Después del rechazo a la propuesta del gobierno en una enorme asamblea general, el gobierno provincial desplegó todos los recursos para intentar torcer esta decisión. Para esto está utilizando el censo “bajo control obrero” que ya lleva dos jornadas. El censo, votado en asamblea general, fue parcialmente elaborado por los vecinos y vecinas, y de algunas organizaciones que apoyan la toma, y además de estar supervisado por organismos de derechos humanos. Así y todo, les terminó jugando en contra, ya que solo en el primer día de censo, ya lleva contabilizadas más de mil trescientas familias. Todo un golpe al discurso de Larroque, quien afirmaba en todos los medios que eran 200 familias en el predio. Aún así, en cada relevamiento, el gobierno intentó convencer a cada vecino por separado para que acepten la propuesta, que consiste en la reubicación en diferentes lugares, hasta obtener un predio definitivo. Para los vecinos, esto no solo es totalmente insuficiente, sino que además denuncian que intentan separarlos para dividir la lucha que se está dando en unidad.
Algunas preguntas que no pudo incluir el gobierno en el censo por oposición de los mismos pobladores (por ejemplo, “si antes de la toma tenían lugar para vivir y eventualmente podrían retornar”), ahora se las hacen en las carpas sanitarias instaladas en la toma.
A pesar de las inclemencias del tiempo que golpea a las familias, en la toma se vive una constante deliberación. En los cuatro barrios se han realizado asambleas donde se ratifica la decisión de permanecer en los terrenos, hasta tanto no exista una propuesta que incluya sus demandas de manera definitiva. Los vecinos comprenden que en el predio donde viven hace tres meses (sin agua, sin luz y en medio del barro), no se va a construir ni un colegio ni un hospital, sino que será utilizado para colocar canchas de rugby y de hockey, donde sus hijos no podrán ingresar a jugar. Es por esto que se esfuerzan por mantenerse firmes y en máxima unidad.
La toma de Guernica ha dado visibilidad a una expansión de tomas de tierras en diferentes puntos del país, de la Patagonia a Jujuy. En todos los casos, quedó demostrada la enorme crisis habitacional y el hacinamiento en el que viven la población trabajadora en medio de una pandemia. Quedó abierta una lucha política contra los que pretenden llevar adelante la especulación inmobiliaria, el monocultivo indiscriminado y el acaparamiento de las tierras para un puñado de parásitos. Esta lucha política nacional tiene como eje principal a Guernica. Todos los ojos del país están colocados en esta ocupación, que marcará el camino para todas las demás.
Desde la Tendencia del Partido Obrero, llamamos a todos los trabajadores a rodear de solidaridad a los vecinos de Guernica. En este sentido, se han acercado donaciones de estudiantes y activistas obreros. y, en esta misma línea, se ha puesto en pie un fondo de lucha de los vecinos de la manzana 6 (barrio 20 de Julio), para que esta lucha no sea quebrada por las necesidades más urgentes, y poder seguir llevando adelante las ollas populares y las meriendas en el barrio.
La semana próxima habría una nueva mesa de negociación con el gobierno. Sería un paso muy importante que en esta mesa se puedan llegar a llevar mandatos de los vecinos que expresen cada uno de los resultados de las asambleas – tierras para todos los ocupantes, no soluciones parciales.
El proceso de deliberación que va en aumento en la toma, se debe expandir en cada fábrica, en cada centro de estudiantes y en todo el país. Por un congreso de trabajadores que discuta y vote una línea de acción por el derecho a la tierra, por la vivienda, por el trabajo, la salud y la vida de toda la población trabajadora.
Bárbara Carrillo
22/10/2020
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