elevadas, de más de 20 años de prisión.
Finalmente, la orden de la jueza llegó en las últimas hora y fue notificada esta mañana, a un día de comenzar la feria judicial de verano. Tasselkrauy y Cuevas deberán presentarse a indagatoria el 9 y 10 de marzo de 2022.
Para las querellas, las razones para indagar a los empresarios estuvieron claras desde un inicio. “Estuvo siempre claro que desde la empresa salieron las listas y las direcciones y que además colocaron personal militar y de inteligencia dentro de la fábrica para espiar a los trabajadores. Los directivos de Mercedes Benz y los gerentes involucrados deben responder como lo fue en el caso de la Ford”, postuló Llonto. Los exjerarcas de la planta automotriz de General Pacheco Pedro Müller y Héctor Sibilla fueron condenados en 2018 por secuestros y torturas a trabajadores de esa fábrica, un fallo que fue recientemente confirmado por la Cámara Nacional de Casación.
Por su parte, Griffa insistió en que Tasselkraut y Cuevas “debieron estar en el juicio que ahora está finalizando” --de hecho, en 2014 la esa querella apoyó un pedido de la Fiscalía para que Vence demorara la elevación a juicio de la causa hasta tanto definiera la situación de los empresarios, cosa que no ocurrió--. En ese sentido, amplió el abogado: “En el juicio los testimonios de los trabajadores fueron contundentes en vincular a la empresa con los crímenes”.
“Es un día de gran avance de la Justicia argentina y más lo será cuando se los procese que es el paso siguiente que corresponde dada la abundante prueba que hay en la causa", concluyó Llonto.
Ailín Bullentini
31 de diciembre de 2021 - 01:17
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