martes, 31 de agosto de 2010
Interpelación a Macri: un "paseo" por la Legislatura
La interpelación en la Legislatura fue para Macri un paseo. Los propios macristas reconocieron que “el jefe de gobierno se encontró con un panorama menos adverso de lo que imaginaba”; “esperaban más de 400 posibles consultas de la oposición con sus correspondientes respuestas... pero éstas nunca llegaron” (La Nación, 24/08).
Los diputados no quisieron avanzar sobre los temas clave. Macri señaló que había consultado a funcionarios de la embajada de Israel sobre el nombramiento de Fino Palacios como jefe de la Metropolitana, pero los diputados prefirieron ignorar el punto o, a lo sumo, le pidieron precisiones sobre con qué funcionario de la Embajada había hablado. Ninguno de los presentes -ni siquiera Parrilli, del MST- cuestionó la ingerencia de la embajada sionista en el aparato de seguridad de la Ciudad, ni las consecuencias de esa ingerencia; esto es, el espaldazaro de la alta plana sionista a quien está procesado por encubrimiento en el atentado a la Amia.
Tampoco los diputados le recordaron las declaraciones referidas a sus “consultas” con la CIA, el Mossad y la DEA; es decir, ignoraron olímpicamente que el jefe de gobierno actuó a cuenta de Estados y aparatos de seguridad extranjeros.
Los diputados tampoco avanzaron sobre los vínculos entre la Metropolitana, de un lado, y la Side y la Federal del otro. Después de todo, el clan de Palacios, Chamorro y James se incubaron en el aparato de seguridad del Estado nacional. Si dirigían sus preguntas en ese rumbo, los kirchneristas hubiesen terminado de comprometer al gobierno nacional. Lo mismo vale para la conexión con el sionismo: kirchneristas y macristas son defensores acérrimos de utilizar el atentado a la AMIA en función de la política provocadora contra Irán, que puede derivar incluso en una guerra.
La “comisión investigadora”, como lo destacamos en Prensa Obrera hace algunas semanas, será una “comisión de encubrimiento”. Según establecieron los propios legisladores, la misma funcionará hasta mediados de diciembre. Si en ese momento resolvieran iniciar un juicio político, el debate debería iniciarse en el 2011, lo que llevaría a las elecciones. En ese sentido, Aníbal Ibarra fue claro cuando dijo que a Macri hay que echarlo “con los votos”; es decir, que nada hay que esperar de la Comisión Investigadora.
Ni los legisladores de Proyecto Sur, ni Parrilli del MST, denunciaron la función escamoteadora y encubridora de la Comisión. Se han incorporado al bloque opositor sin demasiadas prevenciones. Atrás quedaron los pedidos de juicio político y de licencia (Proyecto Sur).
Ante esta situación queda claro por qué Macri salió satisfecho de su paso por la Legislatura. Vuelve a ponerse de manifiesto que para luchar contra Macri y la derecha es necesaria una política independiente, que enfrente simultáneamente a los Macri y a los Kirchcner.
Gabriel Solano
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