lunes, 30 de agosto de 2010

Petroleros de Neuquén: nunca tan pocos hicieron tanto


Parafraseando a lo que se ha dicho sobre el puñado de espartanos que defendieron el paso de las Termópilas contra los invasores persas hace más de 2.500 años, se puede decir de los compañeros petroleros que mantienen el acampe ante la base de Schlumberger: "Nunca tan pocos hicieron tanto".
Enfrentados a poderosas multinacionales, a los gobiernos e incluso a la propia conducción del sindicato, su lucha ha puesto en los medios una realidad que se oculta celosamente desde los gobiernos y las operadoras: está en curso una huelga de inversiones y un sabotaje energético contra el pueblo argentino.
Los compañeros han ligado la desocupación entre los petroleros con ese sabotaje que se traduce en tarifazos y en la escasez y carestía de las garrafas, incluidas las "sociales".
La confirmación de la denuncia de los compañeros vino de un lugar insospechado de animosidad contra las empresas: la Subsecretaría de Trabajo de la Provincia, la misma que mira para otro lado en cada audiencia por la reincorporación.
Un informe de la Subsecretaría reconoce que la inspección de los yacimientos encontró "multiplicidad de tareas realizadas por una sola persona", "falta de promoción de Comités Mixtos de Higiene y Seguridad por empresa", "falta de sistema de evacuación acorde", y otras falencias en "las condiciones del ambiente laboral".
La "multiplicidad de tareas" que padece el que trabaja en el yacimiento deviene de los miles que están despedidos o suspendidos.
La lucha de este grupo de compañeros está poniendo en evidencia lo que pasa en los yacimientos, un tema tabú, pero que lentamente comienza a aparecer en los medios. Una parte de la población con su firma apoya la reincorporación, y delegados de otros sindicatos han juntado centenares de firmas en sus lugares de trabajo, a través del petitorio lanzado.
El empadronamiento de petroleros desocupados comienza a recibir sus primeros anotados. Surgen en Rincón de los Sauces, Centenario, Cutral Có, Neuquén, etc. Son parte de la "catarata de despidos" que el propio sindicato denunciaba en una solicitada hace menos de un año. Pero ahora las "cataratas" las tienen en los ojos esos mismos dirigentes, que "no ven" a los miles que están en sus casas, desocupados.
Se prepara la realización de un festival. Hemos iniciado un curso de formación sindical.
Una lucha gigante que está haciendo escuela, como hizo la huelga de los obreros de Pride hace años.

Norberto E. Calducci

Neuquén, Argentina

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