sábado, 14 de agosto de 2010

El vacío que dejaste (para Laura)


Ahora que no estás más a mi lado
ahogado por un barro que enloda mis entrañas
Busco palabras para contarte mi calvario
Pero no sé si empezar por mi dolor…
o por tu ausencia

Aquí estoy, mi amor,
arrasado por la vida
Mutilado por la muerte
Por tu partida
Por lo absurdo de esta herida
que me hiere y me agoniza
El invierno llegó crudo
y sin vos… hoy me duele lo que antes celebraba

El fuego del hogar escupe frío
Y las cobijas no logran abrigarme
Lluvia de espinas son las madrugadas:
la soledad es una artera compañera
El vino que brindábamos en hiel se ha transformado
y me seca la garganta

Lo mío es tan tuyo que sin vos…
nada es lo mismo

No tienen sentido las cosas que hasta ayer parecían importantes
Ya no lo son
Siempre fueron complemento de tu esencia y tu existencia
Vos llenabas todos los espacios
Todos mis vacíos
Absolvías todos mis pecados
Nuestra casa pena, solitaria sin tu luz….
Los caminos son intransitables… si no estás como destino
La tristeza está más triste…
y desgarra con su filo mi alma destrozada

Fuiste el lecho algodonado, apoyo de todos mis anhelos
Fuiste mi sangre y mi potencia
La razón de mis proyectos
mi estrella, mi noche
mi pasión y mi brújula
Lo fuiste todo…
Mi amor, mi melancolía

Sin vos nada tiene ya sentido

La belleza se ha perdido con tus ojos
Lo cotidiano ahora es doloroso
Y duele todo el tiempo…
Porque el tiempo ya no es tuyo:
Es un arma de tortura
Mis sueños
-que eran nuestros-
se han truncado en imposibles

sólo eran felices cuando estabas a mi lado

¿qué sentido las flores sin tus ojos?
¿qué razón la luz si no puede iluminarte?
¿qué música deleita, si no puedes escucharla?
¿para qué el paisaje sin tu presencia,
por qué las formas sin tus formas?
¿de qué sirve la brisa si no puede acariciarte?

El sol, la lluvia y el ocaso ahora son mis enemigos
El mar y la montaña mis heridores desalmados
El futuro… una nada sin tu brillo

Allí, donde esperábamos tenernos,
abrigados el uno con el otro
envueltos en arrugas y tibieza…
Me lo han robado
Me han truncado el canto en la garganta
han borrado el brillo de mis ojos
Mi semblante hundido para siempre entre las sombras estará

Ya no seré feliz sin tu aleteo

Me niego a aceptar lo que ha pasado
te veo en todos los rincones
donde posaste tu piel y tu mirada
Estuviste en todos lados

Todo trae tu recuerdo

Necesito tu tibieza, tu olor y tu perfume
tu tacto y tu palabra
Tu gesto y tu sonrisa
Extraño lo que hacías con la vida
Con la tuya… y con la mía

Te espero, vida mía
aún y para siempre

Miro ansioso la puerta de la casa
esperando… que cruces el umbral
para otro día de ternura

Gustavo Robles

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